El Gabinete de Ministros alemán tachó de inadmisible la propuesta de Minsk de abrir un corredor humanitario hacia Alemania para 2.000 migrantes atrapados en la frontera bielorruso-polaca, declaró el portavoz del Gobierno germano, Steffen Seibert.

 

Steffen Seibert



"La idea de abrir un corredor humanitario hacia Alemania para 2.000 migrantes (...) es una decisión inaceptable para Alemania y para la UE", afirmó Seibert en respuesta a la pregunta correspondiente de la prensa.

El portavoz recordó que el ministro del Interior en funciones de Alemania, Horst Seehofer, ya expresó esta postura de Berlín, la semana pasada, durante una visita a su colega polaco.

A su vez, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Alemania, Andrea Sasse, señaló que Berlín sigue manteniendo contactos con varios departamentos de Bielorrusia a través de su embajada en ese país.

"Nuestros esfuerzos están dirigidos principalmente a poner fin a estas acciones inhumanas y cínicas del señor Lukashenko, es decir, a la instrumentalización de los refugiados", precisó.

El mandatario bielorruso, Alexandr Lukashenko, y la canciller de Alemania en funciones, Angela Merkel, tuvieron la semana pasada dos conversaciones telefónicas, en las cuales el líder bielorruso hizo propuestas para salir de la crisis, y la canciller respondió que debía debatirlas con sus socios comunitarios.

Las autoridades bielorrusas comunicaron que Lukashenko planteó que la UE amparara a 2.000 inmigrantes apostados en la frontera de Polonia, mientras que Bielorrusia contribuiría a la repatriación de otros 5.000 y que los líderes llegaron a un entendimiento al respecto.

En respuesta, el ministro del Interior en funciones de Alemania, Horst Seehofer, tachó la información de falsa y dejó claro que los países europeos no acogerían a ningún refugiado.

La situación en la frontera bielorruso-polaca se agravó a inicios de noviembre cuando miles de migrantes de Irak y otros países de Oriente Medio se reunieron allí con la esperanza de entrar en la Unión Europea.

Las autoridades polacas aumentaron la seguridad fronteriza, reforzándola con el ejército y frustrando los intentos de los inmigrantes irregulares de entrar en el país, y acusan a Minsk de provocar una crisis migratoria con fines políticos.

Bielorrusia, a su vez, refuta estas acusaciones, alegando que Polonia está expulsando por la fuerza a los migrantes.


Con información de Sputnik