Yemen y la "lucha contra el terror"

Por Gabriel Iachini

 
Mas allá de la supuesta “lucha antiterrorista”, lo que verdaderamente se esconden son INTERESES. Irak y Afganistán son ejemplos claros, en el primer caso lo que existe es un interés por el petróleo, el segundo es un enclave estratégico.


El caso específico y actual de Yemen, no escapa de lo anterior, por su excelente ubicación geográfica representa un punto neural y clave para el control de las principales rutas de transporte y suministro del crudo en el mundo. Este país controla bajo su soberanía el Estrecho Bab el Mandeb, una de las vías necesarias antes de ingresar nada más y nada menos que al Canal de Suez.

La supuesta “amenaza global” que denuncia la secretaria de Estado H. Clinton en su discurso, es todo lo contrario, es decir la amenaza global si existe, pero en realidad la representan son ellos -los EE.UU- con su plan de dominación global. Indistintamente del “Premio Nóbel” que gobierne la casa blanca, ya existe un plan y una estrategia de dominación global, insisto. Y esto si que es una amenaza para la supervivencia del planeta, hegemonía o supervivencia, bien lo señala el ilustre Chomsky.

Con respecto a las supuestas “fallas de seguridad” de los servicios de inteligencia de los EE.UU, que han permitido varios y consecutivos eventos, como por ejemplo el fallido atentado al avión estadounidense, la pareja coleada a la cena ofrecida por Obama al primer ministro de la India, y el ataque por un contraespía en Afganistán, entre otros, representan más allá de los hechos lo que recientemente con la nueva administración exponen los “ilustrados” hacedores de las políticas gringas el “smart power” o “poder inteligente”, con lo cual pretenden “nivelar el terreno de juego” antes de una acción efectiva. Este terreno no es más en este siglo XXI que el terreno de las ideas y nuestras conciencias, lo que buscan es preparar y lograr convencer a la opinión pública de su lucha “justa”; ya Obama en sus palabras en Oslo, lo refirió “estamos ante una guerra justa”, todo este discurso enmarcado en las palabras de Santo Tomás de Aquino y su teoría realista de la “guerra justa”.

Como acertadamente lo expresa Chomsky, “después de la invasión a Irak sólo quedan dos superpotencias, EE.UU. y la opinión pública”. Y eso lo entienden perfectamente los gringos, por ello que buscan “nivelar el terreno”, lo que es igual en palabras criollas y coloquiales a lavarte el cerebro para venderte una guerra como “justa”, en las que ellos son los “buenos” movidos por una suerte de providencia divina destinada a “salvar” el mundo del mal.

La soñada e ilusoria diferencia entre Bush y Obama definitivamente ya no es tal, lo que se evidencia es una continuidad en las políticas solo que ahora se hacen de forma “inteligente”, con un doble discurso lleno de cinismo y palabras bonitas.

Ahora, nos encontramos ante la apertura de un posible tercer frente de guerra. Así comienza el año 2010 el “Premio Nóbel de la paz”.
11 de enero de 2010.
 
http://www.aporrea.org/internacionales/a93119.html