Numerosas investigaciones relacionan las grasas trans con enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y hasta el cáncer, lo que ha motivado a diferentes países a limitarlas y a muchas industrias a reducir su producción y buscar otras alternativas para sus productos.

 

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Las grasas trans son un tipo de grasa vegetal que al ser sometida a procesos industriales de "hidrogenación" se transforma del estado líquido al sólido. Estos productos no tienen ningún valor nutritivo, pero la industria alimentaria los utiliza para extender el tiempo de caducidad de un producto sobretodo usado en la comida rápida o "fast food", los alimentos fritos, la margarina, algunos pasteles y/o galletas, son ejemplo de estos productos.

Al respecto, el Dr. Mauricio León Rivera, director de la Liga Contra el Cáncer, director médico del Centro Detector del Cáncer y Cirujano Oncólogo de la Clínica Ricardo Palma, dijo que el consumo de estos productos aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, como el de mama, próstata y/o colorrectal. “Estas grasas industriales también están ligadas con la obesidad y la inflamación, que también constituyen factores de riesgo para el desarrollo de cáncer”, añadió.

Normativa en el Perú

El Reglamento de la Ley de Promoción de Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes establece el proceso gradual de reducción hasta la eliminación de las grasas trans en los alimentos y bebidas no alcohólicas procesadas industrialmente.

Sobre este tema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de Salud (OPS) recomiendan eliminarlas o que su consumo sea tan bajo como sea posible.

El galeno indicó también que el daño que hace la grasa trans frente a la saturada es 25 veces mayor, por lo que es necesario leer las etiquetas de información de los productos para saber qué alimentos debemos consumir, todo lo que contenga margarina por ejemplo debería ser desechado inmediatamente.

Recomendaciones

El Dr. León recomendó evitar el consumo de productos que tengan estos componentes, por eso, debemos revisar siempre la información nutricional o etiquetas que aparecen en los mismos. Para cuidar nuestra salud, además es importante realizar 30 minutos de actividad física diaria como caminatas o bailes con el objetivo de practicar un estilo de vida adecuado que ayude a mantener un peso saludable.

Asimismo, mencionó visitar una vez al año al nutricionista para evaluar nuestra correcta alimentación y conocer las bondades de algunos productos naturales como la quinua, kiwicha, soya o sus derivados que pueden ser beneficiosos como parte de una alimentación balanceada y no aumentan el riesgo de ningún tipo de cáncer, mito muy común en nuestra sociedad.