Casi el 90 por ciento de los casos el pedófilo es hombre. Uno de cada cuatro abusadores infantiles son adolescentes y, más del 80% de ellos son conocidos de la víctima

Una de cada cinco niñas y, uno de cada diez niños son agredidos sexualmente antes de cumplir los dieciséis años. Los padres deben crear buenos vínculos afectivos que permitan desarrollar la confianza con sus hijos, limitar y controlar las horas de uso del internet para evitar sean víctimas de los pederastas que pululan en las redes sociales, recomendaron especialistas del Ministerio de Salud (Minsa).

Rolando Pomalima, director de Niños y Adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi”, explicó que la globalización de la tecnología en el ámbito de internet y plataformas online se ha convertido en una de las modalidades más preferidas por los pedófilos; entre ellos, las redes sociales (Facebook, twitter, MySpace, Google+, Linkedin y Badoo, entre otras) y foros online.

“A través de estas vías, los pedófilos buscan el “Grooming”, conducta de un adulto para ganarse la amistad con menores de edad y establecer vínculos emocionales. Por ello los progenitores deben  mantener una comunicación constante en familia y estar pendiente de las actividades y amistades de sus hijos”, expresó.

Refirió que hay que estar alertas cuando el niño(a) empieza a comportarse de manera distinta a la normal  o se muestre desinteresado y retraído en su vida cotidiana. “Debemos estar pendiente de su comportamiento, aconsejarlos a no comunicarse con personas desconocidas y enseñarles sobre los peligros de dar información privada o publicar fotos  o intimar con desconocidos” exhortó.

“Los niñas(os) y adolescentes abusadas(os) son desposeídos de su infancia y pierden la confianza en los adultos, presentando en su mayoría problemas de su salud mental a corto y largo plazo. Síntomas ansiosos, depresivos, conductas agresivas, pesadillas, pérdida de apetito, disminución de su rendimiento escolar etc.”, detalló.

Destacó que si estos menores no son tratados inmediata y adecuadamente, pueden llevarlos a sufrir de serios trastornos psiquiátricos, tales como trastornos de personalidad, por estrés postraumático e incluso al suicidio y alterar seriamente su desarrollo psicosexual.

Pomalima advirtió que en casi el 90 por ciento de los casos el pedófilo es hombre. Uno de cada cuatro abusadores infantiles son adolescentes y, más del 80 por ciento de ellos son conocidos de la víctima y, por tanto, tienen un fácil acceso a ella. De esto se desprende el hecho que la mayoría de los abusos sexuales se cometan en la casa de la víctima o en lugares que usualmente frecuentan.

¿Cómo reconocer a un pedófilo?

Pomalima explicó que la pedofilia es un trastorno psiquiátrico y un tipo de abuso sexual contra niñas(os),  que está clasificado dentro de las parafilias, definida, como desviaciones sexuales o perversiones contra los menores, siendo una de las más dañinas, por su patrón del comportamiento sexual, donde el “individuo” se jacta de ser un "amante de los niños".

“El modus operandi de los pedófilos en las redes sociales es mediante la creación de distintos perfiles, con nombres falsos incluyendo una fotografía, y simulando tener la misma edad de sus potenciales víctimas para así poder captar a sus víctimas que generalmente son niños menores de 13 años” indicó.

La accesibilidad a las cuentas públicas de redes sociales permite que los pedófilos consigan mayor información de su posible víctima, los inviten hacerse amigo y empiecen a intercambiar mensajes, recibir propuestas y llegar a encuentros personales. A su vez, los niños suelen competir entre sí para ver quién tiene la mayor cantidad de contactos posibles, por eso es fundamental tener acceso a la cuenta y conocer sus amigos.

En muchos casos, el pedófilo suele ser una persona del entorno del niño, el cual mantiene en absoluta discreción estos comportamientos. El adulto trata de ganarse la confianza de los niños para poder lograr sus objetivos.

Los pederastas frecuentemente sufrieron traumas o abusos sexuales en su infancia,  vivieron en ausencia del padre, tuvieron serias carencias afectivas o fueron abandonados. Muchos se identifican con su abusador (formación reactiva), para que posteriormente construyan una escena similar, donde él ahora es quien se venga, controla y humilla.

Otros idealizan al padre, cargándolo de poder y llevándolo a querer ser un padre omnipotente, por lo que somete y abusa del niño desvalido. Asimismo, en ellos existe una detención de su desarrollo sexual y tienen una gran incapacidad para relacionarse  adecuadamente con otros adultos, agregó.