Comodín Julio Castro Gómez se treparía a equipo de Gana Perú
Según La Primera, entre los personajes que se sumarían al equipo de Gana Perú figuraría el acomodaticio Julio Castro Gomez con trayectoria de décadas en el gremio médico, sin embargo no ha promovido tan sólo una ley a favor de su gremio, que año tras año ve sus derechos violados: miles de médicos son contratados en condiciones infrahumanas sin que se vea una protesta efectiva de Castro Gómez. Tampoco ha sido la cabeza visible de alguna ley en favor de la salud pública o su gremio.
Castro Gómez ha visto a la dictadura fujimontesinista que agredía a las poblaciones indígenas aplicándoles programas de esterilización como si fuesen ganado, recordemos que se empleaba el engaño contra quechuahablantes para perpetrar ligaduras y esterilizaciones hasta en jóvenes de 18 años, lo que incluso causó muertes. Se obligó a los médicos bajo amenaza a participar en este crimen con engaños a al agnte, pero Castro Gómez nunca defendió al más débil, su silencio cómplice fue aprovechado por el dictador. Nunca vimos siquiera un plantón de protesta.
Cuando Castro Gómez fue congresista tampoco se ocupó de los problemas de salud, más bien estuvo coqueteando con el movimiento homosexual (MOHL) para intentar subir popularidad. Recordemos que se quedó muy tranquilo cuando se utilizó como conejillos de indias a lactantes en el norte para aplicarles un compuesto de arroz transgénico (un monstruo de arroz, en parte vegetal y en parte humano), pero el muy comodín Castro Gómez prefirió callar durante la gestión de la ministra Pilar Mazzeti.
Si hay algo que sabe hacer Castro Gómez no es luchar por un mejor sistema de salud en el Perú ni por su gremio, sino buscar nichos de popularidad para sus ambiciones de figuración y para enquistarse en cargos y participar con su silencio cómplice en aberraciones contra la salud pública y el gremio médico.
Con seguridad, lo único que busca este sujeto es sólo figuración y el buen puesto. Ojalá que Gana Perú reaccione a tiempo y se deshaga de parásitos buenos para nada.
