Al descubierto las siniestras intenciones del país ladrón del sur, que se arma desenfrenadamente


Como antes de la guerra de rapiña de 1879 (ver: Guerra Perú-Chile 1879. 20 Chile, espionaje y propaganda antiperuana), Chile tiene una extensa red de sirvientes y espías ya no sólo chilenos, sino que también ha logrado reclutar a traidores peruanos, como lo demuestra la captura  de Víctor Ariza Mendoza, un agente de inteligencia de la Fuerza Aérea Peruana.


El traidor espiaba para Chile desde 2003 y tendría cómplices que las autoridades del sector Defensa estarían en proceso de identificar.

No se equivocan entonces quienes no cesan de alertar sobre las intenciones expansionistas del enemigo del sur, que además se encuentra desarrollando una desenfrenada carrera armamentista, hecho que, no obstante, los chilenos tratan de ocultar o minimizar.

Delito de traición a la Patria


El sirviente  descubierto en las próximas horas sería acusado por el Ministerio Público de traición a la Patria, delito que, dependiendo de las circunstancias contempla como máxima sanción la pena de muerte.

A este espía el servicio de inteligencia de la FAP lo habría detectado hace un mes y el suboficial ya habría confesado su delito, pero se resiste a delatar a sus posibles cómplices.

El execrable sujeto, de unos 45 años de edad, sirvió en la embajada peruana en Santiago de Chile en 2003, donde fue reclutado a cambio de cinco y ocho mil dólares mensuales, según RPP, que agregó que el fiscal Jorge Chávez Cotrina se encargará de formalizar la denuncia por delito de traición a la patria.

Para el presidente de la Comisión de Seguimiento de la Demanda ante La Haya, Juvenal Ordóñez, esta captura pone en evidencia a  Chile en sus verdaderas intenciones con nuestro país, pues no practica  una política moderna de relaciones exteriores, como alega reiteradamente la presidenta Michelle Bachelet, pues sus tácticas de espionaje son viejas,  así como su carrera armamentista, como lo evidencia las compras de misiles y radares.

Otro caso sonado de srivientes de Chile reclutados como espías es el sucedido en octubre de 1978,  también la FAP, cuando fue arrestado el suboficial en retiro, Alfonso Vargas Garayar, captado como espía por personal de la Embajada de Chile, quien fue fusilado en enero de 1979.