Ciudad Eten celebra 362 años de la aparición del Niño del Milagro

El único milagro eucarístico reconocido en el Perú

Ciudad Eten celebra desde el 12 de julio la feria en honor al Divino Niño del Milagro y Santa María Magdalena. La aparición del milagroso pequeño de cabello ensortijado, en la hostia consagrada, cumple 362 años y la misa central  este domingo 24, a las 11:30 horas, previa bendición del nuevo sagrario del templo parroquial, a cargo del Obispo de la Diócesis de Chiclayo, Monseñor Jesús Moliné Labarta .

La aparición del Niño del Milagro en la hostia consagrada fue un 2 de junio de 1649, en presencia del entonces vicario Fray Jerónimo de Silva Manrique, durante la celebración de vísperas de Corpus Christi. En aquella ocasión, hombres y mujeres vieron al niño y, movidos por su devoción, dieron gritos, voces, se enternecieron, les conmovió un gozo espiritual, se llenaron de ternura y lágrimas. Finalmente todos gritaron “¡Milagro! ¡Milagro!” y tocaron chirimías, clarín y trompetas, y repicaron las campanas.

“Es un año más para agradecer al Niño del Milagro por sus apariciones en la Hostia Consagrada; sin duda alguna el pueblo de Eten es un pueblo privilegiado y esta fiesta es una importante ocasión para acercarnos más a la eucaristía. Que esta fiesta religiosa sirva para unirnos más como verdaderos hermanos en Jesús”, señaló el P. Santiago Gonzales Gamonal e invitó a los fieles a manifestar su fe y amor más plenamente a Jesús Eucaristía.    

Aun hoy  Ciudad Eten se caracteriza por cultivar la música con extraordinario cariño y reconocida competencia, al punto de que cuenta con al menos 15 bandas musicales, con unos doce integrantes cada una, a menudo solicitadas incluso por los pueblos de la región en ocasión de sus fiestas. Precisamente por ello, en la misa central a oficiarse el domingo 24 de julio, participará la banda de músicos “Centenaria Santa Cecilia” dirigida por los maestros Eulogio Velásquez, Manuel Reque Nuntón y Armando Reque. Y como la música une a los pueblos, a esta fiesta también llegarán las bandas “Jesús Nazareno Cautivo” de Monsefú y de la Policía Nacional del Perú (PNP).

El retorno de la imagen del Niño del Milagro a su santuario, ubicado cerca a la playa, está programado para el lunes 25 de julio, a las 10:30 de la mañana y a las 12 del mediodía se oficiará una misa de acción de gracias presidida por el párroco de la ciudad. En su capilla, la sagrada imagen permanecerá hasta enero de 2012.

Inauguración de obras

Cabe indicar que la celebración de la fiesta en honor al Niño del Milagro y Santa María Magdalena, servirá de marco especial para la inauguración de diversas obras realizadas en la ciudad como la biblioteca municipal “Teniente coronel Pedro Ruiz Gallo”, la carretera que une Ciudad Eten con Monsefú y la institución educativa N.º 11028 “Teniente Francisco Pinglo Chunga”.

El alcalde de la ciudad, Alejandro Ñiquen Sandoval, destacó que si bien es cierto cada obra es de gran importancia, la carretera Ciudad Eten – Monsefú, cuya extensión de 2.113 kilómetros permitirá la integración de dos pueblos mochicas y promoverá su desarrollo económico y social.


HISTORIA DE LAS APARICIONES


1649, Jesús Niño Dios se hizo visible ante mucha gente en el Santísimo Sacramento del altar, milagro debidamente documentado y certificado por autoridades eclesiásticas de esa época como el juez eclesiástico Fernando Carrera enviado por el entonces Convento de Zaña.

Este hecho fue documentado por muchos historiadores e investigadores del mundo, que denominaron a Eten la tercera ciudad eucarística después de Jerusalén y Padua.

Primera aparición,  2 de junio de 1649


Durante la oración de las vísperas y la exposición solemne en honor a la fiesta del Corpus Domini. Concluida la ceremonia, el fraile franciscano, Jèrome de Silva Manrique, estaba reservando la Custodia en el tabernáculo cuando de pronto se detuvo. En la hostia había aparecido un rostro resplandeciente de un Niño. Los asistentes suspiran gozosos y admirados y el Niño se mueve en la hostia dirigiendo su  mirada hacia la multitud. La gente se arrodilla, llora y exclama ¡milagro, milagro!.

Estaban presentes el sacerdote Silva Manrique, el español Domingo Martínez, el sacristán de la Iglesia Andrés Neciosup , los alcaldes designados por los españoles Pablo Quinocial y Fabián Chancafe, y todo el pueblo asistente, que de inmediato hizo repicar las campanas, y la noticia cunde por todos los pueblos mochicas y las autoridades eclesiásticas disponen la certificación de este milagro.

Segunda aparición,  22 de julio de 1649, fiesta de Santa María Magdalena, patrona del pueblo

Invitado el Padre del Convento de San Francisco de Chiclayo, Fray Marcos López a la fiesta de la patrona del pueblo de Eten: Santa María Magdalena, que se celebra el 21 y 22 de Julio de 1649, se hizo cargo del oficio religioso de las vísperas en compañía de los padres Gerónimo de Silva Manrique cura y vicario de Eten, Fray Tomás de Reluz y fray Antonio Crespo; todos de la orden franciscana y teniendo presente dicho acontecimiento de la aparición del Niño Jesús en la hostia consagrada en la noche de la Víspera de Corpus Christi , dispuso el descubrimiento del Santísimo intentando experimentar tal suceso, que no ocurrió.

Pero al día siguiente celebrando la misa con gran solemnidad , en el momento que el coro cantaba apareció  una sombra confusa como un cuerpo de un niño. Acababa la misa nervioso y confundido, el sacerdote bajó ayudado de tres sacerdotes  bajó el Santísimo, hizo señas con los ojos al Padre Silva Manrique para que viera la sombra y este le indicó que efectivamente veía algo y se dio inicio a la procesión sin que ya nada se viera .

No obstante, al detenerse para que la multitud de gente pase adelante, vio detrás de la Hostia consagrada la misma sombra , aunque más oscura , la cual permaneció hasta que salió de la Iglesia. Sigió la procesión hasta el primer Altar, donde quedó Santísimo. El padre reparó que la media luna en que la sostia estaba puesta, se puso colorada por varios minutos, para luego no verse ya nada durante el recorrido de la procesión por otras calles. De regreso a la Iglesia, el Santísimo fue encerrado en el Sagrario y la gente retirada a sus hogares.

Pero a las cinco de la tarde del mismo día impulsados los padres por sus cavilaciones sobre lo que habían visto, acordaron reunirse ver la hostia. Encerrados en la Iglesia con sus estolas puestas sacaron al Santísimo y el Niño Jesús apareció en la hostia, tras lo cual aparecen tres corazones blancos unidos entre sí.