Carta abierta al ministro de Defensa
Mayor Romain Flor


Sr. Ministro de Defensa
Rafael Rey Rey
 
Lo escuchamos muchas veces que detrás de un micrófono defiende usted a las Fuerzas Armadas y manifiesta sentirse agradecido; pero no basta solo decirlo mediáticamente: nosotros no queremos palabras vacías, sino que se demuestren con los hechos.


Usted ya me conoce. Quien le escribe es el Piloto de la Fuerza Aérea que perdió una pierna durante un vuelo de patrullaje en Ayacucho el año 2007, y a quien usted le niega el otorgamiento de una prótesis determinada por una Junta Médica de Peritaje de las FFAA y PNP. Sí, soy ese piloto que lucha para que se le reconozcan sus derechos; derechos que tenemos todos los miembros de las FF. AA. y que no han sido regalados por nadie, me los he ganado en una profesión llena de sacrificios y riesgos, como el perder la vida o una pierna, que es mi caso.
 

Antes del accidente

Siendo usted titular del Sector Defensa y el llamado a velar por los derechos de los militares, nos niega, sin embargo, un derecho humano básico como es la salud. Usted, quien debería velar por nosotros, es, paradójicamente, quien nos da la espalda.
 
Usted se ha convertido en un filtro negativo de las gestiones que deberían apoyar a los miembros de las FF. AA. En mi caso, la Fuerza Aérea del Perú, mi Institución —contando con el respaldo de dos Juntas Médicas Intersanidades de las FF. AA. y PNP y asimismo con la aprobación del presupuesto y la transferencia del 100% del monto a su Oficina de Enlace en Miami, EE. UU.— preparó el proyecto de Resolución Suprema para que pueda viajar a seguir el tratamiento médico, cumpliendo con la determinación de la Junta Médica (debido a que tengo muy comprometida la otra pierna). Dicha propuesta de Resolución hasta la fecha no ha sido firmada ni devuelta a la FAP por el Ministerio de Defensa. Entonces, surge la pregunta: ¿es ese  el pago a una vida llena de sacrificios?, ¿esa es la forma de retribuir a los miembros de la Fuerza Armada a la que Ud. dice defender y de la que manifiesta sentirse agradecido?
 
Cuando usted es interrogado por los medios de prensa, evade responder acerca del porqué no da el visto bueno cuando todo está dispuesto, esgrimiendo argumentos sin fundamento ni sustento legal. En sus declaraciones, Sr. Ministro, dice no haber presupuesto, pese a que la FAP ya transfirió de sus recursos directamente recaudados el total del monto estimado por la clínica ortopédica ubicada en Miami, a la cuenta Peruvian Air Force Office, ODEMI, destinado para mi tratamiento.
 
Usted jamás menciona que la prótesis que se requiere es la determinada por dos Juntas Médicas de Peritaje Intersanidades, como tampoco dice que la prótesis que pretenden imponerme no tiene este sustento. Hace ver como si yo deseara una prótesis que me gusta o que se me ocurre; no manifiesta que la prótesis que necesito es justamente la que determinan los médicos y no cualquier otra. Usted sabe que mi primer viaje a EE. UU. fue solo para una evaluación médica y que el segundo viaje a Miami será para continuar las conclusiones de dicha evaluación, justamente para recibir el tratamiento; si no ¿qué otra razón tuvo que el Estado me envíe a ese primer viaje? A pesar de las gestiones ya realizadas y faltando sólo la autorización final para el uso del dinero, ¿por qué su negativa, Sr. Ministro? También  le ha dicho a la prensa que se ha reunido varias veces con mi persona, lo cual es completamente falso, usted nunca me concedió una entrevista para explicarle mi situación. Siendo Ud. ministro de Defensa, no acepta que yo, como militar discapacitado en Acto de Servicio, merezco ser escuchado.
 
Dios le permite a usted tener salud y todas sus extremidades completas, pero retribuye a Dios negando al prójimo la oportunidad de tener una mejor calidad de vida en cuanto a salud. La pierna ortopédica de EE. UU. no puede compararse a la pierna natural de la cual usted goza actualmente, Sr. Ministro.
 
Por otro lado, es inaceptable que en este contexto de evasivas, se mencione que tengo tales o cuales beneficios, cuando eso es lo que normalmente toca a todo miembro de la FF. AA., y los tenemos no porque usted sea el Ministro de Defensa. Reconocer algunos derechos establecidos por ley no es motivo ni argumento para negar otro derecho. UN DERECHO NO DESPLAZA A OTRO. Lo correcto es cumplir con la ley en todos sus extremos, tal cual es, y no como a usted le parezca.

Después del accidente

 
Usted sabe cuál es la verdad. Discriminar no es justo. ¿Por qué para algunos militares sí se respeta la determinación de la Junta Médica y para otros no se la toma en cuenta? ¿Por qué a algunos sí se les paga el 100% de lo determinado por las Juntas Médicas (lo cual es lo correcto) y a otros les pide que paguen un porcentaje (lo cual carece de base legal)? La normatividad es y debe ser igual para todos. ¿Qué mensaje le está transmitiendo al personal de Técnicos y Suboficiales?, ¿qué les está haciendo saber al personal de Tropa? ¿Acaso el respeto a la decisión de la Junta Médica depende del grado jerárquico que se tenga? Esto es más grave de lo que parece. Usted está mellando la moral del personal militar, en vez de fortalecerla.
 
Usted goza actualmente de salud, porque Dios, a quien respondemos por todos nuestros actos, se lo permite, y responde usted a tal gracia haciendo daño al prójimo, por un poder temporal que ostenta y que en vez de emplearlo positivamente lo hace negando la salud a quien la requiere y corresponde por derecho. El poder que usted tiene es temporal; el Poder Divino es eterno, piénselo bien, Sr. Ministro. Ud. que se confiesa seguidor de la doctrina de Cristo ¿dónde está su sensibilidad humana de SERVIR al prójimo? Hágase un examen de  CONCIENCIA y pregúntese  qué decisión tomaría Cristo en su lugar en este caso. ¿Puede Ud. dormir tranquilo con su CONCIENCIA, obrando INJUSTAMENTE como lo hace en mi caso?
 
Quiero terminar diciéndole que usted sabe que está cometiendo un atropello. Usted está a tiempo de rectificar el error de la asesoría que le ha dado su entorno respecto a mi caso, y que le hace daño inclusive a usted mismo. Reparando en que los militares tenemos dignidad, está a tiempo de restituir su imagen frente a la FF. AA. y a la sociedad. Usted quedaría bien al corregir este error; porque es de humanos equivocarse, pero solo de hombres rectificarse.
 
Dios le devolverá con creces el bien o el mal que haga. Piénselo bien, Sr. Ministro.
 
Atentamente,
 
Romaín Flor Vera
Mayor FAP
DNI 09851055