Conflicto Pesquero

Jans Erik Cavero Cárdenas; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Los enfrentamientos entre pescadores de merluza y miembros de la policía en Paita han dejado como saldo el lamentable deceso de un pescador identificado como Robert Castillo Paúcar y varios heridos. Una vez más, la ineptitud del Premier Valdés para gestionar los conflictos sociales, el supuesto azuzamiento de posibles lobbies pesqueros, así como la incapacidad de José Urquizo Maggia, Ministro de Producción,  para dirigir eficientemente el sector, enlutan al país.

El corolario de este lamentable suceso debe ser la destitución inmediata de Urquizo o, en su defecto, la censura parlamentaria. Basta ya de ministros políticamente irresponsables, y técnicamente incompetentes, para tomar decisiones públicas. En cualquier país socialmente desarrollado y democráticamente avanzado, cualquier Secretario de Estado habría dimitido ante la muerte de uno ciudadano por responsabilidad gubernamental. Caso contrario, sería destituido en el acto.

En medio del conflicto social, Urquizo se encuentra en la ciudad de Doha, Qatar. En efecto, según la Resolución Suprema 112-012-PCM  del 18 de abril, su viaje al país árabe fue autorizado para asistir a la conferencia titulada “La Globalización centrada en el Desarrollo: Hacia un crecimiento y un desarrollo incluyentes y sostenibles”. En este evento, Urquizo se desenvolvería como expositor y participante en una mesa redonda. Al respecto, algunas observaciones:

Primero, la movilización y huelga de los pescadores de merluza viene de hace varios días, con lo cual el argumento de que lo tristemente acontecido fue repentino e inesperado resulta infantil. Como cabeza del sector Producción y tomando en cuenta que había un conflicto social que podía estallar en cualquier momento, Urquizo no debió abandonar el país. Un cargo tan alto exige previsibilidad, olfato, responsabilidad, y capacidad de actuar efectivamente ante situaciones complejas.

Segundo, ¿no hubiera sido mejor que el Gobierno designe a un comisionado con mayor reputación técnica en comercio, inversión y desarrollo? Creo que hubiera sido mejor encargar a  un funcionario con mayor nivel intelectual, más aún si tomamos en cuenta que la Fundación Qatar iba a financiar todo. Recordemos que Urquizo encabeza Producción no necesariamente por mérito sino por confianza política.  

Tercero, ¿era necesario e impostergable asistir a dicho evento? No tengo autoridad académica en este ámbito para determinar la importancia de la conferencia, pero sí puedo advertir que en otros sectores se programan eventos internacionales, conferencias, foros, encuentros, reuniones, etc., completamente improductivos, dilapidándose recursos públicos. Al respecto, véase diariamente las normas legales.

Cuarto, si lo que dice el Premier Valdés sobre la decisión ya adoptada por PRODUCE de incrementar la cuota de captura de merluza, faltando únicamente la firma del ministro, es cierto, ¿por qué no la firmó el ministro encargado? La resolución suprema que autoriza el viaje es clara: “Encargar la Cartera de Producción al Ministro de Comercio Exterior y Turismo, José Luis Silva, a partir del 21 de abril y en tanto dure la ausencia de Urquizo.” ¿Normativamente está prohibido que el incremento de captura lo firme Silva?; ante una masa de pescadores movilizados y siendo previsible enfrentamientos violentos ¿era indispensable la rúbrica de Urquizo?

Finalmente, existe un tema de fondo que amerita comentar. IDL-Reporteros ha dado cuenta a un diario capitalino de una supuesta presión del Premier para ampliar la cuota de captura y favorecer a empresas pesqueras. Esta presión inclusive tendría enfrentado a Valdés y Urquizo contra la viceministra Patricia Majluf, cuyas horas en el viceministerio estarían contadas. La fricción entre Urquizo y Majluf se debería a la resistencia del primero para implementar cambios en el Viceministerio de Pesquería. Urquizo, en forma nada usual, “designó” tardíamente a sus viceministros. ¿Por qué? Porque eso le permitía copar direcciones, subdirecciones, gerencias, etc., con gente de su entorno, impidiendo que otros, acaso con mayor preparación, sean convocados.

Urquizo designó a Pedro Rodenas Seytuque, Sergio Gonzáles Guerrero, César Quispe Luján, Pedro Prado Prado, Julio Flores Martínez, Vicente Malásquez Gil, Willy Alvarado Palacios, por citar algunos ejemplos,  como Director General de Acuicultura, Director del Comité de Apelación de Sanciones, Director General de MYPE y Cooperativas, Secretario General, Director de Contabilidad, Jefe de FONDEPES, y Director de Logística, respectivamente. Y ¿quiénes son, o han sido, estos señores?

El primero, vinculado al APRA, fue Director de Proyección social de la Universidad Villarreal; el segundo, trabajó en la Secretaría de Descentralización en el gobierno de Alan García; el tercero, vinculado también a la Villarreal y a la federación de cooperativas, fue jefe de OGA del polémico ex Alcalde de Chosica Luis Bueno Quino; el cuarto, hermano del Presidente de la Corte Superior de Ayacucho, fue Director Regional de Trabajo del cuestionado Presidente Regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima; el quinto, trabajó en el Ministerio de Cultura cuando Alan García era Presidente; el sexto, fue gerente general y gerente de presupuesto del fujimorista Federico Salas, ex Presidente Regional de Huancavelica; y el último, fue Jefe de Logística del Programa Construyendo Perú también durante la gestión aprista.

¿Casualidad? Juzgue usted.