Una colisión gigantesca ocurrirá cuando la Gran Nube de Smith se encuentre  con la Vía Láctea a gran velocidad, tras lo cual nacerán nuevas estrellas que pueden cambiar el aspecto de nuestra galaxia.

via lactea nube smith

La Gran Nube de Smith aproximándose a la Vía Láctea

La Gran Nube de Smith es de hidrógeno y los científicos lograron entender cómo este tipo de cuerpos pasar a través de los potentes campos gravitatorios y magnéticos de las grandes galaxias, proceso que libera combustible para la formación de nuevas estrellas.

Las observaciones de la Gran Nube de Smith indican que ésta se aproxima a la Vía Láctea a una velocidad superior a 200 kilómetros por segundo, informa  un artículo publicado en la revista Astrophisycal Journal.
 
Además de esa nube, en la Vía Láctea  hay cientos de otras que se mueven a gran velocidad. Se cree que son restos del material del que se formaron las galaxias.

Cuando estas nubes colisionan con las galaxias  no suelen descomponerse, por lo que existen durante miles de millones de años. Los científicos no podían comprender por qué son tan 'resistentes' si no son lo suficientemente gruesas para resistir el momento en el que penetran el halo de gas caliente ionizado que rodea la Vía Láctea.
 
Los científicos de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO),  Australia, determinaron que los fuertes campos magnéticos no permiten que la nube se disipe en la galaxia.

Pero la colisión galáctica no está prevista pronto. La Gran Nube de Smith ya chocó con nuestra galaxia en el pasado y volverá a chocar con ella en el futuro. Dicha nube  se encuentra a 8,000 años luz de nuestra galaxia y el encuentro sucederá en unos 30 millones de años.

De la colisión aparecerá espectacular anillo brillante de estrellas jóvenes como las que existen cerca de nuestro Sol y se conoce como Cinturón de Gould.