El bienestar de Wall Street

Wall street
Por Humberto Campodónico

El paquete de "estímulo a la economía" de US$ 168,000 millones (bastante más que el PBI anual peruano de US$ 110,000 millones) que el presidente Bush debe aprobar hoy consiste, básicamente, en disminuir los impuestos que deben pagar los contribuyentes (entre US$ 600 y US$ 1,200) y dar cheques de US$ 300 a los veteranos de guerra, ancianos y a un sector de la población de bajos ingresos.

 

Por donde se le mire, esta es una típica medida keynesiana para incentivar la demanda, pues pone dinero en los bolsillos de los contribuyentes (de un lado, el fisco deja de cobrar impuestos y, de otro, otorga dinero a los contribuyentes).

Que esta medida (que equivale a 1% del PBI de EEUU) tenga o no éxito, forma parte de otra discusión. Lo relevante es que, ante la recesión en marcha, el gobierno interviene. La "necesidad" del estímulo también puede leerse así: las fuerzas de la libre oferta y la demanda del mercado (además de la desregulación financiera, como veremos) no han llevado al equilibrio (como dice la teoría), sino a la recesión.

Como estas medidas son analizadas a partir del "alivio" a los contribuyentes, no se las califica como "riesgo moral", lo que sí sucede con los enormes recortes de tasas de interés que efectuó el Fed hace 2 semanas (primero, 0.75% y, 3 días después, 0.50%).

El riesgo moral se da cuando el inversionista toma una enorme cantidad de riesgos porque sabe que, al final, papá Estado vendrá a salvarlo. ¿Por qué? El argumento es éste: si el Estado no viene al salvataje, entonces se corre el riesgo de una gran crisis financiera que, en su desarrollo, sería más costosa que el dinero que tiene que poner el Estado para salvar a un banco o a algunos grandes inversionistas.

El problema es que, durante años, los hábiles economistas de los grandes bancos de inversión empaquetaron en "nuevos productos" las hipotecas de miles de ciudadanos y se les dio la denominación AAA. Estos bonos fueron comprados por otros bancos de inversión, por bancos y por fondos mutuos, no solo en EEUU sino en todo el mundo. Pero sucede que millones de prestatarios de hipoteca no tenían la capacidad económica para pagarla. Así, cuando reventó la burbuja, los tenedores de los bonos se dieron cuenta de que no valían ni el papel en que estaban impresos.

¿Cómo pudo suceder? Por la absoluta falta de regulación a los mercados financieros, debido a la creencia (interesada, por cierto) de que "el mercado no falla y el Estado no debe meterse". Los "hábiles economistas" resultaron ser unos auténticos vendedores de sebo de culebra que hacían lo que querían sin control alguno. Y, claro, se enriquecieron: US$ 60,000 millones de dólares en el 2006 para 173,000 funcionarios (ver "Los bancos de inversión y el socialismo de los ricos", www.cristaldemira.com, 27/8/07).

Es aquí donde entra el "riesgo moral" de las medidas de la Fed: el recorte de las tasas de interés implica directamente que el dinero saldrá de los bancos para volver a la Bolsa de Valores, deteniendo su caída. Por eso, el economista Tom Palley ha dicho que el recorte de tasas no es otra cosa que "el bienestar de Wall Street".

Agrega que el salvataje de la Fed también está dirigido a los aseguradores de bonos: como la baja de la tasa de interés empuja al alza el rendimiento de los bonos, eso hace que su valor se mantenga. Dice Palley que si los reaseguradores quebraran, entonces sí estaríamos frente a una crisis sistémica (www.thomaspalley.com).

¿Funcionarán el "estímulo" y los recortes de tasas de interés y se salvará la economía de EEUU de una recesión? Es poco probable, afirman cada vez más numerosos analistas. Lo que sí es seguro es que el "riesgo moral" que asume papá Estado está vivo y coleando, lo que nos asegura nuevas burbujas en los próximos años.

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