Presidente ruso Medvedev sugiere más extendido empleo de reactores de neutrones rápidosdimitri_medvedev.jpg

 
Los reactores de neutrones rápidos deberían usarse más para producir electricidad en todo el mundo, dijo hoy jueves el presidente ruso Dimitri Medvedev.

El futuro de la industria de la energía nuclear pasó al primer plano de la atención pública tras el accidente de la planta nuclear de Fukushima, en Japón, la cual quedó seriamente dañada por una serie de explosiones subsiguientes al terremoto y maremoto del 11 de marzo.

 

 “Estamos convencidos de que el nivel de seguridad de las plantas nucleares debe incrementarse al máximo. Por esta razón Rusia, líder mundial en ingeniería de reactores nucleares, encuentra muy prometedor el desarrollo de los llamados reactores nucleares rápidos”, dijo Medvedev.

La planta nuclear de Beloyarsk, de la región rusa de Los Urales, viene funcionando más de treinta años con un reactor de neutrones rápidos.

El presidente ruso dijo que los reactores nucleares de neutrones rápidos son más “amigables” con el medio ambiente porque dejan cantidades insignificantes de combustible nuclear agotado y no necesitan enriquecimiento de uranio.

Hablando en su videoblog, Medvedev también urgió a la comunidad internacional a establecer pautas unificadas para la construcción de plantas nucleares en zonas de actividad sísmica.

 “Probablemente se necesiten más requisitos y límites técnicos para racionalizar la construcción de plantas nucleares en zonas sísmicamente activas. Se necesita establecer  requisitos internacionales de carácter y acatamiento general, especialmente para áreas donde es posible que ocurran fuertes terremotos y maremotos”, dijo.

Los reglamentos rusos prohíben la construcción de plantas nucleares en zonas en las que pueden ocurrir sismos de magnitud 8.

Moscú, marzo 24 (RIA Novosti)

http://www.en.rian.ru/russia/20110324/163182597.html

 

El caso chileno

El Chrsitian Science Monitor ha informado que durante la visita del presidente Barack Obama a Chile se trató el tema de la planta nuclear que desea construir Chile, y que se ha considerado conveniente —por razones técnicas— postergar dicho proyecto. Parece que los científicos  estadounidenses comparten el criterio técnico ruso (ver arriba) de no construir centrales nucleares donde puede haber sismos de más de ocho grados. Mientras, la alternativa que se abre a Chile es la utilización de carbón mineral para la generación de electricidad. En su edición del lunes 21, el Chrsitian Science Monitor informó:

 

“Aunque parece que la crisis [el desastre japonés de Fukushima] se ha mencionado sólo de paso durante la gira regional de cinco días del señor Obama, ha desatado un torbellino de críticas contra el señor Piñera y llevado a un repensar sobre la política energética aquí [Chile]”.

Observa el comentarista del mencionado medio de comunicación que Chile se encuentra en una difícil encrucijada:

“Como Japón, Chile es país sísmico: su sismo de magnitud 9,5 del año 1960 fue el más potente del siglo XX. Y la cultura chilena de enfrentamiento de riesgos no es tan madura como la del Japón. Ahora, esta nación [Chile] rica en minerales enfrenta un dilema energético: o decidirse por plantas de energía nuclear propensas a sufrir terremotos, u optar por plantas de electricidad que funcionen con carbón mineral que emiten gas de efecto invernadero”.

 

Rusos y americanos preocupados (por el negocio)

Al ser los principales proveedores de tecnología de energía nuclear, los EE. UU. y Rusia están muy preocupados por las repercusiones que el desastre de los reactores de Fukushima pueden tener en el desarrollo de la industria de energía nuclear. Para enfrentar esta situación —según informa ayer jueves 24 la agencia RIA NOVOSTI—, ambos países han acordado formar una comisión técnica conjunta, que hará una inspección a todos los reactores que funcionan en Rusia y en los EE. UU.

El propósito es avanzar en el establecimiento de normas unificadas, internacionalmente aceptables, de seguridad y de supervisión, para devolver la tranquilidad y la confianza del público internacional en esta forma de producir energía eléctrica. Si continúa este acercamiento razonable entre estos dos países que compiten en el campo de la industria de energía nuclear, es previsible que las normas, requisitos  y pautas en las que concuerden tengan aceptación general, considerando el peso e influencia de estas dos poderosas y avanzadas naciones.