¡Pretenden entregar nuestro gas a Chile!

El ex presidente de Petroperú César Gutiérrez emplaza en la siguiente entrevista a las autoridades del gobierno a definir con claridad cuál será el país a donde irá nuestro gas.


–¿Hacía dónde irá nuestro gas de Camisea?


Estamos a muy pocos días de la exportación del gas del Lote 56; extraído de los yacimientos contiguos a Camisea, e inexplicablemente hasta el momento los peruanos no sabemos cuál será el destino, se ha escuchado de todo:

México no, porque el importador, la Confederación Federal de Electricidad, aún no ha culminado la planta de regasificación en Lázaro Cárdenas, y recién será una realidad en el último trimestre de este año; luego manifestaron los miembros del consorcio exportador que sería China y ahora último que se entregará a Canadá, la gran incógnita es ¿por qué tanto misterio?, la verdad es que tengo mis sospechas por racionalidad económica que la planta de regasificación de Quinteros, en la V región de Chile, será el punto de llegada.


–Pero el Ministro ha dicho que Repsol tiene un compromiso que no se despachará a Chile.

El Ministro está acostumbrado a decirnos muchas cosas que no son correctas, pero en este caso se ha cuidado en manifestar que es Repsol, quien afirma que no será Chile el destino. Es inconcebible que la máxima autoridad política en materia de energía de nuestro país, no sepa o no quiera decirnos el lugar a donde exportaremos, tanto se habla de transparencia, se hace apología de la decencia y nadie se inmuta cuando no se nos dice hacia dónde va nuestro gas.

–¿Cuál es el problema de que se exporte hacia Chile?


Por lo menos hay dos: el primero que el precio de boca de pozo para exportación ha sido calculado bajo la premisa de que se dirigirá hacia América del Norte, es decir a México o Estados Unidos. Pero si el destino es Chile, la base de cálculo para valorizar el gas en su punto de producción no puede ser la misma y por tanto habrá que redefinirla modificando el contrato. El mismo raciocinio se aplica si se va a China. El segundo problema es de naturaleza estratégica, los militares, sobre todo los que están en retiro, que tienen la libertad de opinar, pueden decirnos con mucha propiedad de los riesgos que tendríamos en una hipótesis de conflicto, hasta ahora no he escuchado que se les haya consultado y los que ya no están en ejercicio podrán decirnos si se les ha requerido para hablar del tema.

–¿Y cuándo sabremos los peruanos la verdad?

No hay que esperar que se produzca el acto físico de embarcar el gas natural licuefactado, tenemos entendido que hoy ya se encuentra cargada la planta de Pampa Melchorita y por tanto deben haberse liquidado regalías, si se ha hecho con la lógica del contrato, que correspondería a una valorización del orden de 0.50 dólares la unidad de energía; que en este caso se llama BTU (0.50 US$/MMBTU) –mientras que los consumidores locales pagan entre 1.46 y 2.60 US $/MMBTU, una gran inequidad–; significaría que el destino sólo podría ser Canadá o Estados Unidos; en caso contrario se estaría vulnerando el contrato, es decir si se ha liquidado de la manera que he reseñado, y no va a América del Norte.

–¿Quién puede informar a la ciudadanía sobre esta liquidación?

El llamado es Perupetro, en esta entidad se liquidan las regalías y ya han debido cobrar este primer despacho a la Planta de Melchorita, es más tienen que confirmar una información que corre como reguero de pólvora en el sector, que las empresas se han dividido en dos grupos y que han liquidado en forma diferente, uno con mayor valor que el otro. Este es un hecho que no debe retrasarse en ponerse en el conocimiento público.

Dos liquidaciones

–¿Qué significaría que haya dos liquidaciones?


Que uno de los grupos dentro del consorcio, esté considerando que el precio de venta en el punto de destino es superior al de la referencia americana, que se llama Henry Hub; y que los costos entre el punto de entrega del gas y el punto de producción son menores a los que se reconocen en el contrato entre la planta de licuefacción y los operadores del Lote 56. Esto en buen romance sería un reconocimiento de que América del Norte no será el lugar adonde llegue el gas y las probabilidades dentro de todo lo que se ha dicho y negado son dos: Asia o Chile.

El dato

–¿Qué hacer?


Exigir a las autoridades que nos digan qué es lo que han reportado los exportadores, para no seguir embalsando un problema de consecuencias imprevisibles.

Expreso, 25.10.2010