El poder judicial argentino desestimó la denuncia que había preparado contra la presidenta Cristina Fernández el fiscal Alberto Nisman, quien pereció presuntamente por suicidio. La decisión del juez puede ser apelada.
Nisman había imputado contra Fernández (además de otros altos funcionarios) el delito de encubrimiento de los autores de un atentado contra la mutual judía AMIA en 1994, que dejó 85 muertos y 300 heridos.
De esta forma, el juez federal Daniel Rafecas no consideró procedente abrir investigación sobre las acusaciones de Nisman, por no existir el sustento necesario para que prospere la denuncia, por lo cual también descarta la solicitud de imputación presentada este mes por el fiscal Gerardo Pollicita, informa la prensa argentina.
Nisman denunció «un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní» y que para ello el Gobierno de Fernández pactó con Irán diluir las acusaciones a cambio de un canje de petróleo por granos.
Nisman había elucubrado que la Casa Rosada acusaría a células locales del atentado para desviar las sospechas contra el exministro de Inteligencia Ali Fallahijan, el exministro de Defensa Ahmad Vahidi, el exjefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai, elex agregado cultural de la Embajada Mohsen Rabbani y el extercer secretario de la Embajada Ahmad Reza Asghari.
El desaparecido fiscal había asegurado que «La decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní (...) fue tomada por la cabeza del Poder Ejecutivo, Cristina Fernández de Kirchner, e instrumentada principalmente por el ministro de Exteriores, Héctor Timerman».
