Keiko Fujimori, la congresista ociosa que quiere ser presidente

Llegó al Congreso sólo por ser la hija del delincuente Alberto Fujimori tras haber sido la Primera Dama que observaba complacida las noticias sobre las torturas a su madre, 300 mil esterilizaciones forzadas de mujeres, asesinatos y una larga lista de violaciones de derechos humanos, así como feroces latrocinios del dinero de todos los peruanos, que comandó su padre.

 

Ese silencio cómplice valió a Keiko Fujimori gozar de los privilegios de la corrupción y encabezar a la mafia que, una vez fugado su cobarde padre, buscaría llegar nuevamente al poder y ser congresista.

Pese a su limitado intelecto y cultura, la tuvimos como congresista, pero fue una de las más incapaces que más bien se preocupó por afianzar un contubernio con el sector más oscuro del aprismo, como confesó en la embajada estadounidense (ver Wikileaks revela concubinato entre apristas y fujimoristas).   

Su ignorancia sobre las funciones en el Congreso y sobre conceptos básicos se hizo evidente, por ejemplo, cuando en la CADE le preguntaron qué hizo por la competitividad y no supo responder  (ver Keiko Fujimori no supo responder al panel de la CADE).

También vemos ejemplo de su torpeza  al utilizar el caso de violación de una bebé para promover la pena de muerte, que en realidad requeriría modificar la Constitución, lo cual su partido rechaza y critica en Ollanta Humala  (ver Mononeuronal Keiko Fujimori y el “monstruo de Satipo”).

Esta gran ignorancia es una clara muestra de que la hija del delincuente Fujimori pretende servir de máscara a la misma mafia de la dictadura que detrás de ella hará de las suyas.

La Primera recuerda su pésima labor, por la cual los peruanos tuvimos que pagarle más  de un millón de soles, en esta nota:

Su labor fue mediocre e improductiva

Estuvo más de 200 días fuera del país y tiene un récord de más de 400 inasistencias. Tiene solo cinco proyectos copatrocinados que aprobó el Congreso.

Lo que no está claro
— ¿Cómo financiaron sus estudios Keiko Fujimori y sus hermanos en una carísima universidad de Boston, Estados Unidos? El caso está en la Fiscalía, a cuya última citación se rehusó a ir.

— El 29 de mayo de 2001, Keiko Fujimori declaró a la Fiscalía de la Nación, acompañada de su abogado, Domingo Orezzoli Pelossi, que su padre financiaba sus estudios con 10 mil dólares mensuales, dinero que excedía largamente los dos mil soles mensuales que él ganaba de sueldo como presidente de la República.

— Durante la campaña electoral de Keiko Fujimori como candidata al Congreso en el 2006, el empresario pesquero Eudocio Martínez Torres, conocido policialmente como “Olluquito”, le donó US$ 10 mil por intermedio de su hija Ana Isabel Martínez Moreno. Ella dijo que ese dinero es legal, por tanto no lo devolverá.
    

El desempeño de la congresista Keiko Fujimori, entre 2006 y 2011, ha sido, por decir lo menos, muy mediocre e improductivo para la Nación, al punto de que sólo cinco propuestas a las que sumó su firma fuesen aprobadas en el quinquenio de su labor parlamentaria.

Según el registro de asistencia del Congreso, la candidata presidencial de Fuerza 2011 permaneció más de 200 días fuera del país y tiene un récord de más de 400 inasistencias. Por el contrario, para la parlamentaria Fujimori Higuchi, el Legislativo parece ser, más bien, una tribuna política que el recinto donde se legisla o se fiscaliza para el bien del país.

Y la mejor prueba de que el trabajo parlamentario no es lo suyo es que, durante el periodo legislativo 2009—2010, la hija del reo de la Diroes asistió únicamente a siete de las 42 sesiones de la Comisión de Economía del Congreso, grupo de trabajo del cual es titular desde julio del 2006. Su participación fue casi nula, pues no presentó ningún proyecto de Ley; solo suscribió uno de su colega de bancada, Rolando Reátegui.

Viajera empedernida
Y cuando la congresista Fujimori no estaba haciendo proselitismo en el Palacio Legislativo, tal vez se encontraba de viaje. Así se desprende de un informe de su movimiento migratorio, es decir, de sus salidas y entradas, el cual indica que entre julio del 2006 y julio del 2010, viajó 18 veces al extranjero y permaneció 223 días, que suman más de siete meses, fuera del país. Lo llamativo es que solo uno de esos viajes fue oficial, a los Estados Unidos en julio de este año.

La información contenida en el registro de licencias del Congreso, Keiko Fujimori indica que justificó sus faltas a las comisiones y plenos con argumentos como “enfermedad” o “funciones de representación”, lo que en la práctica es solo la campaña proselitista rumbo al 2011.

En declaraciones a LA PRIMERA y en relación a estos hechos y cifras, el parlamentario Yonhy Lescano calificó de “pobrísima y totalmente irrelevante” la gestión parlamentaria de la hija del encarcelado mandatario Alberto Fujimori, al señalar que ella es prácticamente una desconocida para el resto de sus colegas congresales, incluso los de su propia bancada Fujimorista, ya que —anotó— “podría afirmar que sus intervenciones son contadas con los dedos de las manos”.

“En este quinquenio su labor ha sido muy escasa y su presencia casi nula. En síntesis, ella no ha aportado prácticamente nada a la legislatura 2006—2011. Además, con las estadísticas sobre su tremenda improductividad, queda claro que ella no puede ser ejemplo alguno de una administración eficiente”, subrayó.

Del mismo parecer fue la parlamentaria Marisol Espinoza, quien dijo también que Keiko Fujimori jamás ha defendido los derechos de ningún ciudadano, ni siquiera los de sus propios electores Fujimoristas.

“Keiko Fujimori es una congresista, al igual que yo, y solo la he visto hablar y exponer ante sus demás colegas, en el Pleno, en dos oportunidades, en casi cinco años de legislatura. Una de ellas, sobre un tema tributario, y con su papel en la mano”, anotó. Javier Soto

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