Vicente RomeroUna de las piezas más cuestionables de este nuevo gabinete es el ministro del Interior, Vicente Romero. Ya salen a la vista sin pudor sus preferencias fujimoristas para usar su cargo en contra de la ciudadanía.

 

Como se sabe, después que tuviese amplia difusión un vídeo en el cual se observa a Romero uniformado al lado de Keiko Fujimori repartiendo fotografías del entonces dictador Alberto Fujimori, realizó una conferencia de prensa con motivo de su designación en el cargo de ministro.

En la conferencia, este sujeto no se inmutó cuando los periodistas le pidieron explicaciones sobre el referido vídeo. Defendiendo y justificando su cuestionable conducta, dijo: “mis actos públicos siempre han sido transparentes”.

Es decir, al desparpajo lo llama “transparencia”. Si eso hace en público, de qué no será capaz cuando el público no lo ve. Se trata de un funcionario peligroso, que además no tiene claro cuáles son las obligaciones de un servidor público. Cuando repartía fotografías durante la dictadura estaba perpetrando peculado de uso, pues empleaba su trabajo para fines particulares, en este caso, proselitismo para el corrupto dictador.

 

Vicente Romero k fujimori

Sus defensores podrán decir que le ordenaron someterse, pero una persona decente no se somete y prefiere renunciar, que es lo que debió haber hecho. La prostitución a Fujimori de innumerables funcionarios de entonces, como él, arrastraron al Perú a perpetuar a una desenfrenada dictadura asesina y ladrona. Esa no es la clase de ciudadanos que necesitamos en el Perú.

Todo indica que Romero sigue sirviendo al cabecilla de la banda delincuencial fujimorista, pues, cuando a fines de diciembre Alberto Fujimori fue de la clínica Centenario a la lujosa vivienda en La Molina, lo dotó de una gran comitiva policial, quitando estos policías a zonas que necesitan seguridad.

Como si lo anterior fuese poco, la policía agredió a una vecina y le quitaron su megáfono negándole el derecho de protesta. Además, patearon al hijo de dicha señora, Diana Stein, cuando éste trató de recuperar el megáfono.

Ayer en la marcha contra el indulto, se utilizó decenas de policías para resguardar el local del fujimorismo. Y como no podía faltar, la Policía arremetió con balas de goma, gases lacrimógenos y palazos contra los manifestantes. Inclusohubo un sospechoso apagón en la Plaza Dos de Mayo cuando los oradores de la marcha se turnaban en discursos.