Rosa M. Palacios en mezquino ataque contra Juan Diego Florez

Rosa Maria Palacios
También ataca al gobierno y al cardenal Cipriani

Por segundo día consecutivo Rosa María Palacios arremetió este martes —después de hacerlo el lunes— contra la transmisión que efectuó el Canal 7 de la boda de Juan Diego Florez, que se realizó este sábado 5 de abril, como si se tratase de una irregularidad.


La presentadora del Canal 4 cuestionó el lunes el hecho de que se empleen las ondas de la televisora del estado para transmitir por más de dos horas una boda privada y remató el martes señalando que se trata de un espectáculo frívolo, recordando al congresista Mauricio Mulder, que criticó al ex presidente Alejandro Toledo por asistir a la boda de los príncipes de Asturias.


No contenta con ello, censuró el hecho de que el cardenal Cipriani haya permitido que se utilice la catedral de Lima para realizar la ceremonia nupcial.

Rosa María Palacios está cumpliendo un mezquino papel al desconocer que Juan Diego Florez con sus propios esfuerzos se ha ganado un sitial en la cultura mundial por sus méritos personales. Además, es una persona que a su calidad artística suma su actitud, pues no es ningún ídolo engreído que haya ocasionado escándalos o se haya visto involucrado en conductas inmorales, como ha sucedido a veces con algunos peruanos o peruanas que han salido al exterior.

La propalación de la boda ha sido un acontecimiento que encaja dentro de la promoción de la cultura, que es deber del estado. Si bien es cierto que las escenas en sí no han sido cultura, sí han sido promoción de la cultura musical, de la cultura del triunfo, de la cultura de la peruanidad, pues Juan Diego siempre ha manifestado públicamente sentirse orgulloso del Perú y de ser peruano.

En segundo lugar, es deber del estado promover la familia y no hay mejor comienzo de una familia que fundar un hogar estable, como lo hacen quienes optan por un matrimonio civil y religioso.

La transmisión del enlace ha sido una excelente oportunidad de promover valores sociales, familiares y culturales y el amor por el Perú con el ejemplo que da Juan Diego a la juventud, aun cuando esta transmisión pueda haber requerido de personal del estado que ha colaborado en las tareas de seguridad.

Rosa María Palacios contra el cardenal Cipriani

Como si fuera poco lanzar un ataque mezquino contra el canal del estado, Rosa María Palacios cuestionó al cardenal Cipriani por haber permitido la boda en la catedral de Lima, dando a entender que hay favoritismo porque a otros se les ha denegado el permiso.

La historia de la liturgia en la catedral señala que en escasas ocasiones se han celebrado matrimonios. El haber concedido el permiso a Juan Diego no constituye ningún acto de inmoralidad o favoritismo, pues el tenor ha demostrado no sólo al cardenal sino a todo el Perú que sus méritos son extraordinarios. En pocas palabras, ha hecho bastante por la imagen del Perú y levanta la autoestima de todos los peruanos.

Los méritos de Juan Diego no tienen punto de comparación, por ejemplo, con la boda de los príncipes. Si bien es cierto que un mandatario peruano puede asistir a ella cumpliendo roles protocolares, como se comentó, hay que decir que los príncipes no han hecho nada por sí solos, no tienen mérito propio, sólo son herederos de la notoriedad y tradición de una monarquía antigua. Por el contrario, Juan Diego Florez ha llegado a destacarse entre los primeros del mundo en su arte por su talento, su esfuerzo y su constancia.

Estos méritos constituyen por sí solos suficiente argumento para considerar su caso de un modo especial o extraordinario; son un fundamento moral para un tratamiento excepcional, y qué mejor que promoviendo el matrimonio en una sociedad que es invadida por antivalores que afectan la familia. Todos los que optan por un matrimonio estable, en lugar de uniones irregulares, merecen felicitación.

El canal desde donde habla esta conductora debería más bien preocuparse por retirar de su programación no dos horas en un año (como de las que se quejan del canal del estado por esta transmisión), sino una hora y media cada semana, es decir, muchas horas al año, de difusión del programa donde presentan a un homosexual vestido de mujer en horas aptas para menores, realizando con ello apología de la homosexualidad y dañando la identidad sexual de los menores.

En este contexto, en momentos en que no faltan quienes propongan el “matrimonio” entre personas del mismo sexo, la boda de Juan Diego ha sido un mensaje de valores morales para nuestros niños y jóvenes, envenenados con antivalores que destruyen la sociedad y la familia, como los que transmite el Canal 4 con programas vulgares como los que protagoniza el conocido homosexual la “Chola Chabuca”, que son extremadamente destructivos para las mentes y espíritus en formación de los menores.

Con la calidad de televisión que vemos, las más de dos horas de transmisión de la boda de Juan Diego han sido un descanso y un poco de paz en medio de la vulgaridad multiplicada los sábados por varios canales.

En pocas palabras, Rosa María Palacios con sus críticas está diciendo que no hay ningún mérito en Juan Diego. Preguntemos a cualquier peruano y nos dirá que el Perú le debe mucho a este cantante. ¿Por qué no mira más bien Rosa María en sus propios méritos? ¿Qué ha hecho por el Perú? ¿A quién le ha ganado? En la televisión no destaca como abogada ni como periodista (que no lo es), como hemos señalado en algunas notas en nuestra sección “En los medios”1. Primero que se juzgue ella misma antes de lanzar piedras contra peruanos que no tienen nada de censurable y sí mucho de positivo. Ni ella ni Canal 4, con todas las vulgaridades que transmite, tienen autoridad moral para condenar la transmisión de la boda.
_____________________________
1 Ver por ejemplo: Las “investigaciones” de Rosa María Palacios y Rosa María Palacios en la danza prochilena.