Preguntas incómodas
 
elector_votacion.jpgPor Carlos Ferrero
 
Con motivo de este proceso electoral, se está dando una avalancha de críticas a las alianzas hechas por los Partidos, a la conformación de las planchas presidenciales y, en general, a la actuación de las dirigencias políticas. Muchas de tales críticas son válidas.

Pero también sería propio que esos comentaristas, o público, que juzgan mirando desde el balcón, se contestaran lo siguiente:
 
  • ¿Te has molestado en preguntarte alguna vez si te sientes identificado o cercano con uno de los partidos existentes?
  • ¿En algún momento te has preocupado por sugerir a cualquier Partido, una idea, un planteamiento o un programa?
  • ¿Asististe a la reunión que determinado Partido te hizo para que —solo como invitado— veas las cosas más de cerca?
  • ¿Has leído alguno de los programas de gobierno o estas enterado de las propuestas más importantes de algún Partido?
  • ¿Cuándo el Partido con el que simpatizas te ha solicitado ayuda económica, lo has apoyado?
  • Si algún Partido te pidió espacio para exponer sus ideas en el medio o gremio al que perteneces, ¿se lo facilitaste?
  • ¿Te has dado el tiempo para conocer de cerca el trabajo que desarrollan los dirigentes de Partidos, los congresistas o los alcaldes a pesar de las intensas presiones que deben soportar?
  • Cuándo los políticos que conoces hacen algo bueno, ¿les has expresado tu reconocimiento?
  • Formarías parte de una organización donde deben aceptarse las decisiones adoptadas, aunque estés completamente en desacuerdo?
  • Serias capaz de cumplir disposiciones acordadas por personas que quizás no tengan tu experiencia, tus conocimientos o tu inteligencia?
  • ¿Estás dispuesto a asumir un compromiso político aún corriendo el riesgo de que tal Partido después no llene tus expectativas?
  • ¿Convendrías en pertenecer a una organización en la que —como en la mayor parte del mundo— la voluntad del líder es determinante?
  • ¿Sabías que no hay sistema político en el mundo que funcione sin Partidos?

Si todas o la mayoría de las respuestas del lector a estas preguntas son un NO, entonces le pido se ponga la mano en el pecho y reflexione:


  • ¿No será que los políticos y los Partidos están así porque la mayoría de la gente piensa como tú?
  • Si tantos evaden la política y no quieren comprometerse, ¿es justo que nos quejemos de una situación de la cual entonces somos corresponsables?
  • ¿Tiene sentido dejar que un grupo de voluntariosos estén dirigiendo nuestra sociedad, mientras los demás se desentienden pero no cesan de expresar sus rechiflas?

Publicado en Hildebrandt en sus Trece  N.º: 36, Pág. 2.  Dic. 23 , 2010.