El fenómeno de El Niño, la crisis internacional y los conflictos sociales nos impactarán considerablemente.

La llegada del fenómeno de El Niño y la permanencia de los conflictos sociales no resueltos impactarán en forma negativa en el crecimiento del país y harán que se mantenga la tendencia a la desaceleración a lo largo del año. Así estimó César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), quien considera incluso que estos problemas internos nos afectarán más que la crisis financiera internacional.

 

Sus proyecciones para el crecimiento del PBI en el 2012 se mantienen en 4,7%; sin embargo, los eventos antes mencionados hacen temer que este pueda llegar a ser solo de 3,5%. Esto implicará que se dispare la tasa de desempleo y ya no se puedan seguir reduciendo los índices de pobreza.

“Ahora es momento de preocuparnos, porque la tendencia es negativa. Ya estamos en la zona de riesgo, las exportaciones empezaron a caer (en abril se dio una contracción del 11,2%) y sectores como manufactura crecieron cuatro puntos menos que el año pasado. Además, si se profundiza el fenómeno de El Niño estaremos con un escenario muy complicado y los problemas serán más serios porque la sequía al sur puede generar una escasez de energía”, advirtió Peñaranda.

El país, añadió, todavía puede crecer a un ritmo del 8%, tal como sucedió en la década pasada, pero para eso, además de seguir con una inflación estable, hace falta resolver los conflictos sociales internos, que ocasionan retrasos en la concreción de inversiones privadas, además de cubrir el déficit en infraestructura vigente.

Para lograr ese crecimiento sostenido deseado es necesario que se trabaje en lograr la competitividad como país y dejar de pensar solo en apagar incendios, añadió Piero Morosini, catedrático de Centrum Católica, quien considera que el Gobierno aún no ha dado los cambios necesarios para ello.

PROBLEMAS A LA VISTA

Daños cercanos al 12% del PBI

Se calcula que El Niño puede llegar a tener un impacto similar al vivido en 1998, cuando se afectó el 6% del PBI, principalmente por caídas en la producción pesquera y agropecuaria. Si el fenómeno climático-atmosférico es aún más intenso, se puede llegar a cerca del 12%.

Por lo pronto, la industria manufacturera y algunos cultivos, como el espárrago y la alcachofa, ya están sufriendo estragos.

El Comercio, 04-07-12