Lo que siempre quiso Chile para el Perú: “Si se ha de ir a Arequipa, a Puno, a Cusco, al infierno, no dejar piedra sobre piedra ni cabeza sobre hombros
No perdonar a mujeres, ni a ancianos, ni a niños ni a enfermos.
No dejar en las ciudades mas casa en pie, ni en los campos un sembrado. Matar, incendiar, destruir, arrasar cuanto aliente, cuanto exista en Perú"