Un hombre despertó en su tumba tras nueve días de ser sepultado en la localidad colombiana de Llorente (municipio de Tumaco).

El hombre, Fidel Pantoja, de 50 años, fue declarado muerto el pasado 7 abril, informa el diario colombiano El Tiempo.

“Muerte prematura”, pintura de Antoine Wiertz

Tras la “muerte”, la desconsolada viuda decía: "Yo voy a esperar a que llegue, porque él ya va a llegar", relata Iván, uno de los diez hijos de Pantoja y explica que su madre creía que su pareja todavía estaba vivo y quería que volviera.

Para suerte de Pantoja, unas personas que visitaban el cementerio escucharon ruidos y lo que parecía ser gritos en su sepultura, por lo que fue extraído y llevado de inmediato al hospital, informó la Policía.

La gente del lugar atribuye el hecho a un milagro de Semana Santa. Pero se trataría de un caso más de catalepsia, es un estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, cuando en realidad se encuentra viva en un estado que podría ser consciente o inconsciente, lo que puede a su vez variar en intensidad: en ciertos casos el individuo se encuentra en un vago estado de conciencia, mientras que en otros pueden ver y oír a la perfección todo lo que sucede a su alrededor. Puede ser producida por el mal de Parkinson, epilepsia, por efectos de la cocaína, esquizofrenia, entre otros.

Sin embargo, en el centro de salud de Llorente, donde los médicos llevaron a Pantoja, confirmaron la ausencia de signos vitales. Pero los curiosos insistieron en que el cadáver fuera examinado de nuevo en otro hospital, por lo que se lo llevaron a la localidad cercana de Chilví, donde tampoco le detectaron signos vitales.

"Nosotros no sabíamos nada de que mi papá había resucitado, a nosotros nos llaman como a las siete de la noche. A él no lo pudimos ni ver, tampoco sabíamos dónde lo habían llevado. Hoy [miércoles] nos informaron que mi papá estaba muerto, que ya no había nada que hacer", explicó Iván.

El cuerpo no estaba en estado de descomposición, pese a los nueve días, por lo que las autoridades acordaron llevar a cabo una necropsia para asegurarse de que no se trata de un caso de catalepsia.