Alejandra AramayoNo se exculpada y se escondió en la prescripción

La congresista fujimorista Alejandra Aramayo tiene en su haber denuncias por extorsión y chantaje antes de ser elegida parlamentaria, según documentos que detallan que habría extorsionado presionando cuando trabajaba en un programa televisivo. Aramayo nunca fue exculpada, pues aprovechó de la ley para esconderse en la prescripción.

quien defiende un proyecto de ley de control de medios de su creación, se desempeñaba como presentadora y reportera

El exdirector ejecutivo del Proyecto Especial Binacional Lago Titicaca (PELT) Julián Barra informó que hace 17 años la denunció, también a su padre, Jorge Aramayo Cordero, por chantaje y extorsión, cuando ella trabajaba para América Televisión, que se transmitía en el canal 13 en el años 2000.

Barra refiere que cuando se negó a pagar contratos de publicidad a dicho canal de Puno porque no había pedido hacer un contrato para tal servicio, los Aramayo empezaron a extorsionarlo. Alejandra Aramayo estuvo en su oficina exigiéndole el pago de una factura de 1.700 soles, que la institución no había solicitado.

“Alejandra me mostró unos documentos que se referían a la calidad de las conservas de trucha del proyecto que estaban contaminadas”, recordó Barra y agregó que Aramayo amenazó con desprestigiarlo con esta supuesta denuncia. Una semana después, cumplió su amenaza.

“Puñenos comen excremento”, fue la nota que en venganza Aramayo publicó, por lo cual Barra decidió denunció a padre a hija por chantaje y extorsión. En el proceso se incluyó al anterior director del PELT, Ariel Bermejo, por beneficiar con los contratos de publicidad a los Aramayo.

Aunque habría casos similares vinculados con los Aramayo, Barra fue el único que se atrevió a denunciar a Alejandro Aramayo y a su padre. Se enfrascó en un proceso legal que duró 15 años, en el cual la ahora legisladora fue declarada reo contumaz por no presentarse a las citaciones judiciales.

Alejandra Aramayo y su padre pidieron la prescripción del caso. El primer juzgado especializado en lo penal de Puno declaró fundada la solicitud. Es decir, siguieron la misma escuela de Alan García, de refugiarse en la prescripción para no rendir cuenta de presuntos delitos ante la justicia.