La yegua Lamar, que sufrió una fractura durante los actos de vandalismo en La Parada, fue sacrificada por la Policía Nacional.
Por televisión se vio al animal que iba siendo conducido a gran velocidad en medio de la gresca, lo cual multiplicó el poder de algún objeto que le impactó en una de sus patas traseras, que quedó con un hueso expuesto.
De emplearse a estos animales no debería arriesgárseles innecesariamente a carreras locas que ponen en peligro no sólo la vida o integridad del caballo, sino también, como se vio, la de su jinete.
Estos nobles perisodáctilos llevan en los genes la destreza milenaria de rendir en combates, pero si en la actualidad existen vehículos motorizados, no se debe exponerlos a sufrimiento innecesario, salvo que se trate de terrenos donde las ruedas no funcionan, pero ahora por ejemplo las cuatrimotos por su tamaño pequeño ofrecen amplias posibilidades.
La yegua fue sacrificada anoche y tras una ceremonia de homenaje por parte de la Policía Nacional fue enterrada.
