Periodistas forman Comités de Defensa de la Vida y la Seguridad en zonas cocaleras

Recomiendan prevención en la cobertura informativa.

Periodistas de Huánuco, San Martín y Ucayali suscribieron ayer  la “Declaración de Lima”, que propugna defender la vigencia de la libertad de prensa y expresión, denunciando todo acto que tenga como finalidad recortar la vigencia de dicho derecho.

Igualmente  se planteó  la formación de Comités de Defensa de la Vida y la Seguridad de los Comunicadores Sociales que realizan labor informativa en zonas de alto riesgo y que ya ha cobrado varias víctimas.

Estos acuerdos así como el compromiso de ofrecer a la ciudadanía información objetiva, imparcial y veraz  fueron algunos de los puntos suscritos por más de 50 periodistas quienes durante dos días participaron en el Programa de Formación de Periodistas, Comunicadores y Corresponsales de las zonas cocaleras organizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, USAID y el Consejo de la Prensa Peruana.

Durante el evento los periodistas tuvieron la oportunidad de intercambiar experiencias y opiniones con  José Luis Castillejos, de México  y Edelmiro Franco de Colombia quienes a través de una video conferencia abordaron el tema “Narcotráfico: una cobertura de riesgo”.

Los analistas internacionales manifestaron su preocupación por la labor que cumplen los periodistas peruanos. Al respecto Castillejos  comentó que México es el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo, sólo por debajo de Irak. “La corrupción y el poder del narcotráfico han cobrado la vida de 74 periodistas entre el 2000-2011.

La ofensiva contra el tráfico de drogas con la participación de 50,000 militares ha dejado 45,000 muertos en México víctimas de hechos de violencia, vinculados en la mayoría de los casos al crimen organizado”

“Ejercer –en ese contexto- el periodismo en México se ha convertido en un riesgo y cada vez los medios de comunicación buscan mecanismos idóneos para comunicar estos temas sin que les representen daños colaterales”, recalcó.

La situación en México es tan sorprendente y preocupante, ya que los medios se encontraron no solo con ataques, sino también autocensura y miedo y destacó que algunos editores del norte del país han optado por la autocensura debido al peligro que corren reporteros que cubren la fuente del narcotráfico.

Al elaborar un diagnóstico señaló que en México hay unos 50,000 soldados y policías federales que participan activamente en la guerra contra el narcotráfico y dijo que se ha incautado a la fecha 34,600.987 kilogramos de cocaína; 917.687 kilogramos de heroína; 205 millones de dólares, en efectivo; se han destruido 609 laboratorios y se ha intervenido 1,162 casas, en tanto el decomiso de armas es de 102,679 y 39,952 detenidos y confesos de sus relaciones con el narcotráfico.

Este fenómeno de la narcoactividad empezó a generar preocupación en Perú, el segundo productor mundial de cocaína, con 280 toneladas anuales, detrás de Colombia que cultiva 139 mil hectáreas de coca y realiza “exportaciones” anuales de 700 toneladas del polvo blanco.

Ejecuciones extrajudiciales nunca antes vistas, paros cocaleros para contener la represión policial, lavado de activos por unos 500 millones de dólares y amenazas a jueces y fiscales conforman hoy el panorama peruano que empieza a verse en el espejo de lo que ocurre en México.

Esta lucha del gobierno federal mexicano para abatir a las organizaciones criminales ha traído consecuencias muy dolorosas, y quizás el error fue haber sacado al Ejército y no haber dejado descansar la lucha en el combate policial, según el experto.

Los países de la región como Perú, Bolivia y Colombia se tienen que ir preparando ante la metamorfosis que han sufrido estas organizaciones criminales y sobre cuál es la realidad que hoy se vive en México y los riesgos que implicaría para Perú la actuación de organizaciones criminales,.

Creemos que la mejor política para solucionar esta problemática es la prevención y esta parte del intercambio de información, de conocimiento de la situación y sobre todo de la confianza entre las instituciones, puntualizó el experto.