Monumento a Miguel Grau

 

Monumento a Grau. Es una
burla homenajear a quien
quiso asesinarlo.

 

Marina de Guerra del Perú: el busto de la deshonra

La lectura de un recuadro de la noticia “Mensaje de buena voluntad / Presidenta de Chile Michelle Bachelet devuelve gesto a su par Alan García”, que ha publicado el diario limeño El Comercio, en su edición del 18 de marzo de 2007, en la página a12, provoca una sensación de desconcierto absoluto, empezando desde el título. Lo de “devuelve gesto” nos hizo pensar en que Bachelet iba a besar la mano de Alan García, como equitativa respuesta al gentil o servil beso en la mano que el presidente peruano prodigó a la mandataria chilena, beso inmortalizado en memorable fotografía que llena de orgullo a los partidarios de García.

 

 
No, no se trataba de eso, pues la señora Bachelet no considera necesario besar la mano de quien ya ha manifestado su entera disposición de serle útil en todo. ¿Para qué darse ese trabajo con quien es su incondicional amigo? Simplemente la presidenta chilena, respondiendo el amistoso mensaje de Alan García de encontrarse con ella en una cita internacional, había dicho que “Para el Gobierno de Chile, para su política exterior, la relación con nuestros países vecinos, con el Perú, es muy importante”. Ella habló así en los preparativos de despedida del buque escuela chileno Esmeralda, que sale en viaje de instrucción y hará escala en el Callao. Aquí ya nos vamos acercando a la sorpresa. 

Las sorpresas

 La nota periodística viene acompañada del recuadro a una columna “Sepa más”, de tres cortos párrafos. Reproducimos el primero: “La Armada de Chile entregará a su par de Perú un busto de Arturo Prat, héroe chileno de la Guerra del Pacífico”. ¿Están locos los chilenos, que traen un busto del delincuente Arturo Prat, que murió intentando asesinar al almirante Miguel Grau? ¿O sea que en el país agredido sus uniformados van a recibir el busto del delincuente agresor para colocarlo en un pedestal apropiado? Sí, señores, hay “peruanos” más que dispuestos a homenajear al agresor; entonces, los marinos chilenos no están locos, no van a traer eso exponiéndose a un desaire. 
 
Está clarísimo que ya ha habido conversaciones entre marinos chilenos y “peruanos”. Se sabe, por ejemplo, por la Nota de Prensa N.o 04-2007 de la propia Marina de Guerra del Perú (MGP), de fecha 15 de enero del presente año1, que:
 
 “[…] El comandante del Mollendo, Capitán de Fragata Óscar Luna Barraza y el Agregado Naval del Perú, Capitán de Navío Eduardo Cochella Maldonado, fueron los encargados de depositar una ofrenda floral, en representación de la tripulación. 
Luego del homenaje los oficiales peruanos visitaron la cripta del monumento, donde yacen los restos del Capitán de Fragata Arturo Prat Chacón y sus valientes hombres.” 
Por supuesto que con estas zalameras palabras (“valientes hombres”) los marinos “peruanos” que visitaban Chile ya indicaban con claridad su voluntad de llevar hasta las últimas consecuencias su cariño y respeto por el hampón basura Arturo Prat. En consecuencia, los herederos del malhechor Arturo Prat vienen, como se dice, sobre seguro, sin la menor duda de que su asqueroso mamotreto tendrá cordial acogida entre algunos “peruanos” que se proclaman “herederos de Miguel Grau”.
El Congreso debe informar a la ciudadanía lo que harán con el busto de Prat: tirarlo a la basura o a la fundición.
 
Los puntos sobre las íes

 Quienes dirigen la Marina de Guerra del Perú parecen no entender a qué país sirven y cómo deben portarse. Tampoco dan muestras de tener nociones de sentido común, que les permitan llevar decorosamente su relación con institutos armados de otros países. Enumeramos en seguida una serie de enunciados cuyo contenido, significación y consecuencias son obvios para todos menos para algunos “peruanos”: 

a) El pan de cada día. Los miembros de la MGP trabajan para el Perú, reciben su sueldo del estado peruano, comen todos los días, se visten y tienen vivienda gracias al dinero del pueblo peruano. Al menos por la mantención que reciben deberían portarse bien y evitarnos la vergüenza de ser el único país cuya fuerza armada rinde homenaje a sus invasores, ¡porque “reconocen” que aunque invadieron el Perú tienen honor militar! 

b) ¿Individuos o institución? Pertenecer a un instituto armado implica cierta representatividad correspondiente al uniforme que se lleva puesto. Los de la MGP no son muchachotes aficionados al mar o a la vida marina, que pueden hacer con su vida y conducta lo que quieran, no; sirven a un país llamado Perú, viven del dinero de los contribuyentes peruanos y representan al Perú como parte de su fuerza armada. 

c) Victoria o derrota. Todos sabemos que la fuerza armada del Perú, incluyendo la MGP, sufrió una derrota completa a manos de los maleantes chilenos en la Guerra del Pacífico. Entonces, respecto de Chile, la MGP es una marina perdedora y derrotada y, por tanto, sus integrantes deberían saber comportarse con dignidad. El hecho de ser perdedores históricos obliga a tomar conciencia de esa condición y tener una conducta digna y decorosa ante sus vencedores históricos, los chilenos. 

d) Medidas de confianza. Cuando existe tensión diplomática y militar entre dos países, es conveniente poner en práctica normas de conducta (“medidas de confianza”) que distiendan la situación para que haya más tranquilidad y menos temores mutuos. Esto significa, principalmente, no aumentar tropas, equipo ni armamento en la zona de frontera, y si es posible ir a una disminución equitativa; se trata de evitar cualquier acción o actitud que la otra parte pueda interpretar como amenaza2 o provocación. Pero esta conducta en busca de la paz y la tranquilidad no incluye el mostrarse servil; una cosa es tener buenos modales y otra es ser arrastrado. ¡Que no vengan a decir que estas huachaferías con Arturo Prat son parte de las “medidas de confianza”! 

e) Militares honorables. En todo el mundo, el único militar honorable es el que lucha en defensa de su país, repeliendo una invasión; por el contrario, el militar que invade otro país es un delincuente ante la ley internacional. Esto es tan cierto que al término de la segunda guerra mundial fueron sentenciados a muerte y ahorcados los jefes militares de Alemania y Japón. ¿Los miembros de la MGP no han leído nada de historia?, ¿no tienen alguna biblioteca donde aprender quiénes son criminales de guerra? ¿Su coeficiente intelectual, contextura moral y valores les impiden entender que como agresor del Perú Arturo Prat es un indeseable delincuente? 

f) Sujeción al poder civil. Siempre se dice que en una democracia los militares no son deliberantes y están sujetos al control del poder civil legítimamente constituido. Sin embargo, todo parece indicar que sí son deliberantes; los jefes de la MGP deben haber deliberado sobre los homenajes anteriores al criminal Arturo Prat o sobre la futura y deseada (por ellos) recepción de su efigie en bronce, no creemos que eso lo haya decidido un solo oficial. Veremos si el ministro de Defensa y el comandante general de la MGP convencen al Congreso y a la ciudadanía de la validez y patriotismo de la pleitesía que nuestros militares rinden a los invasores chilenos. 

 Ojalá evitemos la ignominia de ver a peruanos uniformados rindiendo homenaje a sus vencedores chilenos. Si persisten en su servil empeño, habrá que pedirles que de una vez se pasen a servir en la fuerza armada enemiga, para que con toda libertad veneren a sus ídolos chilenos. ¡No hay derecho y menos si viven de nuestra plata! ¡En el Perú sólo hay cabida para homenajes a quienes han defendido nuestra patria! 

1 En el sitio de internet

http://www.marina.mil.penoticiasnavalesnotasdeprensanota_004_2007.htm

registrado en Lima a las 16:30 h del 8 del presente mes.

2 Mientras el Perú hace lo posible para mostrarse inofensivo ante Chile, este país está embarcado en una continua compra de armamento moderno, indudablemente de mejor calidad que el que posee el Perú, de tal manera que hoy la proporción es de 3 a 1 en favor de Chile.