¡Cónsul pobre diablo! ¡Y soplón!
¡Cónsul pobre diablo! ¡Y soplón!
por Herbert Mujica Rojas
En Barcelona, la industriosa ciudad del norte español, hay un pésimo representante del servicio diplomático del Perú. Se atreve este bellaco no sólo a impulsar todo lo contrario que el presidente Alan García y su canciller, José García Belaunde, difundieron en el país ibérico, hace menos de quince días, colocando el reto a las empresas de ese país para que inviertan en Perú, sino que, de modo vergonzante y en contra de todos los principios éticos, el cónsul general Miguel Palomino de la Gala (así se llama el tipo), acaba de coronar su miserable gestión "denunciando" a un trabajador peruano, Jorge Guibert Nava, para que le echen de su puesto de chofer-mensajero que desempeña eficientemente desde hace cinco años.
Jorge Guibert Nava |
En Barcelona, la industriosa ciudad del norte español, hay un pésimo representante del servicio diplomático del Perú. Se atreve este bellaco no sólo a impulsar todo lo contrario que el presidente Alan García y su canciller, José García Belaunde, difundieron en el país ibérico, hace menos de quince días, colocando el reto a las empresas de ese país para que inviertan en Perú, sino que, de modo vergonzante y en contra de todos los principios éticos, el cónsul general Miguel Palomino de la Gala (así se llama el tipo), acaba de coronar su miserable gestión "denunciando" a un trabajador peruano, Jorge Guibert Nava, para que le echen de su puesto de chofer-mensajero que desempeña eficientemente desde hace cinco años.