Suprimir carbohidratos puede disminuir la memoria

Un estudio realizado por la Universidad Tufts, de Boston, Estados Unidos, revela que las dietas para adelgazar que suprimen los hidratos de carbono pueden causar pérdida de la memoria.


El estudio, publicado en la revista Appetite, observó que las personas que siguen dietas sin carbohidratos responden mal a las pruebas de memoria que las personas a las cuales les está permitido comer pasta, azúcar, pan y papas.

Los carbohidratos son una fuente de energía tan importante para el cerebro que el rendimiento mental cae justo una semana después que se comienza una dieta que los prohíbe, como la famosa dieta Atkins, famosa desde inicios del año 2000.
El doctor Holly Taylor, jefe de esta investigación, aseguró que el estudio demuestra que nuestra dieta puede tener un impacto inmediato en nuestras facultades cognitivas, como se evidencia en estas dietas como la Atkins, que tienen un impacto negativo en la actividad pensante y cognitiva.

La dieta Atkins no incluye carbohidratos, sólo considera proteínas y grasas; además restringe algunas frutas y vegetales.

Los voluntarios que participaron en estas pruebas eran 19 mujeres entre 22 y 55 años, un grupo tuvo una dieta tipo Atkins y el otro una dieta balanceada con pocas calorías. Después de una semana, las mujeres que optaron por la dieta Atkins rindieron menos que las que siguieron una dieta convencional de bajas calorías.

Los investigadores indican que estos hallazgos sugieren que la dieta Atkins bloquea las habilidades cognitivas.

Las pruebas incluyeron atención, memoria de corto y de largo plazo, atención visual y memoria espacial. Las participantes de la dieta Atkins mostraron una declinación gradual en las tareas memorísticas en comparación con el grupo de la dieta convencional.

En las pruebas, las participantes en la dieta Atkins fueron más lentas y su memoria visual fue menos buena. No obstante, tuvieron mejor rendimiento en pruebas de corto plazo.

Se cree que un bajo nivel de carbohidratos reduce la cantidad de glucosa, o azúcar en la sangre, la cual es llevada al cerebro y empleada por las células nerviosas como energía. Una dieta pobre en carbohidratos significa menos combustible para activar las células cerebrales.

El estudio sólo analizó a este grupo por tres semanas, pero los datos sugieren que las dietas pueden afectar a algo más que el peso, según explicó el doctor Taylor, quien agregó que el cerebro necesita glucosa para tener energía; y las dietas bajas en carbohidratos pueden ser perjudiciales para el aprendizaje, la memoria y la actividad pensante.