Una científica española revela que la voz del ser humano envejece igual que el resto del cuerpo y ofrece siete pautas para prevenir ese proceso.

Las células, los tejidos y, en general, cualquier estructura del cuerpo humano envejece. Es un hecho natural. El sistema fonatorio, formado por laringe, sistema respiratorio y sistema ariculatorio o resonancial, no se escapa a esta ley natural, y también tiene fecha de caducidad. Este fenómeno de envejecimiento de la voz se llama ‘presbifonía’ y por este vamos a pasar todas las personas.

Así lo explica este viernes en una entrevista con Europa Press la logofoniatra del Quirónsalud San José (Madrid), Judith Wuhl de Carli, quien señala también que este envejecimiento de la voz se aprecia, por ejemplo en que, de igual forma que el resto del cuerpo, las articulaciones de la laringe van perdiendo movilidad, los músculos pierden elasticidad, así como la masa muscular.

“La lubricación del cuerpo (tanto en mujeres, como en hombres) con el paso del tiempo también se altera, y los cartílagos pueden osificarse. También sufren cambios los articuladores del sonido: lengua, boca, labios, maxilar inferior y velo del paladar. Esto no ayuda a la inteligibilidad del mensaje. La sensibilidad auditiva también puede alterarse, por lo que el control auditivo se pierde”, señala la especialista.

Ejercicios que pueden retrasar ese envejecimiento

La doctora Wuhl sugiere que, cuando la disfonía ya está instalada, hay que recurrir primero a un médico especialista en Otorrinolaringología para que haga un buen diagnóstico, así como una descripción detallada de las estructuras y de su funcionamiento.

“Si mi alteración vocal se debe a la presbifonía, lo único que puede hacer para recobrar mi función vocal es el entrenamiento con un especialista. Son muchos los ejercicios que existen, pero aunque parezcan sencillos deben ser realizados bajo supervisión”, alerta la logofoniatra.

Pero si todavía no ha tenido lugar esa alteración de voz, y sabiendo que más tarde o más temprano esto va a suceder, hay cosas, a su juicio fáciles, que se pueden hacer:

  1. Leer en voz alta.
  2. Cantar (con un profesor o en un coro, mejor).
  3. Beber al menos 2 litros de agua al día.
  4. Hacer gárgaras con agua con sonido intenso.
  5. Realizar actividad física.
  6. Decir trabalenguas a diferentes velocidades. Dará más fortaleza en los articuladores (lengua, labios, velo del paladar, maxilar inferior).
  7. En la ducha, para aprovechar la humedad, producir sonidos de pedorretas o sonidos del fonema /r/. También se puede cantar con pedorretas.

 

Hispantv