Parte de los voluntarios recibirán placebo, o sea nada, y podrán contagiarse
A pesar de que los gobiernos ofrecen proporcionar voluntarios, es decir, conejillos de indias gratuitos para probar la vacuna de AstraZeneca, o vacuna de Oxford, la empresa no quiere hacerse responsable por los posibles efectos secundarios que podrían presentar las personas sometidas a prueba.
Según Reuters, AstraZeneca ha negociado con los gobiernos evitar responsabilidades en caso de efectos secundarios de la vacuna.
“Esta es una situación única en la que nosotros, como compañía, simplemente no podemos asumir el riesgo si en cuatro años la vacuna está mostrando efectos secundarios”, dijo a Reuters Ruud Dobber, miembro del equipo ejecutivo de AstraZeneca.
“En los contratos que tenemos en vigor, estamos pidiendo una indemnización. Para la mayoría de los países es aceptable asumir ese riesgo sobre sus hombros porque es de interés nacional”, dijo, añadiendo que AstraZeneca y sus investigadores priorizan la seguridad y la tolerabilidad del producto.
Voluntarios pueden ser inyectados con placebo
Las personas que se presten a ser sujetos de prueba para estas vacunas podrán ser inyectadas con placebo, es decir, cualquier solución líquida inocua, pero no vacuna, porque las farmacéuticas lo requieren así.
Esto significa que los voluntarios, creyendo haberse vacunado y estar protegidos, se expondrían al contagio y caerían enfermos, lo cual es un gran problema ético. Además, contagiarían a otras personas.
