Miguel Fernández Martínez
 
La Habana, 31 may (Sputnik).- A pesar del indiscutible placer que sienten los fumadores al llevarse a los labios tabacos o cigarrillos, no hay dudas que también este dañino hábito acorta la vida, y que en Cuba provoca alrededor de 13.000 muertes cada año, algo para no olvidar este lunes 31 de mayo, Día Mundial sin Tabaco.
 
 
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Según estadísticas médicas, más de 13.000 personas fallecen en Cuba cada año a causa del tabaquismo. Se calcula que 36 cubanos fallecen diariamente y dos, cada hora, por tabaquismo activo.  Pero no es la única consecuencia letal.
 
No solo los fumadores son las víctimas, quienes están a su alrededor también están expuestos y según datos registrados, el tabaquismo pasivo (en personas no fumadoras) provoca la muerte de cuatro personas cada 24 horas, por enfermedades asociadas como las cardiopatías isquémicas y el cáncer de pulmón.
 
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ocho millones de personas mueren cada año a causa el tabaquismo, siete millones debido al consumo directo del tabaco y 1,2 millones a la exposición a que están expuestos los fumadores pasivos.
 
TABAQUISMO EN CUBA
 
En Cuba, uno de cada cinco cubanos mayores de 15 años de edad fuma, lo que equivale al 21,6 por ciento de la población, (2.014.460 personas), según resultados de la Encuesta Nacional de Salud que concluyó en diciembre del año 2019, publicados en el sitio digital Cubadebate.
 
La pesquisa arrojó que uno de cada 10 fumadores se inició antes de los 12 años, aproximadamente cinco de cada 10 entre los 12 y 16 años, y dos de cada 10 entre  los 17 y 19 años.
 
“Empecé a fumar a los 13 años y nunca he dejado de hacerlo en estos 48 años, he fumado casi toda mi vida y a pesar de entender el daño que causa, la adicción me supera”, comentó a Sputnik un consumidor de tabaco en Cuba que se identificó como Miguel Martínez.
 
Martínez, con dos infartos cardíacos, lleva insertados en sus arterias coronarias dos stent farmacológicos, y aquejado de diabetes, reconoce lo dañino que resulta este mal hábito, pero asegura no tener “voluntad” para desprenderse el vicio de fumar.
 
“Fumar me traído serios problemas, más allá de los daños físicos. Cada vez hay más personas que rechazan la presencia de los fumadores, mi esposa me pelea constantemente porque dice mi ropa huele a tabaco, o porque toso de noche, mis colegas de trabajo me critican, pero me resulta muy difícil dejar de fumar”, subraya Martínez.
 
BATALLA PENDIENTE
 
Considerado como una enfermedad crónica adictiva sistémica, el tabaquismo está vinculado con las principales causas de mortalidad y morbilidad en el país, donde las enfermedades no trasmisibles son responsables del 80 por ciento del total de muertes anuales y la tercera parte de la mortalidad prematura, comentó a Cubadebate la doctora Patricia Varona, epidemióloga e investigadora de Instituto Nacional de Higiene Epidemiología y Microbiología.
 
Para la doctora Varona, que también es miembro de la Comisión Nacional Técnica Asesora para la Prevención y Control del Tabaquismo, del Ministerio de Salud Pública, se necesita una política protectora intencionada, articulada con las decisiones de país y coherente, que desestimule el inicio del acto de fumar.
 
“Nosotros carecemos de esa política, que de forma sistemática evalúe con toda prioridad los resultados de las acciones y permita avanzar con la participación de los propios adolescentes, hacia mayores logros en el control del tabaquismo”, subrayó la especialista.
 
En Cuba existen normas jurídicas que velan por la regulación y el control del consumo del tabaco en diferentes espacios de la vida cotidiana, pero, en opinión de los especialistas, falta una Ley sobre la Prevención y el Control del Tabaquismo de carácter general, que exija legalmente contra esta adicción.
 
Fumar, sin duda alguna, es un acto de “placer” para algunos, que pone en riesgo la salud humana, afecta la economía familiar, contamina el medio ambiente y sobre todo, pone en peligro la vida del fumador y de aquellos que sin desearlo, inhalan un humo “agradable” que puede costarle la vida. (Sputnik)