Telefonía fija: Que se vayan y detener engaños y robo

telefono fijo

 Estando pendiente una decisión del gobierno para ver si se renueva o no un contrato para que Telefónica (o “Movistar”) continúe sus actividades en el Perú, es necesario que la opinión pública sepa que desde el inicio de sus actividades Telefónica del Perú buscó no solo la ganancia legítima que corresponde a una empresa sino la ganancia abusiva.

 

Para no referirnos a las decenas de miles de quejas comprobadas sobre cobros excesivos, engaños y robos que tenían la respuesta “Pague primero y después reclame”, traemos al recuerdo que al poco tiempo de iniciar sus actividades, Telefónica estableció que se debía pagar por el intento de llamada: si uno llamaba y el otro teléfono no contestaba, el que había intentado la llamada debía pagar. Frente a esto hubo gran resistencia y finalmente se suspendió, pero da una idea de la codicia de la empresa española.

Tarifa plana

Los abusos de Telefónica hubiesen quedado impunes —o se hubiera producido una reacción violenta de las población— si no hubiese sido por la aislada acción de unos pocos congresistas no corruptos como Johny Lescano, Javier Diez Canseco o Mauricio Mulder. El freno que se planteaba era que Telefónica debía cobrar tarifa plana, como en otros países. Esto significa que debía haber una suma fija sin importar cuántas llamadas se hiciese (exceptuando llamadas a teléfonos celulares o de larga distancia).

Contra su voluntad, Telefónica se vio obligada a hacer ciertas concesiones, como llamadas libres a partir de las ocho de la noche y feriados, etc., pero nunca quisieron —porque lo permitía y permite la corrupción de los gobiernos, incluido el actual de Ollanta Humala— implantar la tarifa plana. Hoy Telefónica ofrece tarifa “semiplana” o una tarifa plana amarrada a internet (“dúo”).

¿Y Claro?

La empresa Claro (América Móvil Perú SAC), que en el Perú empezó con telefonía móvil (compró la empresa TIM) sigue los mismos pasos que Telefónica; en realidad, no compite con ella, no ofrece algo mejor. Si alguien busca qué hay en Claro, encontrará diversos planes (en los que generalmente se amarra la telefonía fija con internet y televisión por cable), pero nada de tarifa plana, en lo que hay una no sorprendente coincidencia con Movistar

Un caso que conocemos de cerca ilustra el sombrío panorama que experimenta el usuario, producto de la corrupción del gobierno, que por coimas permite a las empresas de comunicaciones hacer lo que les venga en gana con los ciudadanos.

Un cliente de Movistar recibía llamadas insistentes de que por S/. 10,00 más al mes iban a subirle la velocidad de internet de 512 kbps a 3 Mbps. Dieron al incauto cliente la seguridad de que de ninguna manera iba a pagar más de los S/. 10,00 extras. Cuando llega el recibo de pago, la sorpresa es que había un cobro de S/. 30,00 de más. Ante las protestas del cliente por el engaño, le explicaron que “habían olvidado” de advertirle que la suma en exceso era por un “fraccionamiento”. Ante este engaño y robo, el cliente pidió la baja o suspensión inmediata de los servicios de telefonía fija e internet que le daba Movistar.

Este ciudadano, como de años atrás tenía televisión analógica por cable de Claro, fue a las oficinas de esta empresa y pidió que le pusieran telefonía fija e internet (como se ha indicado, ya tenía televisión). Le dijeron que pasaba al “Triple Play” y que por un costo total de S/. 190,00 iban a ponerle, además, televisión digital. Aquí empezaron los problemas: los técnicos pusieron los cables, instalaron un decodificador, configuraron, etc., y dieron al usuario un aparato de control remoto, explicándole que el que tenía de antes solo serviría para encender o apagar el aparato, mientras que el nuevo control remoto era para pasar de un canal a otro, recorrer el menú, etc.

Lo que los técnicos no dijeron es que al instalar la televisión digital —que prácticamente no mejora la imagen en la pantalla— se alteraba totalmente la configuración del televisor y la de su control remoto, de manera que ya no era posible pasar directamente de un canal a otro, sino que había que salir del canal que uno está viendo, entrar a un “mosaico” de subprogramas y de allí recién escoger el canal que deseaba ver. En otras palabras, ir en zigzag en vez de ir en línea recta. Ante esta burla, el usuario fue a un centro de atención al cliente de Claro, en el que tras una hora 45 minutos de espera, le dijeron que las cosas eran así, y que ya no podían reponerle la señal analógica, por lo cual el estafado pidió que le suspendieran ese tramposo servicio de televisión digital.

Queda ver qué paso con lo que quedaba: telefonía fija e internet. El retiro de la televisión digital se produjo al día siguiente de instalada. Al regresar de la oficina de Claro, el cliente llamó a un número de la empresa para ver cuántos minutos le quedaban de los 550 —¡nada de tarifa plana!— que incluía el plan en que estaba (que de S/. 190,00 pasaba a S/. 149,00 tras dar de baja la televisión digital). Un mal indicio fue que al responder la consulta del saldo no le dijeron “Usted ha consumido tantos o cuantos minutos”; más bien le dijeron “Usted tiene un saldo de S/. 68,67”. Repuesto de la sorpresa, llamó a otro número de Claro y le dijeron que tomase una calculadora y dividiese la mencionada suma entre S/. 0,18 para que supiese cuántos minutos de saldo tenía. Hechos los cálculos, según la empresa, el cliente en día y medio había consumido 168 minutos de los 550, cuando en verdad no había hablado ni 25 minutos. Al insistir el cliente le dijeron que nunca daban el saldo en minutos sino en nuevos soles, y que cada vez que deseara saber cuántos minutos de saldo tenía, debía ir a un centro de atención al cliente de Claro (entre una hora y media y dos de espera).

Nuestro lector (con los documentos en la mano) nos informa que fue al centro de atención al cliente de Claro, pero no para averiguar su saldo sino para solicitar que le retiren el servicio de telefonía fija e internet.

Solución

La profunda corrupción del gobierno de Alan García y del delincuente Alberto Fujimori permitió y estimuló esta clase de abusos con los clientes, que vayan donde vayan siempre llevan las de perder. Lo menos que se puede hacer, si el gobierno de Ollanta Humala quiere demostrar que no es corrupto, es lo siguiente:

1) No renovar el contrato con Movistar (Telefónica), que se vaya a cometer sus fechorías a otra parte.

2) Imponer a Claro la obligación de ofrecer tarifa plana y dejar de lado el continuo engaño que ejecuta con multitud de planes tarifarios y dúos telefonía fija-internet que tiene por objeto eludir la tarifa plana.

3) Invitar a concurso a tres nuevas empresas operadoras que por seguridad nacional no sean de países enemigos como Chile y los EE. UU.*: una que ocupe el lugar que deja Movistar (Telefónica) y otras dos, lo que con Claro harían un total de cinco empresas. Estas cinco empresas estarán obligadas a ofrecer tarifa plana, sin “dúos”, “tríos” ni otras engañifas.

4) Prohibir los “dúos” (telefonía fija-internet, telefonía fija-televisión, etc.) o “tríos”, para que el usuario tenga la oportunidad de combinar los servicios de la manera más ventajosa (digamos, telefonía fija con una empresa, internet con otra y televisión por cable con otra)

5) Obligar a las empresas a informar detalladamente de todo lo que hacen en la casa del cliente; por ejemplo, deben decirle si la televisión digital va a alterar o no la manera de usar el televisor.

Los empleados de las empresas que prestan estos servicios dicen, para vender el pan de su panadería, que la televisión digital es lo mejor y que por eso hay esos molestos cambios. Lo que estos infelices servidores de empresas abusivas y ladronas no saben o no pueden entender es que toda nueva tecnología es más simple, más barata y más cómoda de usar. Por tanto, es falso que la televisión digital deba venir con esa alteración del menú del control remoto; es solo una forma de hacerle ver al usuario de que está ante algo nuevo. Que las nuevas tecnologías son más simples, más económicas y más eficientes se ve con facilidad en las cámaras fotográficas digitales, sencillísimas de usar. Las empresas que ponen televisión digital deben pedir a sus centrales en el extranjero que se mantenga el uso normal del control remoto.

Respecto de la infraestructura de las empresas que prestan servicios de telefonía, internet y televisión, ya no les pertenece, porque ya cobraron a los usuarios. Si para impedir que entren otras empresas, las actuales (Movistar y Claro) quieren alegar que esa infraestructura les pertenece, entonces deberán devolver al público toda la plata que le han sacado y que al no corresponder realmente solo al consumo, incluye la infraestructura, como torres, cables, centrales digitales, etc.

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* Cuando incumpliendo el tratado de Ancón los asesinos chilenos se negaban a efectuar un plebiscito para decidir el destino de los territorios peruanos usurpados por Chile, los ladrones chilenos contaron con la entusiasta colaboración de los generales yanquis John J. Pershing y William Lassiter, que se convirtieron en alcahuetes y cómplices del desmembramiento del Perú. Además, ahora los EE. UU. buscan destruir a la sociedad peruana y no combaten en sus ciudades la venta de drogas, para que la cocaína peruana siga llenando de dinero a los traficantes de drogas y permitiendo a Sendero comprar armas. O sea que el cargamontón estadounidense contra el Perú viene con drogas y terrorismo.