Para tranquilidad de Chile, Rafael Roncagliolo, ministro de Relaciones Exteriores del Perú, evita poner en duda la entrega de los 37 000 m2 del Triángulo de Tacna a Chile, que se oficializó en Lima con la visita de una delegación de la fuerza armada chilena que participó en el desfile militar del 29 de julio.
En declaraciones que hoy 5 de agosto publica el diario oficial El Peruano, ha dicho el señor Roncagliolo: “La sentencia de la corte pondrá fin a la última controversia limítrofe y permitirá fortalecer la relación bilateral con Chile, en el marco de nuestra firme vocación integracionista”, palabras que encierran el mensaje (con las palabras “vocación integracionista”) de que Chile tiene las puertas abiertas para aumentar su control de la economía del Perú.
La cancillería peruana es consciente de la inquietud del vecino del sur, que siempre busca dar un tinte de legalidad a sus robos territoriales, pero que se preocupa por estar en posesión del Triángulo de Tacna sin un documento que lo acredite como propietario. Existe el precedente histórico de que, terminada la guerra de 1879-1883, los enemigos del sur no se conformaron con la posesión de Arica y Tarapacá, sino que exigieron al Perú pagar a Chile los gastos de la invasión a nuestro país y, además, firmar el tratado que cedía a Chile Arica y Tarapacá.
Chile ha expresado su disgusto al Perú y ha hecho notar que el Perú, demostrando mala voluntad, discrimina a Chile, ya que si regaló Tiwinza a Ecuador, ¿por qué se niega a oficializar con firma de documento la entrega del Triángulo de Tacna? El Perú ha respondido que ese regalo fue posible porque Ecuador cumplió con el requisito de derrotar militarmente al Perú.
Sin saber exactamente qué hacer, la diplomacia chilena sostiene que esta vez, a diferencia de lo que perpetraron en 1879, no ha hecho guerra ni ha robado al Perú el Triángulo de Tacna (y el mar correspondiente) sino que se trata de una entrega pacífica y voluntaria. La cancillería del Perú ha reiterado a Chile que el Perú solo firmará la entrega del Triángulo de Tacna tras una derrota militar, por lo que mientras tanto Chile debe conformarse con la posesión pacífica de ese territorio, ya que la fuerza armada peruana —que al retirarse de la zona fue la primera en manifestar su entusiasta conformidad con la cesión— mantiene su firme garantía de no desalojar a los chilenos de esa zona ni poner ninguna alambrada del punto Concordia al hito N.o 1.
Como otra señal de acatamiento a Chile —y mostrando a los militares peruanos como incapaces y cobardes—, el gobierno peruano, en la voz de su ministro de Relaciones Exteriores, ha cumplido con informar en el diario El Peruano de hoy 5 de agosto que el desminado del sector peruano no estará a cargo de la fuerza armada peruana sino de la entidad noruega Norwegian People’s Aid a la que Chile —no Perú— ha pagado para que se le reconozca como propietario. En su momento, esta parte de las tratativas fue difícil, porque no era posible que el Perú pagase por desminado de su propio territorio teniendo personal capacitado y con experiencia en la tarea. El mal menor para los peruanos era dejar que Chile, como país dominante y beneficiario, pagara a los noruegos (aunque este pago lo acredita como propietario de ese territorio peruano).
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