aurelio trevesPerú solicitó en 1986 negociar límite marítimo con Chile, que respondió lo estudiaría, expuso Tullio Treves, jurista italiano integrante del equipo peruano en el tribunal de La Haya, pero después dijo que era una “renegociación”.

Ante la inexistencia de un tratado de límites, el Perú propuso en 1986 negociar por primera vez la frontera marítima con Chile, que respondió entonces que el tema “sería estudiado” en su momento, según expuso hoy el jurista italiano Tullio Treves, integrante del equipo peruano encargado de la demanda interpuesta contra Chile ante el tribunal de La Haya.

En el segundo día de audiencias de la fase oral de la demanda, Treves subrayó que si Chile hubiera estado seguro de la existencia de ese límite, hubiera respondido que el tema estaba zanjado, pero no lo hizo.

Detalló que luego de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar , en 1982, era oportuno plantear delimitación fronteriza marítima y, por ello, el embajador Juan Miguel Bákula, uno de los diplomáticos de más alto nivel del Perú, fue recibido en Santiago en mayo de 1986.

“El embajador Bákula presentó la posición de Perú exponiendo la exigencia de proceder a la delimitación de los espacios marítimos entre los dos Estados y ese fue el único tema del que se habló”, (con el canciller chileno de entonces), señaló.

La propuesta peruana fue presentada por escrito en una nota diplomática conocida como el “Memorando Bákula”, el cual contiene los puntos tratados verbalmente, y que es la primera propuesta para la negociación de un acuerdo de delimitación marítima.

“Hubiéramos podido esperar que Chile respondiera el 'Memorando Bákula' manteniendo su posición actual en este diferendo, es decir, diciendo que no había necesidad de negociar la delimitación marítima porque la cuestión ya estaba solventada”, manifestó.

La mentira de la “renegociación”, invento “construido artificialmente por Chile

Pero Chile tomó en serio la propuesta de Bákula e informó en un comunicado emitido por la Cancillería “que la cuestión sería estudiada en su debido tiempo” y ahora Santiago pretende sostener que la propuesta de Bákula era la de “renegociar” un supuesto acuerdo de frontera ya existente.

“Esta oposición entre puntos de vista es algo que ha sido construido artificialmente por Chile”, subrayó Treves, explicando que en dicho memorando se expresaba la necesidad de la delimitación oficial y definitiva de los espacios marítimos entre Perú y Chile.

El documento, añadió, señalaba claramente que desde el punto de vista de Perú no existía delimitación marítima alguna entre ambos países y que el tema requería de la atención inmediata de los dos Estados.

“En ausencia de un acuerdo de delimitación era necesario negociar y concluir tal acuerdo, que era urgente a la luz del nuevo derecho del mar resultante de la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Mar (Convemar)”, indicó.

Treves destacó que el "Memorando Bákula" tampoco consideraba la Declaración de Santiago (1952) como un acuerdo de delimitación, como se alega en la posición chilena.

Señaló que la participación peruana en la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982) era la de un Estado que aún tenía por resolver problemas de delimitación y por ello buscaba reglas claras sobre el tema.

“La participación peruana fue activa y entusiasta, desde el principio hasta el final, sobre todo en el Grupo de Negociación 07, cuya tarea era elaborar las reglas respecto de la delimitación de las fronteras marítimas”, manifestó y añadió que el Perú tenía un interés particular en la cuestión de la delimitación de zonas marítimas.

“Si su opinión hubiera sido que todos los problemas de delimitación marítima estaban ya resueltos desde 1952, como ahora lo pretende Chile, Perú no hubiera dedicado el tiempo, la energía ni la habilidad del negociador en jefe de su delegación”, advirtió.