Entrevista con el Presidente de la República Árabe Siria, el Dr. Bashar al-Assad. Al-Manar televisión, 30 de mayo de 2013

ENTREVISTADORA (INTRODUCCIÓN): De todos modos, estamos aquí, en el corazón de Damasco, invitados por el Presidente de Siria, Bashar al-Assad, de quien han dicho, muchos de sus enemigos, que no es capaz de entender todas las ecuaciones, al mismo tiempo que ha rechazado ser -ha mostrado que no va a permitir ser- excluido del tratamiento de las cuestiones políticas. Toda esta cantinela no repara en La cuestión: ¿qué ocurriría si el Gobierno sirio no cayera?; ¿qué ocurriría si el Presidente de Siria no fuera “sacado del cuadro”? Estas no son preguntas de clara “resolución”, por lo que terminan en más destrucción y en un mayor derramamiento de sangre.

Hablamos hoy de un estadio significativo en la “crisis siria”: el Ejército sirio está consumando gran número de objetivos en el plano militar y, por supuesto, al mismo tiempo la dimensión diplomática está desenvolviéndose. Todos los “lados” están hablando de diálogo político y de diálogo diplomático. Muchas cuestiones necesitan respuesta. La dimensión política, la militar..., el ejército sirio se ha adentrado en la tarea de definir sus relaciones con los enemigos y los amigos. Ello en relación a definir cuál será la solución para Siria a fin de ser librada de esta compleja “crisis”, que involucra a otros países. Preguntaré el conjunto de estas cuestiones al Presidente de Siria, Bashar al-Assad. 

ENTREVISTADORA: Salam aleikum, señor Presidente...

BASHAR: Gracias, igualmente.

ENTREVISTADORA: Señor Presidente: estamos hoy en el centro de Damasco, a dos años y pico del inicio de la crisis, de la que muchos habían dicho que en unas semanas caería el Gobierno sirio. ¿Por qué podría haber fracasado este plan? ¿Cuál es el secreto?

BASHAR: Puede explicarse desde más de un ángulo. Por supuesto, existe el factor sirio, que llevó al fracaso de esa trama, tanto como ellos mismos se condujeron hacia su fracaso. No conocían cuál es la situación real en Siria, y ahora se están dando cuenta de cuál es la situación en Siria sobre el terreno, y en detalle. Al principio, por supuesto, hablaron de “la revolución”. Una revolución necesita factores internos objetivos. Uno no puede “construir” una revolución a base de dinero. Tampoco fueron ellos capaces de hacerse unas circunstancias permisivas para cualquier revolución.

Así mismo, dieron pasos en el sentido de apelar al sectarismo y se manejaron en términos sectarios a fin de crear división dentro de la sociedad siria. Fueron capaces de hacerse un espacio en ciertos sectores de algunas comunidades, fenómeno que, por otro lado, ocurre en todas las sociedades. Pero, debido a su debilidad de fondo, no se mostraron capaces de crear esa división en el pleno sentido. No podían —ya que no existían— crear por sí mismos genuinas divisiones. Si ellas hubieran tomado lugar, entonces sí que hubiéramos tenido un problema real y Siria habría sido ya fragmentada.

A su vez, ellos fracasaron cuando tendieron la trampa consistente en intentar hacer creer que lo que sucedía era un conflicto por el poder. Pero eso no era cierto: la cuestión no atañe al poder o al Estado, sino que se refiere a la nación y la batalla es por la nación; no por una posición o por una estancia política. Nadie lucha [se refiere a la lucha del Pueblo sirio, NdT] para que alguien otro detente un puesto...

ENTREVISTADORA: En esta batalla por la nación, parece que el Gobierno percibe un logro sobre el terreno y en el campo de batalla. ¿Por qué no es hasta alcanzados los dos años y medio, que ustedes han decidido pasar, de calificar la cuestión como “defensiva”, a llamarla “ofensiva”? ¿No les parece que esta decisión llega tarde, y que, si se hubiera producido antes, el precio pagado no habría sido tan alto? Hablo, por ejemplo, de Qsair.

BASHAR: No nos basamos en categorías separadas de “ataque” y “defensa”. Por supuesto, la táctica se focaliza con arreglo a cada contexto de batalla, específicamente, tratando la cuestión no solamente desde el punto de vista militar, sino desde una totalidad de ángulos: adoptamos la perspectiva política, y la social, y así lo entendemos los sirios. Muchos países amigos, desde el exterior, no entienden qué está ocurriendo. Y en Siria, en cierto momento, la falta de consenso restó fuerza a la línea de actuación correcta. No podemos dejar que nos marquen el paso desde el exterior, cuando se da esta circunstancia, de escasa comprensión general respecto de qué ésta ocurriendo. Somos los sirios, desde nuestro lugar y nuestra relación directa con el desarrollo real de los acontecimientos, quienes alcanzamos esta comprensión; y por eso, son las Fuerzas Armadas sirias las que deben perseverar en su compromiso. Lo que ahora mismo está ocurriendo no se vertebra alrededor de ir pasando de la categoría de “defensa” a la de “ataque” y al revés, sino de un cambio, en curso, en la correlación de fuerzas...

ENTREVISTADORA: Muchos critican a Siria por albergar combatientes de fuera de Siria: Siria está siendo ayudada por combatientes de Hezbolláh o por otros grupos. Usted mismo había dicho en entrevistas anteriores: “Somos 23 millones de sirios, así que no necesitamos ayuda de otros países”. ¿Por qué vienen las personas de Hezbolláh a Siria?

BASHAR: Obviamente, no habríamos tenido que afrontar cierta correlación de fuerzas anterior si algunas personas no hubieran prestado apoyo a los [elementos] armados en algunas áreas. Ello no porque dichas personas carezcan de sentido para con su nación, sino porque, al principio, desconocían la verdadera naturaleza de esos grupos armados. Mucha gente en Siria creyó, en cierto momento, que aquello era una revolución contra el Gobierno. Eso cambió, el error se desveló e incluso, entre los armados, muchos desertaron de varios grupos terroristas.

Ésa es justamente la cuestión ahora: atendiendo a eso que se está focalizando hoy en términos de participación o no participación de Hezbolláh en la lucha siria, apreciamos que se trata de una gran cuestión cuya totalidad de factores debe contemplarse: no podemos separar la ayuda dada por parte de Hezbolláh en al-Qsair, respecto del ataque israelí. Hallamos tres factores dentro de esta cuestión. Y, honestamente, después del discurso del Señor Hassan Nasrallah dirigido a los medios árabes, medios árabes y “occidentales” aprovechan para afirmar que milicianos de Hezbolláh están combatiendo en Siria y defendiendo las instituciones políticas sirias; han hablado de “Régimen”, faltaba más, mientras nosotros decimos “Estado”; y no “Régimen”.

Para hablar en un sentido lógico-racional, si Hezbolláh sintiera la necesidad de defender por sí misma a Siria y a su resistencia, no habría enviado a Siria —¿qué número?: ¿unos pocos cientos, 1.000, 2.000?—, cuando lo cierto es que estamos hablando de una confrontación entre cientos de miles de personas integradas en las Fuerzas Armadas sirias contra decenas de miles de armados extranjeros (si no estamos hablando de más, pues su número se incrementa continuamente al ser introducidos en Siria desde los países vecinos y también por medio de otros países foráneos).

Este número de milicianos, con los que Hezbolláh ha contribuido a ayudar a Siria, no supone comparativamente nada respecto de las magnitudes de las Fuerzas Armadas sirias, de terroristas y respecto, así mismo, de la geografía siria. Por tanto, no están protegiendo ni defendiendo al Estado sirio o, como dicen los propagandistas exteriores, “al régimen”. Esto por un lado. Y, por otro lado, si, tal y como dicen esos propagandistas, Hezbolláh ha entrado a Siria para defender el Estado”, ¿por qué ahora, siendo que las batallas empezaron después de Ramadán, en 2011, conduciéndose a través de una escalada que culminó en 2013 con el asedio sobre Damasco, episodio que constituyó un momento importante, teniendo lugar, al tiempo, gran número de operaciones, y pensándose, por parte de sus planificadores, que tal era el tiempo apropiado para los ataques, desde la idea de que el Estado caería?. Pero no cayó.

¿Por qué está Hezbolláh interviniendo precisamente ahora, cuando no hubo intervenido entonces?: nosotros mantenemos otra perspectiva explicativa. Las principales batallas están siendo libradas en Damasco y en Aleppo; no en Qsair. Qsair es una ciudad pequeña. ¿Por qué no hemos visto a Hezbolláh en Homs? Se dice: “Qsair es un punto estratégico”. Bien: todas las áreas son estratégicas desde la perspectiva de los terroristas: desde la perspectiva del suministro de armas y para su infraestructura, por ejemplo. Todos estos factores, tal y como están siendo barajados intencionadamente, no son precisados con veracidad. Nada de esto tiene que ver con Hezbolláh.

Todas estas declamaciones, y toda esta furia, mostrada en los medios de comunicación árabes, así como en boca de sus retransmisores... ¡Hasta Ban Ki Moon expresó su preocupación por la implicación de Hezbolláh en Qsair! Todas estas reacciones guardan relación con el intento de reforzar los impactos y la asfixia contra la resistencia sostenida por Siria; y no con el Estado sirio. Tal y como antes señalaba usted, muchos logros han sido consumados en Damasco y en Aleppo y en la provincia del campo de Damasco..., antes de que pudiéramos estar hablando de Hezbolláh o incluso de Qsair; y sin esos logros, no estaríamos hablando ahora de Hezbolláh ni de Qsair. 

ENTREVISTADORA: Señor Presidente: aun teniendo en cuenta la auténtica naturaleza de la batalla que ustedes e incluso Hezbolláh están librando en Qsair, muchos le critican por creer que está usted intentando asegurar (preservar) la costa —y el espacio que conecta la costa con Damasco— al ser éste el espacio “nacional” de la —así llamada— “nación alawí”, y en relación a la lucha contra Israel.

BASHAR: Para empezar, ni la costa siria, ni tampoco la costa libanesa, pasan por Qsair, así que eso es ilógico. Segundo: Nadie pensaría en librar una batalla para establecer estas divisiones. Si quisiéramos esa división, nos replegaríamos. No ganamos batallas en toda Siria para establecer después ese tipo de divisiones. Dichas batallas son libradas con objeto de mantener la unidad territorial de Siria, y no al contrario.

La tercera consideración es que nuestros abuelos emplearon la misma estrategia unitaria contra los franceses, quienes tenían un plan de división territorial de Siria. Cuando los franceses trataron de dividir Siria, nuestros abuelos, padres fundadores, pusieron el acento en este factor. Nosotros, en tanto que nietos y con las lecciones de la historia aprendidas, no cometeríamos el error que ellos no cometieron.

Lo diré una vez más: la batalla de Qsair guarda relación con Israel: lo que nuestros enemigos están intentando es un impacto de choque contra la resistencia. Hay quien dice que deberíamos encarar nuestras armas hacia nuestros enemigos. Esto fue puesto sobre la mesa también el pasado 7 de mayo, cuando agentes israelíes que habían pasado al Líbano y a Siria intentaron sabotear los satélites de telecomunicaciones de Hezbolláh. Se trata de una vieja-nueva batalla, o una vieja batalla que toma nuevas formas. Lo importante no es dónde se halla Qsair. Tampoco la ciudad en sí misma. Lo importante es la frontera: nuestros enemigos están tratando de desplazar a la resistencia y aprisionarla entre la tierra y el mar. Lo mismo ocurre cuando se dice que el Ejército sirio debería concentrarse en librar batalla en la frontera con Israel. Lo decimos con claridad: el ejército sirio combate y combatirá al enemigo allí donde pueda hacerse presente éste. Si está al norte, vamos al norte, o al este, o al oeste... Esta misma premisa es válida para la Resistencia: ¿por qué Hezbolláh está presente sobre la línea de frontera, en Líbano y también en Siria? Pues porque la batalla que libramos, en su fondo esencial, es contra el enemigo Israel, o contra sus agentes, actúen estos en Siria o en el Líbano.

ENTREVISTADORA: Relacionado con la entrada de Hezbolláh en la ecuación de la “crisis siria”, ligada a los ataques israelíes contra Siria: Israel se ha apresurado a declarar que no desea entrar en la crisis. ¿Qué pretende Israel? ¿Qué tipo de intervención estaría persiguiendo en relación a la crisis siria?

BASHAR: Eso prueba lo que he dicho ya: ello guarda relación con impactar contra la Resistencia. Aun teniendo bien presentes la intervención israelí y su apoyo a los terroristas, estas actuaciones son medios relativos a alcanzar dos finalidades: golpear a la Resistencia y golpear nuestros sistemas de defensa. Israel desea consumar estos propósitos...

ENTREVISTADORA: Aunque los propósitos de Israel están claros, algunos dicen que Siria está siendo débil en su respuesta. Todo el mundo esperaba la respuesta siria, y el Gobierno sirio se ha reservado responder. ¿Qué se precisa para una respuesta directa a Israel? ¿No es suficiente con el impacto de cohetes sobre Siria, y, respecto de esto, cualquier otro ataque sería respondido?

BASHAR: Eso se ha dicho entre comentaristas tanto árabes como extranjeros. Muchos entre ellos, extranjeros. Les hemos dicho que responderemos la próxima vez. Por supuesto, existen otras respuestas posibles además del contraataque. Ha habido, en definitiva, una agresión israelí, y estamos ya respondiendo a ella. De todos modos, una respuesta “transitoria” no tendría valor. En política, si queremos contraatacar a Israel, la respuesta debe ser de naturaleza estratégica.

ENTREVISTADORA: ¿Por ejemplo, Los Altos del Golán?

BASHAR: Eso gira en torno, principalmente, a la situación aquí en Siria; a la opinión popular de que...

ENTREVISTADORA: ¿Cómo se perciben en Siria estas cuestiones?

BASHAR: Hay una opinión favorable a la apertura de la frontera del Golán a la resistencia. Hay entusiasmo en relación a esto, que desborda a Siria y se extiende entre los Pueblos árabes. Hemos recibido delegaciones de personas árabes preguntándose dónde pueden inscribirse para luchar contra Israel. Pero la resistencia no es solamente una cuestión de abrir fronteras y operaciones. La resistencia se compone de una dimensión política, ideológica y también de un ángulo social, que interactúan con el plano militar.

ENTREVISTADORA: Si tomamos en consideración lo ocurrido en el Golán, tanto como el ataque israelí y la cuestión de la respuesta por parte de Siria, ¿nos hallamos en un punto de “cambio de patrones rectores” en la contradicción o, por el contrario, se continúa en el marco...?

BASHAR: Podemos hablar de cambio de patrones rectores, y eso no sería posible sin la existencia de apoyo popular a la Resistencia. Todo otro cambio es coyuntural, excepto, claro, si fuéramos a una guerra directa. Cualquier respuesta por nuestra parte, de cualquier tipo, estará cambiando los patrones del antagonismo. De todos modos, ni siquiera es esto lo determinante y decisivo: el cambio real y esencial en la correlación de fuerzas partirá de la decisión del Pueblo respecto de ir a resistir. Esa decisión portará en sí el cambio fundamental.

ENTREVISTADORA: ¿No cree usted que estas palabras llegan demasiado tarde?: durante cuarenta años ha habido paz en los Altos del Golán. Y ahora estamos hablando de tomar la tierra de los Altos del Golán y crear unas “nuevas reglas del juego”.

BASHAR: Jamás he dicho: “Siria está cerrando el frente o abriendo el frente”. No es posible, claro, erigir resistencia alguna a voluntad. La resistencia no proviene ex nihilo; si no hay resistencia popular, no hay resistencia. Este Estado no es nadie para denegar la resistencia, ni puede, por otro lado, hacerse cargo de ella por sí mismo. Pienso que un Estado, o está apoyando a la Resistencia, o se está oponiendo de facto a ella. ¿Por qué hemos tenido paz durante estos cuarenta años?: tenemos un ejército que desempeña sus compromisos, y desde esta perspectiva... Vamos a expresarlo así: desde la perspectiva ideológica propia de los ciudadanos, se identifica a un ejército cumpliendo con su deber, y se extiende este deber al cometido de liberar territorios. Si no estuviéramos hablando de un ejército —contra lo que vimos en cierto periodo en Líbano, donde existía un doble Estado y un ejército dividido enzarzado en una guerra civil—, entonces no habríamos sido testigos de esta resistencia prolongada característica en Siria. Ahora, y en estas circunstancias, hay muchos motivos. Primero: tal y como hemos repetido, es la agresión por sí y en sí la que conlleva la resistencia popular. Y, segundo, el ejército sirio ha recuperado varias áreas en diversos territorios sirios, hecho que crea refuerza una empatía entre una ciudadanía que toma como tarea propia el dar nuevos pasos hacia la consolidación de la resistencia y el apoyo al ejército en el cumplimiento de su compromiso con el país.

ENTREVISTADORA: El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha declarado que Israel atacará de nuevo a Siria si tiene constancia que “de nuevo armas son enviadas a Hezbolláh”. Me gustaría obtener de usted una respuesta directa: ¿qué harían ustedes si esto sucede?

BASHAR: Si esto sucede, informaremos a otros países y responderemos a tal ataque con un ataque militar. Obviamente, es complicado, desde los parámetros actuales, especificar cómo responderíamos militarmente. Dejamos este análisis a la Comandancia Militar. De todos modos, manejamos muchos escenarios: la respuesta, pues, es relativa al tempo del ataque, tanto como a las circunstancias que permitieran el uso de armamento específico con óptima eficiencia. Me refiero, por supuesto, a una eficiencia comparativa respecto del uso de otro armamento.

ENTREVISTADORA: Señor Presidente: después del ataque israelí contra Damasco, muchos han dicho que el sistema armamentístico S-300 sería ofrecido a Siria, perspectiva que Netanyahu ha criticado, hasta el punto de haber visitado Moscú. Una pregunta clara: ¿Ha sido ya ese sistema conferido a Siria, o está en camino?

BASHAR: No es una cuestión de perspectiva militar sobre qué tenemos o qué recibimos. De todos modos, y en relación a los acuerdos con Rusia, no son dichos acuerdos relativos a la crisis, sino que fueron fruto de negociaciones anteriores, llevadas a cabo durante años. Rusia está comprometida con Siria en la implementación de tales acuerdos. Lo que queremos dejar claro es que ni la visita de Netanyahu, ni la crisis en sí o las circunstancias actuales han condicionado lo más mínimo la emisión de armas desde Rusia a Siria. Sencillamente lo acordado con Rusia será implementado, y parte de ello ya lo ha sido. Junto con Rusia, continuaremos implementando estos contratos.                          

ENTREVISTADORA: Señor Presidente: hemos hablado sobre las resoluciones del Gobierno sirio y también sobre la implicación del Ejército sirio trabajando en el sentido de intensificar el vínculo entre el Gobierno sirio y la resistencia, fortaleciendo así las líneas de resistencia. La otra parte, el otro bloque, también ha llevado a cabo movimientos en un sentido político. Antes de hablar de la Cumbre de Ginebra y del trazado de “líneas rojas”, hay que preguntar por una cuestión sencilla: Moaz al-Jatib, del llamado “Consejo Nacional”, ha declarado nada menos que “él permitiría salir de Siria a cincuenta personalidades, y con eso la crisis habría concluido”. ¿Por qué no ha respondido usted a esta demanda, si, con darle satisfacción a ésta, “la crisis habría concluido”?

BASHAR: (Risas). Siempre he respondido que la decisión del Presidente está sujeta a la decisión del Pueblo. Así que cualquiera que hable de esta cuestión debe anunciar expresamente a quién en concreto está él representando entre el Pueblo sirio. ¿Acaso ha sido “su” “iniciativa” delegada a él por el Pueblo sirio? Realmente, he leído dicha “iniciativa” y me sentí muy contento de que me “concedieran” 20 días y 500 personas [acompañantes en el exilio que para él habían dispuesto, Nota del Traductor]. De todos modos, no estoy seguro respecto de quién maquinó eso; si él o alguien más.

ENTREVISTADORA: Sea quien fuere aquel de quien partiera la “idea”, lo cierto es que le dieron a usted un ultimátum (fijado en unos cuantos días), y sin garantía alguna: no sabemos hasta el momento quién iba a sucederle a usted. No sabemos si el Parlamento sirio iba también a seguirle en su “partida”. ¿La cuestión del establecimiento de negociaciones políticas? Hoy hablamos de una segunda Cumbre de Ginebra, hablamos de una aceptación clara por parte del Gobierno sirio en relación a tomar parte en la Cumbre... Negociaciones “de guerra”: al fin y al cabo, existe una mesa y sobre ella estará presente la bandera siria, así como la bandera de la oposición siria. ¿Cómo convencería usted al Pueblo sirio de que va a estar usted dialogando con estos grupos?

BASHAR: Para empezar, y en relación con la bandera: la bandera carece de importancia. Importa el Pueblo. Cuando ponemos una bandera sobre una mesa, la realidad es el Pueblo, o bien las entidades, o que poseen vínculo con esa bandera. Esta es una cuestión que debería ser considerada por cualquiera que tenga en mente plantar otra bandera sobre la mesa, además de la bandera siria oficial. Y la cuestión aquí es que una de las banderas está ausente de Valor ya que no representa ni al Pueblo sirio ni a ningún otro Pueblo. Esto por una parte. Por otra parte, nosotros, en tanto que delegación, vamos a ir como representación legítima del Pueblo sirio. Pero, ¿a quién representan ellos? Verá: acabada la Cumbre, volveremos a Siria, a nuestros hogares, regresaremos a nuestro Pueblo. Pero, acabada la Cumbre, ¿dónde irán ellos?: ¿acaso a sus hoteles de cinco estrellas o irán a dar cuentas a los Ministerios de Asuntos Exteriores de los Estados a quienes en verdad ellos representan, a fin de proveer a esos estados de “crónicas”, o a los servicios “de inteligencia” de esos Estados?

Así que, cuando vayamos a esa conferencia, debemos conocer muy claramente la parte de todos ellos que van a sentarse a la mesa. Y digo parte porque no están nada claros los detalles de la conferencia, respecto, por ejemplo, de dónde estará ubicada la oposición nacional, es decir, la oposición en Siria.

De todos modos, sabemos todos, respecto de esa “oposición” extranjera y de esa bandera a las que usted está refiriéndose, el hecho de que ella va a ir a Ginebra a negociar con los Estados mismos que la han montado a ella. Y, nosotros, para negociar con los esclavos, negociamos directamente con sus Amos, es decir, con las cabezas que mueven los dedos.

ENTREVISTADORA: ¿Está convencido el Gobierno de Siria de que esta Cumbre va a ser celebrada y de que las negociaciones tendrán lugar?

BASHAR: Sí. Eso espero, excepto que alguien trate de obstaculizar este proceso.

ENTREVISTADORA: Entonces, dada esta aceptación preliminar, entiende que no habría marcha atrás.

BASHAR: ¿Cuáles son las condiciones? Si hay condiciones, queremos ir. Entendemos que el camino de una Conferencia es positivo a priori.

ENTREVISTADORA: ¿Cuáles son las condiciones por parte del Gobierno sirio?

BASHAR: Sencillamente, cualquier paso a dar bajo iniciativa interior o exterior, debe estar sujeto a consenso o aprobación por referéndum por parte del Pueblo sirio. Todo debe pasar por el Pueblo sirio, quien debe tener en sus manos su propio destino. Partiendo de esa base, estamos cómodos y no tenemos ningún problema. Ello pueden proponer lo que quieran, y nosotros también. De todos modos, nada puede adoptarse o implementarse sin la aprobación del Pueblo, y, dado que representamos al Pueblo, no tenemos más límite que él.

ENTREVISTADORA: Para ser claro, mucha ambigüedad hubo en la primera Conferencia de Ginebra y esto se plantea también para la segunda Conferencia. La cuestión de la transición y del papel a jugar por el presidente Bashar… ¿Está dispuesto a ir y claudicar en relación a alguna de las condiciones?

BASHAR: En los últimos meses, han venido proponiendo configurar un gobierno en el que el presidente no juegue ningún papel. El sistema sirio e un sistema presidencialista, donde el Presidente lo es de la República y no lidera el gobierno, para el que hay un Primer Ministro. Contamos con un gobierno dotado de poderes extensos. La Constitución siria otorga al Gobierno plenos poderes, mientras el Presidente es el comandante en jefe de la Fuerza Armadas. Existe esa división, mientras que otras Constituciones dan al Presidente el poder.

En este sentido, cambiar las atribuciones del Presidente es algo que debería hacerse de acuerdo a la Constitución. El presidente, por sí mismo, no puede ampliar o recortar sus atribuciones políticas, ni tampoco es él quien regula la Constitución. Cualquier propuesta puede ser hecha en la Conferencia; y si concordamos, trasladaremos la propuesta en cuestión a un referéndum. Escucharemos la opinión del Pueblo y es él quién regirá cualquier paso por dar. Cambiar la Constitución antes de la Conferencia es algo que ni el Presidente ni el Gobierno podemos hacer. No podemos hacerlo, porque sería desacorde a la Constitución.

ENTREVISTADORA: Señor presidente: honestamente, todos sus rivales políticos afirman que no quieren ningún papel para Bashar al-Assad en el escenario del futuro de Siria. Eso es lo que Saud al-Faisal (el ministro de Exteriores saudí), los turcos, los qataríes y la oposición siria afirman. ¿Se presentará usted a las elecciones presidenciales de 2014?

BASHAR: Yo sé que Saud al-Faisal está especializado en temas estadounidenses y no sé si sabe algo sobre los asuntos sirios. Pero no hay nada de malo en que quiera aprender algo sobre ellos. Cualquier cosa decidida por el Pueblo sirio será correcta. Respecto de lo deseos de otros, les digo que será el Pueblo sirio quien tendrá la última palabra. Algunos han sugerido que yo prefiero no concurrir a las elecciones de 2014. Lo consideraré a su debido tiempo: ahora es demasiado pronto para ello. De todos modos, cuando llegue el momento, si considero que esto es una necesidad, mi consideración vendrá determinada por lo que decida el Pueblo; y si el Pueblo sirio decide que no debo presentarme, no lo haré.

ENTREVISTADORA: Lo que ha dicho usted respecto de los actores exteriores me lleva a preguntarle por la cuestión de las relaciones de Siria con Arabia Saudí y Qatar y Turquía, quienes han declarado que adoptarían una postura “moderada” y no exigirían la salida a priori del Presidente Bashar al-Assad. ¿Entiende que algo ha cambiado en sus posiciones y que están abiertos a una solución política a la cuestión? Y, ¿está Siria preparada para negociar con la Liga Árabe, y especialmente desde que esos Estados han sido llamados por Siria a disculparse…?

BASHAR: Se trata de un cambio discursivo, pero no en lo que atañe a la práctica fáctica de esos Estados sobre el terreno: los Estados que han dado apoyo a los terroristas siguen apoyándolos al mismo nivel; también Turquía. No hay autoridad sobre Siria desde Turquía, premisa que vale para Qatar, quien recluta a los terroristas y les financia; a esos mismos a quienes Turquía da luego cobijo y reguardo. En relación a la Liga Árabe, desde nuestra perspectiva interna siria, anteriormente tampoco hemos depositado esperanza alguna en ella, hecho característico también a lo largo de las pasadas décadas. Sin embargo, esperamos que la Liga Árabe juegue un papel para superar las divisiones existentes en la Conferencia previa, así que mantendremos contacto con todos los “lados” y no cerramos la puerta a ninguno. De todos modos, debemos ser realistas: debemos tener presente que ese “lado” no está dispuesto a aportar, especialmente si pensamos que la inmensa mayoría de los países que integran la Liga Árabe no son independientes, sino que reciben directrices exteriores. Algunos de ellos reconocen estar de acuerdo con Siria, aunque esto no se refleja a la hora de supuestamente “tomar decisiones” y no están a nuestro lado en la práctica, ya que no son ellos quienes las toman. Por tanto, no depositamos esperanzas en ellos.

ENTREVISTADORA: Señor presidente: esto nos conduce a plantear otra pregunta. ¿Cuáles serán la consecuencias del fracaso de las negociaciones?

BASHAR: Un escenario es posible. Algunos Estados están intentando sabotear la Conferencia, pues no quieren ni oír hablar de diálogo, ni dentro ni fuera de Siria. Incluso la parte rusa ha rebajado sus expectativas para esta Conferencia, lo que se ha podido comprobar no sólo a través de sus declaraciones. De todos modos, debemos ser muy precisos a la hora de definir la naturaleza de este diálogo. ¿Qué tiene que ver este diálogo con lo que está sucediendo sobre el terreno? La mayoría de estos poderes que están hablando de qué está pasando en Siria no tienen nada que ver con Siria y, en algunos casos, incluso tampoco con ciertos terroristas directamente. En algunos casos, los terroristas son manejados directamente por estos Estados, mientras que, en otros casos, los terroristas son bandas que reciben dinero para ejecutar sabotajes y otras acciones. Así que no creo que el Congreso cambie gran cosa en relación a lo que están haciendo en Siria sobre el terreno, pues ni los países que les manejan van a cambiar en esto, ni los terroristas van a dejar de actuar.

ENTREVISTADORA: La “crisis” siria parece estar extendiéndose a países vecinos, como Irak y en Rahaniia, Turquía. Encontramos a los terroristas aposentados en Ersal, los encontramos avanzando hacia Trípoli. Tenemos a Hezbolláh tomando parte en el combate en Qsair… ¿Cómo trata Siria esta cuestión de Líbano? ¿Cree usted que la política de desentendimiento por parte de Líbano (respecto de Siria) persiste aún?

BASHAR: Déjeme usted preguntar una cuestión relativa a la situación real en Líbano y en Siria. En relación a esa política, independientemente de su evaluación o de decir si tal política es buena o mala: ¿fue Líbano capaz de prevenir la intervención desde Líbano en Siria y la entrada de armas a Siria? ¿O acaso fue capaz de dar refugio a esos sujetos? ¡No!: todo el mundo sabe que Líbano desempeñó inicialmente un papel negativo para la crisis siria. ¿Y, recientemente, fue Líbano capaz de protegerse a sí mismo respecto de las repercusiones de la crisis siria sobre Líbano, por ejemplo sobre Trípoli, así como de los cohetes y misiles que han sido lanzados sobre Beirut y las áreas colindantes? Por supuesto, esto está ocurriendo. Así que, ¿de qué clase de “divisionismo” estamos hablando? Que Líbano se desentienda es una cosa, y otra distinta que el Gobierno libanés se desentienda. [Hay] el hecho de que el Gobierno libanés se desentendiera respecto de una cuestión que no afectara a sus propios ciudadanos, y otra cosa muy distinta es que el Gobierno libanés está desentendiéndose de sus propios ciudadanos. No estoy hablando ahora de criticar al Gobierno libanés, sino que hablo de Principios generales. No deseo ser acusado de estar criticando a este Gobierno. Si el Gobierno sirio se hubiera desentendido de las cuestiones que afectan a sus propios ciudadanos... ¡Pues eso es lo que ha fallado en el caso libanés! Cuando vemos problemas afectar a los países vecinos... Cuando vemos que la casa del vecino arde, no podemos resolver que no tenemos nada que hacer en ello. Ese fuego puede prender mi casa, de modo que no pensamos que ese discurso alusivo a un supuesto “mantenerse en el desentendimiento” resulte posible en la realidad.

ENTREVISTADORA: Señor Presidente: qué le diría usted a todos aquellos que creemos en el bloque de la resistencia y le damos apoyo. Hemos estado en los eventos de celebración del aniversario del Día de la Liberación, y hemos escuchado hablar al Señor Hassan Nasrallah en su discurso de la victoria de la Resistencia. ¿Qué nos diría usted a la gente del Pueblo que damos apoyo a la Resistencia? ¿Vamos a salir de este oscuro túnel presente?

BASHAR: La Resistencia libanesa y la Resistencia árabe se ha ido forjando durante décadas. La victoria de la Liberación fue, por encima de todo, victoria ideológica. Y no estamos en condiciones de alcanzar la victoria militar a menos que hayamos obtenido la victoria ideológica. Estamos enfrentando grandes campañas en esta región concreta. En Líbano, hubo un periodo en que algunos decían: “La fuerza del Líbano reside en su debilidad”; esto, que era dicho en el periodo anterior a la guerra civil, es un “eslogan” similar a decir que un ser humano debe ser valorado por su estupidez o que el honor se alcanza a través de la corrupción. Las distintas victorias obtenidas por la Resistencia en varios niveles han mostrado que esta “tesis” no es verdadera. La debilidad de base del Líbano es su debilidad; y su fortaleza de base, su fortaleza. La fuerza de Líbano reside en su Resistencia, y descansa en esos combatientes de quien usted ha hablado hoy. Hoy necesitamos esa base ideológica y necesitamos pensar en nuestras posibilidades. Y necesitamos la acción de esos combatientes. Ahora más que nunca, pues el posicionamiento árabe se ha debilitado a lo largo de los dos últimos años e incluso anteriormente a estos dos años, durante los que la autoconsciencia se ha estrechado. Ello hasta el extremo de que algunos árabes olvidaron que el enemigo es Israel, y el enemigo, por su parte, ha devenido en la forma de enemigo sectario, un enemigo que se autopostula sobre bases “raciales”, por ejemplo. Confiamos hoy en esos luchadores de la Resistencia, quienes están recordando a los Pueblos árabes, con sus logros resistentes, que el enemigo es el mismo y está en el mismo lugar.

En relación a mi confianza en la victoria, si no confiáramos en ella no habríamos sido capaces de perseverar en la lucha; no habríamos sido capaces de continuar librando esta batalla durante estos dos años frente a un ataque internacional global. No es la guerra que enfrentamos en 1956, sino, ahora una guerra mundial agrediendo a Siria, tanto como agrediendo a la Resistencia. Así que nuestra confianza es la de la victoria. Y les demostraré a ustedes que Siria estará siempre codo con codo junto a ustedes, y que apoyamos a la Resistencia y a sus luchadores en cualquier lugar del Mundo Árabe.

ENTREVISTADORA: En el fin de esta entrevista, le agradezco mucho. Ha sido un honor tenerle como invitado hoy. Muchas gracias, Señor Presidente.

BASHAR: Gracias y me gustaría felicitar a al-Manar televisión: fuerza de la Resistencia, por el Día de la Liberación, así como felicitar al Pueblo libanés y a los luchadores de la Resistencia en Líbano. Muchas gracias


Traducción al castellano por

Tamer Sarkis Fernández, Vicedirector de Diario Unidad

 

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