Nidia Vílchez teme retorno de Pizango al Perú

Lo califica de acto de provocación


El espectro del recuerdo de la muerte de decenas de nativos selváticos que defendían su tierra y el respeto a la ley, que debía consultarles sobre las inversiones en su territorio, hace temblar al gobierno aprista, que mandó reprimir a balazos a los indígenas para defender los intereses de empresas deseosas de ocupar esas tierras.

                                               

A vísperas del aniversario de la masacre, 5 de junio de 2009, un posible retorno al Perú del dirigente nativo Alberto Pizango, procedente de Nicaragua donde estuvo asilado, fue calificado de provocación por ministra de la Mujer, Nidia Vílchez, rabiosa e irracional defensora de todos los despropósitos del Presidente de la República, tanto que hasta protagonizó bochornosos actos matonescos en el Congreso de la República buscando hacer méritos, que fueron  del gusto de García y la nombró ministra.

Vílchez dijo que espera que el Poder Judicial lo detenga en cumplimiento de una orden de captura que lo acusa de los hechos en Bagua, según el informe aprista, que no considera el informe independiente en minoría, que acusa al presidente Alan García de provocación por sus despectivos artículos en las series “El Perro del Hortelano”, que indignaron a los nativos; y también acusa a la ministra Mercedes Aráoz por haber mentido asegurando que si no se aprueban los decretos firmados por García se ponía en riesgo el TLC con los EE. UU.

Como se sabe, García se burló del Congreso de la República al pedir facultades para legislar en materia del TLC con los EE. UU., pero se mofó al presentar más de 100 decretos, muchos de los cuales nada tenían que hacer con ese TLC, y que se presume fueron elaborados por inversionistas interesados en faenones, pues el gobierno no tenía tantos asesores para producir tantos decretos en ese corto tiempo.

Pizango se asiló en Nicaragua después que el Poder Judicial ordenó su captura por estar acusado de cometer los delitos de secuestro y sedición, e incitar disturbios durante los hechos ocurridos el 5 de junio en la provincia de Bagua, Amazonas, donde murieron 24 policías.

De acuerdo a versiones periodísticas, Alberto Pizango habría renunciado a su asilo político concedido por el gobierno nicaragüense y decidido retornar mañana al Perú, luego de casi un año de permanecer fuera del país.