Por Juan Sheput


Luis Castañeda Lossio, virtual candidato a la presidencia de la República y aliado del doctor Alan García, no ha tenido mejor idea que "denunciar" una supuesta campaña de demolición de parte del Grupo El Comercio para beneficiar, supuestamente, al ex presidente Alejandro Toledo. Una vez más el alcalde Castañeda Lossio muestra una faceta de una personalidad que no está a la altura de quien, como funcionario público y aspirante al sillón presidencial, debe estar dispuesto a rendir cuentas a la ciudadanía por los actos y hechos propios de su gestión.


El alcalde Castañeda Lossio no está acostumbrado a la fiscalización. Y no lo está no porque no haya cometido, él o su entorno, hechos que ameriten una investigación, sino porque por una u otra razón ha gozado de una prensa mayoritariamente complaciente durante estos 8 años de su gestión. La prensa independiente, esa que entiende como su deber ejercer el papel de conciencia crítica de los funcionarios públicos, no tiene la culpa de los resultados calamitosos de la mayoría de obras de Castañeda Lossio, de los accidentes, del caos vehicular, de la inseguridad ciudadana, de la pérdida de espacios públicos, de la falta de respeto a los vecinos, del uso cruel de ciudadanos de bajos recursos como en COMUNICORE, del entorno cuestionable del doctor Castañeda y -cómo no- del pésimo diseño, planificación y sobrecostos del Metropolitano. Al alcalde Castañeda no le gusta que le recuerden o le señalen los puntos negativos de su gestión con lo cual demuestra que no tiene el temple y temperamento necesario para ser presidente de la Nación.

El alcalde Castañeda no ha dudado en enjuiciar a Daniel Yovera y a través de terceros comprometer en un juicio a humildes ciudadanos, víctimas de Comunicore. Pierde los papeles cuando una periodista independiente, como Claudia Cisneros, no tiene el molde sumiso al cual está acostumbrado el alcalde y le hace preguntas que el pueblo reclama. O utiliza a funcionarios del municipio para levantar calumnias contra sus opositores como fue en el caso del congresista José Maslucán.

Luego el alcalde no encuentra mejor forma de enfrentar las acusaciones que a través de señalar al Grupo El Comercio como responsable de una campaña contra él, sólo por indicar los errores de diseño y planificación del Metropolitano. Olvida el alcalde Castañeda, selectivamente, que en Cuarto Poder, que se propala por las ondas de América TV, uno de cuyos propietarios es El Grupo El Comercio, se emitió un programa muuuuuuuyyy favorable al Metropolitano, que fue cuestionado por el sucrito. ¿Qué pasó? ¿En ese entonces El Grupo El Comercio estaba a favor de Castañeda y ahora no?

Como bien menciona Augusto Álvarez Rodrich en su columna del día de hoy, la reacción de Castañeda Lossio es inaceptable en quien pretende postular a la presidencia. El alcalde de Lima debería dedicarse más bien a limpiar su entorno de personajes cuestionados, evitar la sobrevaloración de obras con el dinero de todos los limeños y fortalecer su partido, no con tránsfugas, sino con cuadros que tengan real vocación por el servicio público y no el beneficio personal.