Susana Villarán marca distancias con Humala pero no con Jaime Bayly

Por Juan Sheput


Susana Villarán ha sido enfática. Le ha pedido a los candidatos presidenciales que no se metan en la contienda edil. Ha mencionado a Alan García, Alejandro Toledo y a Ollanta Humala. Con este último ha sido más explícita. Por todos los medios busca dar el mensaje que no tiene nada que ver con él.


Sin embargo Susana Villarán no dice nada del apoyo que recibe, noche tras noche, del candidato presidencial Jaime Bayly. Este señor, que conduce uno de los programas más destructivos y nocivos del país, se ha dedicado en los últimos días a hablar mal y destruir la imagen de candidatos como Lourdes Flores Nano y el ex presidente Alejandro Toledo. Y en paralelo habla bien de sus favoritos Keiko Fujimori y Susana Villarán. Es decir Susana Villarán se pone al nivel de Keiko Fujimori en los deseos políticos de Bayly.

Por otro lado el señor Bayly se siente intocable. Se expresa de manera grosera, habla vulgaridades, exhibe sus pasiones, en una serie de poses que quiere maquillar de liberal para vergüenza de los liberales. Y, en una suerte de magalización, se introduce en el terreno de la vida privada, bajo la noble bandera de la libertad de expresión.

Contra los audios que difunde Jaime Bayly y contra la ayuda que recibe de éste, noche tras noche, la señora Susana Villarán no dice nada. Allí no marca distancias. El todo vale para ganar las elecciones hace que funja de aliada de los métodos más abyectos de hacer periodismo en el Perú.

Desde el momento que la señora Villarán no marca distancias de Jaime Bayly está legitimando los sucios métodos de difusión de audios del cual este conductor hace gala. Le sigue el juego a un sector mafioso, que está ensuciando el actual proceso electoral.

Quiero dejar constancia que igualmente creo que el peor error de Lourdes Flores Nano es no marcar distancias con Luis Castañeda Lossio y todo lo que este representa en materia de indicios de corrupción. Pretender ignorar Comunicore, la llamada Línea Amarilla, la sobrevaloración de obras públicas, un entorno con signos exteriores de riqueza que exhibe autos BMW con sueldos de tenientes alcaldes, son algunas de las cosas que deberían marcar en Lourdes Flores un alejamiento de Castañeda. Pero no es así. Asimismo Lourdes debe aclarar el contenido de algunos audios como los relacionados a las encuestadoras y a un director de diario.

Finalmente, por el bien de la campaña, ya que las dos candidatas hablan de decencia, se les debería recordar el valor de otra palabra: Honestidad. Si son honestas, que no dudo que lo son, pues hay que marcar distancias de Jaime Bayly y Luis Castañeda Lossio. De los métodos de uno y otro, en la televisión o en la gestión municipal. El pueblo está asqueado de tanta ambigüedad y oportunismo.