Villarán sigue burlándose del catolicismo y los valores


Y así pretende hacerse cargo de la educación en Lima


Pese a que fue criticada por su abierta promoción del aborto, la venta libre de todas drogas y el matrimonio entre homosexuales, la candidata a la alcaldía de Lima Susana Villarán continuó manoseando al catolicismo con el fin de engañar a los católicos para que voten por ella, subrayando ser católica y diciendo que hoy antes de votar escuchará misa.


"Soy católica practicante", dijo al ser preguntada y añadió que hoy acudirá a misa antes de dirigirse a su centro de votación. Pero ser católico practicante es poner en práctica las enseñanzas de la Iglesia, no combatirlas como hace ella, con el agravante de tratarse de materias morales graves.

La venta libre de drogas ya fracasó como arma de lucha contra el narcotráfico en otros países, donde incentivó el consumo ya no de jóvenes, sino incluso de adolescentes que aparecen tirado en los parques inyectándose droga, por lo cual se reevalúa retroceder con esta permisividad. El catolicismo se opone al consumo de drogas y proponer su venta libre sólo incentivará el consumo, además, proclamando que ella también fumó drogas (no sabemos si sigue fumándolas) también da un mensaje negativo a niños y jóvenes.

• En sus declaraciones, Villarán promueve el matrimonio entre homosexuales, contradiciendo al mismo Papa. El Vaticano es muy preciso y está en contra de los casamientos civiles calificándolos de inmorales. Claramente lo dijo el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI en el documento que publicó siendo prefecto de la Congregación Para la Doctrina de la Fe, que dice sobre los matrimonios civiles entre homosexuales, que el católico debe:

Desenmascarar el uso instrumental o ideológico que se puede hacer de esa tolerancia; afirmar claramente el carácter inmoral de este tipo de uniones; recordar al Estado la necesidad de contener el fenómeno dentro de límites que no pongan en peligro el tejido de la moralidad pública y, sobre todo, que no expongan a las nuevas generaciones a una concepción errónea de la sexualidad y del matrimonio, que las dejaría indefensas y contribuiría, además, a la difusión del fenómeno mismo. A quienes, a partir de esta tolerancia, quieren proceder a la legitimación de derechos específicos para las personas homosexuales conviventes, es necesario recordar que la tolerancia del mal es muy diferente a su aprobación o legalización.
Ante el reconocimiento legal de las uniones homosexuales, o la equiparación legal de éstas al matrimonio con acceso a los derechos propios del mismo, es necesario oponerse en forma clara e incisiva. Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal a la promulgación o aplicación de leyes tan gravemente injustas, y asimismo, en cuanto sea posible, de la cooperación material en el plano aplicativo. En esta materia cada cual puede reivindicar el derecho a la objeción de conciencia.

No sólo eso, sino que lleva en su lista de candidatos a alcaldes a un promotor de la homosexualidad miembro del Movimiento Homosexual de Lima (MOHL), que promueve denigrar la palabra matrimonio al proponer el matrimonio entre homosexuales, la adopción de niños por parejas de homosexuales (ver Promotor de la homosexualidad candidato a alcalde de Villarán).

Adicionalmente, Villarán promueve el aborto, crimen grave contra el cual la Iglesia Católica realiza una lucha en todo el mundo.

Además esta es otra más de las ya interminables mentiras de esta candidata, que al mentir también se burla de las enseñanzas católicas. Con una mentira recurrente, de ser católica practicante, Villarán pretende lograr el voto de los católicos y con esta calidad inmoral pretende tener en sus manos la educación de lis niños limeños.

Esperemos que su ambición desmedida y angurria por el poder sean castigados por los electores en las urnas y que esta candidata que promueve la destrucción de los valores de la sociedad no tenga la educación de nuestros niños en sus manos, como bien lo advierte la prensa católica).