Villarán comienza el año con inmoralidadsusana_villaran_42.jpg

Como era previsible, dada su cuestionable trayectoria, Susana Villarán consumó la componenda con Luis Castañeda Lossio para no cambiar el nombre a los hospitales de la Solidaridad.

Ella misma y su teniente alcalde Eduardo Zegarra habían ofrecido cambiar el nombre, e incluso en su plan hablaban de los “mal llamados hospitales de solidaridad”, pero finalmente, después que Villarán trató de sacudirse de esta responsabilidad diciendo que la dejará “en manos de sus abogado”, como si no tuviese ella capacidad de decisión, se arrodillaron ante Castañeda pese a lo irregular y hasta doloso de ese nombre, pues es el mismo nombre del partido de Castañeda, quien así utiliza recursos públicos para su campaña electoral (ver Castañeda pegó con dolo y baba Hospitales de la Solidaridad     y  Hospitales de la Solidaridad tienen el objetivo político de beneficiar a Castañeda Lossio).


Comunicoresusana_villaran_luis_castaneda.jpg

En su campaña electoral también había prometido investigar el caso Comunicore, uno de los más escandalosos por los millones desviados y los delitos que implica, pero  tras resultar electa retrocedió alegando que “está judicializado” y por eso no podía ordenar una investigación, versión que fue desmentida incluso por la Fiscal de la Nación. Tras eso hasta  ahora Villarán sólo ha eludido a la prensa brindando declaraciones ambiguas que favorecen a Castañeda, pues no ha dicho con claridad que nombrará una comisión especial ni que contratará una auditoría especial para el caso.

La colocación de camarillas familiares en los altos cargos municipales

Como si fuese poco, en tan sólo una semana de gestión, también se conoció la inmoral designación de la novia del peón fujimontesinista de Villarán, Gustavo Guerra García, a un alto cargo gerencial en la municipalidad. Guerra es número uno en la lista al Congreso por Fuerza Social (FS).

En la práctica, éticamente se trata de  nepotismo y constituye un caso similar al nombramiento de la conviviente del hijo de José Vega en el Congreso, por lo cual fue sancionado por el comité de ética del Congreso, lo mismo que Víctor Menchola, por colocar a su concubina en un cargo fantasma.

Pero en la municipalidad no hay un comité de ética, sino serviles regidores que avalan con su silencio estas inmoralidades.

Cuestionado por la prensa, con desparpajo Guerra dijo que conoció a su novia (o concubina, no se precisa) después de ingresar al grupo de Villarán, como si eso eliminase el vínculo de pareja existente entre ellos, y defendió cínicamente el nombramiento de la novia, tras lo cual Manuel Rodríguez Cuadros, candidato presidencial por FS, quien se encontraba a su lado, no fue capaz de decir una palabra, simplemente guardó silencio cómplice.

La componenda está dada y Castañeda podrá respirar tranquilo, los fantasmas de los escándalos e inmoralidades no lo molestarán en su campaña gracias a Villarán, que también gozó de protección cuando salió del ministerio de la Mujer durante el gobierno de Valentín Paniagua. Villarán no fue sancionada pese a los escándalos de despilfarro de fondos públicos a favor de sus amigos para consultorías inservibles, entre otros (ver Salen a luz los escándalos de auditoría a Villarán cuando fue ministra de la Mujer).
 
Pero nosotros no nos habíamos engañado, ya advertíamos de la catadura moral de Villarán cuando postulaba a la alcaldía. Además, durante los escándalos de corrupción de García, también guardó silencio consentidor, tal vez en pago al cargo que le dio el gobierno aprista por sus servicios de arrastrarse a hacer cola en la calle para saludar García cuando salió elegido, pese a que ella se autoproclama defensora de los DD. HH. y es su obligación, pues recibió muchos miles de dólares para presuntamente defender los DD. HH. Así, no tuvo reparos en felicitar a García, acusado de delitos de lesa humanidad que todavía no han prescrito, y de enriquecimiento ilícito, delitos sí prescritos.

 Así, con García Villarán gozó de viajecitos para representar al Perú en la defensa de los niños ante la ONU, pero nunca se la escuchó encarar al gobierno aprista por el crecimiento de la prostitución y explotación infantil ni proponer soluciones eficientes y rápidas para ese terrible mal que carcome el futuro del Perú, que son nuestros niños. Villarán pagó a su vez con su silencio. Cosas de Villarán, mercenaria de los DD. HH. y la política, que de esta forma bate récord en pisotear sus promesas tan sólo en la primera semana de gestión.