Servicio militar obligatorio y colegios militares

Formacion militares
Frente al reciente anuncio de que en la región Tacna se va a crear un colegio militar1 para fomentar el cultivo de los valores patrios y preparar militarmente a los adolescentes ante situaciones que pongan en peligro la integridad territorial del Perú, tendríamos que decir que, en principio, es una buena idea; debemos dar la bienvenida a todo lo que contribuya a la buena educación de la niñez y juventud. Sin embargo, reflexionando un poco se suscitan varias preguntas.

 

1) Si en los cuarteles hay jóvenes que al cumplir su servicio militar ya están recibiendo preparación militar, encaminada o determinada por el respeto y cultivo de los valores patrios, ¿cómo se justifica la existencia de los colegios militares?, ¿es insuficiente o deficitaria la formación que durante dos años se da a los jóvenes soldados?
2) ¿Pueden ir a estudiar en colegios militares los hijos de familias pobres o indigentes, o sólo los hijos de familias que pueden pagar una mensualidad?
3) Si para estudiar en un colegio militar se paga, ¿eso aumenta o disminuye la brecha social entre peruanos?
4) ¿El muchacho que egresa de un colegio militar cumple luego su servicio en los cuarteles durante dos años, como ocurre con otros jóvenes?
5) ¿Un oficial de la fuerza armada está preparado en Educación y tiene la calificación profesional correspondiente para dirigir un colegio, por muy colegio militar que sea?
6) ¿Tanto sobran oficiales y suboficiales en cuarteles y bases militares del Perú, que se los pueda destinar alegremente a trabajar en colegios militares?

Servicio militar obligatorio


Las respuestas a estas preguntas obligan a repensar la problemática del servicio militar obligatorio (SMO), el cual siempre, mientras funcionó, sirvió para que en el 99% de los casos los jóvenes procedentes de familias pobres fuesen a los cuarteles, mientras que los demás —amparándose en una serie de excepciones abusivas y corruptas de la ley del SMO— se libraran de la “molestia” (para ellos y sus familias) de formar parte de la tropa… ¡cómo es posible, si para eso están la indiada y los pobres!, ¿por qué tendrían que ir a “degradarse socialmente” en los cuarteles los muchachos de las familias “decentes”? Viendo que el SMO era una farsa, durante el gobierno de Alberto Fujimori los legisladores pensaron que si el SMO traía tantos problemas2, lo correcto sería decretar que el servicio militar fuese voluntario.

Dado el bajo nivel intelectual de nuestros legisladores, es posible que no hayan pensado —¡lo que menos les gusta es pensar!, ¡son gente de acción… chapucera!— en lo que ocurriría si al ser un servicio voluntario se presentaban pocos jóvenes a los cuarteles. El cálculo de los obtusos congresistas era que habiendo una gran masa de gente pobre, abundarían los muchachos desempleados y sin futuro que irían presurosos a los cuarteles para asegurarse comida, vivienda y vestido durante dos años. La realidad, sin embargo, no tardó en manifestarse en toda su crudeza: el número de soldados sirviendo en los cuarteles ha sido desde entonces insuficiente, y en determinadas unidades ese número ni siquiera llega al mínimo necesario3.

Y aquí viene una necesaria digresión. No faltan congresistas de bajísimo cociente intelectual quienes sostienen que el voto no debe ser obligatorio sino voluntario… En un país como el nuestro en el que fácilmente ocurren cosas extremas4, ¿no han pensado estos deficientes mentales que en un régimen de voto voluntario en muchas jurisdicciones se elegirían alcaldes o presidentes regionales con bajísimo respaldo electoral?, ¿ya se olvidaron del alcalde linchado en Ilave?, ¿no intuyen siquiera que en algunos lugares iría a votar menos del 20% de los electores hábiles?, ¿cuál sería la legitimidad de las autoridades electas con tan bajo respaldo ciudadano?, ¿imaginan las consecuencias que esto traería para la gobernabilidad y la estabilidad política? Estos congresistas incapaces quedan advertidos de que el ser brutos (¡brutísimos!) no los exime de responsabilidad.

Tomar al toro por las astas

Lo referente a los colegios militares está estrechamente relacionado con el SMO. Ciudadanos de a pie e incluso militares retirados conscientes del problema proponen que haya SMO, pero sin las taras y corrupciones que lo convirtieron en algo inútil. Un SMO debe tener por lo menos las siguientes características:

1) Ser un factor de unidad nacional y de cohesión social, para lo cual debe haber sorteos públicos no corruptos ni amañados que aseguren que vayan al cuartel por igual todos los jóvenes que resulten sorteados5;
2) Eliminar el 95% de excepciones (que si es hijo único, que si estudia en la universidad, que si trabaja, que si es casado, etc.);
3) Garantizar la reincorporación en centros de trabajo o estudio que el llamado a filas haya dejado por cumplir con su deber con la patria;
4) Ser requisito obligatorio para postular a las escuelas de oficiales de las fuerzas armadas y policiales;
4) Constituir puntaje favorable para postular a puestos de trabajo en el sector estatal.

Falta un poco de decisión política, seriedad y consecuencia. Si va a haber una verdadera y equitativa ley de SMO, se debe publicitarla de manera que todos entiendan que el sorteo va a ser limpio y democrático y que no va a haber excepciones, de manera que todas las familias peruanas sepan, entiendan y acepten que dos años de la vida de sus hijos pertenecen a la patria, no a la familia, ni al trabajo ni a los estudios.

Colegios militares

Con una buena ley de SMO los colegios militares automáticamente deberían desaparecer. Sin embargo, en las condiciones actuales, su funcionamiento —que se da gracias a los impuestos que paga el pueblo peruano— debe tomar en cuenta que:

1) Las fuerzas armadas declaren que tienen personal de sobra para enviarlo a trabajar a los colegios militares;
2) La planta jerárquica de los colegios militares esté a cargo de profesores de carrera (no de militares);
3) Los militares se limiten a enseñar el uso de armas, marchas de campaña, maniobras, vigilancia y cuidado de los internados, etc.;
4) La enseñanza de Historia del Perú debe restablecerse con carácter independiente6, y los libros de texto deben ser los de Gustavo Pons Muzo, no los que reparte el ministerio de Educación, por órdenes de los chilenos y en cumplimiento de la traidora y repugnante Acta de Lima, de 29 de noviembre de 1985, buscada y firmada por el partido chileno que hoy gobierna el Perú7;
5) La correcta enseñanza de la Historia del Perú permita a los alumnos identificar qué país es enemigo declarado del Perú y qué nos hizo durante la guerra de 1879 a 1883;
6) La “confraternidad” o intercambios protocolares con instituciones o personas de Chile quedan explícitamente prohibidos8 para alumnos y profesores de todo colegio militar.
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1 Ver: Tacna tendrá institución educativa militar y Colegios militares, Servicio Militar Obligatorio y exclusión

2 Las levas abusivas, las coimas para liberar a los levados, etc.

3 En un torpe intento de remediar el problema, los congresistas y políticos mentalmente limítrofes (tienen algo de retardo mental pero se desenvuelven casi como personas normales) ¡hablan de llamamientos extraordinarios! ¿En qué quedamos, badulaques, es servicio militar voluntario u obligatorio?

4 Por falta de legislación adecuada —¡cuándo no!— ocurrió en muchos distritos que en los padrones de electores estaban registrados más ciudadanos de fuera que residentes del pueblo. Es el caso de los tan mentados votantes “golondrinos” o “mitimaes”.

5 El hijo del desempleado, el hijo de la prostituta, el hijo del dueño de banco, el hijo del obrero, el hijo de oficial de la fuerza armada, el hijo del empresario, el hijo del catedrático, el hijo del campesino, el hijo del mendigo (¡sí, los mendigos tienen hijos!).

6 Actualmente, para disimular y camuflar la tergiversación de nuestra historia impuesta al partido chileno que nos gobierna, la Historia del Perú como curso no existe; es parte del área de Ciencias Sociales. ¡Ya conocemos a los rateros y traidores! Ver:
¡Infamia contra escolares al descubierto!
¡Lavado cerebral a escolares promovido por Ministerio de Educación!

7 Ver: Acta de Lima

8 Con visitas mutuas, zalamerías protocolares y otras traidoras alcahueterías los militares se vuelven sinvergüenzas y traidores. Ver: La humillada cerviz agachó y García y Wagner humillan a la Marina de Guerra