Masías trata de cubrir sus abusos con normas risibles


Masías cree que es Cristóbal Colón: descubre que no se debe discriminar


Parece que el alcalde de Miraflores, Manuel Masías, ha aprendido de los ministros incapaces, como Alva Castro, Verónica Zavala o Hernán Garrido Lecca, para distraer al público de sus incapacidades y abusos para cubrirlos con propaganda, pues ahora se promociona como un alcalde antidiscriminación.


Masías, por ejemplo, acaba de despedir a 550 obreros de manera intempestiva para favorecer a empresas que tienen una trayectoria dudosa, como Petramás y Relima. Contra los trabajadores ordenó una despiadada represión, pues ni siquiera consideró a mujeres, a las que daban de golpes inclusive ya estando derribadas en piso.

Si se trata de discriminación, recordemos a “los malditos de Larcomar”, jóvenes mestizos a quienes agredieron, les quitaron sus pertenencias y los expusieron al público mostrándolos como delincuentes con gran despliegue de periodistas. Como recordamos, su soberbia le impidió pedir disculpas de inmediato.

El caos de la calle Berlín es sólo una muestra más de la incapacidad de este alcalde, que es lo más reciente de una serie de despropósitos. Para colmo, manda a su asesora legal a dar fecha de término de los trabajos de esa calle, cuando es una función que le corresponde al gerente de obras, lo cual demuestra el desorden. Se ve que los asesores legales están en la calle —Berlín—, por eso salen a luz este tipo de ordenanzas cantinflescas.
Despedidos, parte de ellos con mucho tiempo de servicio, protestan en el ministerio de Trabajo.


Su burda ordenanza

La risible ordenanza 294-MM del 24 de agosto de 2008 prohíbe la discriminación. Pareciera que no tiene asesores legales, pues la no discriminación es un derecho consagrado en artículo 2.° de la Constitución Política del Perú y su trasgresión es sancionada debidamente en el Código Penal y el ordenamiento legal en general, como en las normas laborales y de defensa del consumidor.

Determinación de la falta

De cometerse discriminación, es el poder judicial la autoridad competente para determinar la existencia de la falta, así como Indecopi, tratándose de establecimientos. A una municipalidad no le corresponde determinar si existe o no discriminación.

En el caso de establecimientos, la Ley 27049 autoriza a Indecopi a sancionar con multas y cierre temporal a los establecimientos que incurran en discriminación. Existe pues una gradualidad, primero multas y después cierre, en caso de reiteración.

De modo que con su ordenanza, que pretende involucrarse en sanciones, Masías está duplicando innecesariamente funciones, pues Indecopi es la entidad encargada de castigar los actos de discriminación. ¿Qué busca Masías?

Si se atreve a determinar él la existencia de discriminación, estaría atribuyéndose funciones del poder judicial y de Indecopi, lo cual sería ya más grave, puesto que podrían cometerse arbitrariedades.

Si espera que estas dos instancias determinen la existencia de la discriminación y sancionen, estaría atribuyéndose facultades adicionales, así, un establecimiento podría tener triple sanción: del poder judicial, de Indecopi y de la municipalidad.

No se entiende que acuda a este tipo de medidas efectistas si Indecopi está haciendo bien su trabajo en estos casos, cuando Masías más bien debería enfocar esfuerzos en la lucha contra la delincuencia, la prostitución clandestina y la venta de drogas que afectan a su distrito.

Falta que Masías reglamente su ridícula ordenanza, allí conoceremos lo que se trae. Por ahora, trata de parecerse a Cristóbal Colón descubriendo que está prohibido discriminar. Por poco no dice prohibido matar, prohibido robar, prohibido estafar y toda una serie de actos ya normados.