Los ministros son personajes públicos y parte de su desempeño en el cargo es mantener una vestimenta y arreglo personal cuidados, que denoten su profesionalidad, lo cual no parece saber la nueva ministra Silvana Vargas.

 

Silvana Vargas

 

Su cabello más parece el de una cachascanista que acaba de terminar una pelea que el de una funcionaria. Puede ser que a ella le guste ese estilo, pero no es compatible con un alto cargo público.

 

Además de desaliñada, esa cabellera denotaría que no tiene mucho respeto o consideración con los ciudadanos, pues es desagradable.