El presidente Pedro Castillo continúa dando muestras de desconocer lo que es el recato y la vergüenza y en lugar de ocuparse de problemas graves como la inseguridad y la reactivación económica se inmiscuye donde no debe. Esta vez, aprovechando de su posición de mandatario ha publicado el Decreto Supremo 022, que interfiere groseramente en la Derrama Magisterial (DM), una institución de derecho privado que pertenece a todos los maestros que han aportado mensualmente a ella para el cumplimiento de su cometido, que es la actividad de recaudación y administración de los fondos destinados al bienestar de los docentes afiliados.

 

Derrama Magisterial

Antes el Estado recaudaba los aportes de los maestros, quienes anhelaban tener un ingreso adicional a su jubilación, pero la hizo quebrar y finalmente entrego la institución a los maestros. Aunque la DM cuenta en su directorio con un representante del ministerio de Educación, esta presencia del Ejecutivo es superflua, pues el Estado no aporta y más bien debería desligarse de la DM.

Lo cierto es que en años sucesivos han habido disputas gremiales por el control de la DM, que actualmente está en manos del Sutep, que administra millones y ha realizado inversiones que han convertido a la DM en propietaria de la cadena de librerías Crisol, centro comercial Minka, hoteles, DM plaza (una empresa de venta de artefactos domésticos), lo cual le permite otorgar créditos y servicios educativos a los docentes, quienes a su vez consideran que la planilla dorada de la DM debe ser moderada.

Es decir, sus quehaceres nada tienen que ver con lo que es el centro de la educación, la formación de los educandos, por lo cual el Estado debería mantenerse al margen y preocuparse más bien de atender la educación no sólo en contenido de calidad sino en el mejoramiento de la infraestructura, aspectos que dejan mucho que desear.

Ambición gremial de Castillo

Este atropello de Castillo nace de tiempos en que era dirigente magisterial rival del Sutep que luchó constantemente por quitar el control de la Derrama al Sutep. Esto explicaría el afán de Castillo.

Dirección de la DM

Si la dirección de la DM requiere cambios o mejoras, sólo a los maestros corresponde decidir, pues si aportan tienen derecho a ello, pero siempre hubo quejas por la forma de elegir a los dirigentes del Sutep, que no es democrática, no es un voto un maestro, sino que se eligen por delegados, al estilo de los políticos cubanos que se enquistan en sus cargos.

Pero estos defectos deben ser corregidos por los propios maestros, que deben cambiar la institución a formas democráticas. Un maestro un voto es la única forma que puede hacer a los maestros partícipes de la dirección .

 

DS 022

Hasta ahora el directorio de la Derrama tiene  cuatro representantes del CEN Sutep, uno del Sindicato de Profesores de Educación Superior (Sidesp) y uno del Ministerio de Educación (Minedu). El DS 022 establece que haya un consejo directivo conformado por siete asociados (maestros nombrados) que enseñen en instituciones educativas de educación básica, dos asociados de IE de educación Superior, un asociación que enseñe en un Centro de Educación Técnico Productivo (Ceptro), dos asociados que sean auxiliares y uno que represente al Minedu.

Se trata de una conformación caprichosa, pues lo único justo sería que los directivos representen proporcionalmente a un porcentaje del número total de docentes afiliados, que incluso podrían escoger que los represente adicionalmente un director que consideren capaz elegido con la modalidad de un maestro un voto, sin importar al subgremio al que pertenezca.

El DS dicta  que el consejo directivo sea elegido entre los asociados, con participación de la ONPE, pero en las primeras elecciones, por excepción, el proceso será dirigido por el Minedu, el cual además dictará disposiciones complementarias para el manejo de la DM, ¿por qué? Es incomprensible. Los maestros deben hacer respetar lo que les pertenece y apartar al Estado del manejo de la DM.