El Gobierno promulgó la ley que declara el 6 de agosto feriado nacional, en todas las entidades e instituciones públicas, en conmemoración de la Batalla de Junín, según norma publicada en el Diario Oficial El Peruano. Un feriado más contra la economía.

 

BATALLA DE JUNIN

 

La Ley 31530 modifica, asimismo, el artículo 6 del Decreto Legislativo 713, mediante el cual se consolida la legislación sobre descansos remunerados de los trabajadores sujetos al régimen laboral de la actividad privada.

La ley señala que los ministerios de Educación, de Cultura y de Defensa programan las actividades oficiales conmemorativas de la Batalla de Junín y su significación histórica, a cumplirse en las instituciones educativas públicas y privadas y en todas las entidades del sector público.

La norma, aprobada por el Congreso de la República, está refrendada por el presidente Pedro Castillo y el titular del Consejo de Ministros, Aníbal Torres.

 

Rol de feriados

La norma recuerda que, además del 6 de agosto, los días feriados son los siguientes:

- Año Nuevo (1 de enero)

- Jueves Santo y Viernes Santo (movibles)

- Día del Trabajo (1 de mayo)

- San Pedro y San Pablo (29 de junio)

- Fiestas Patrias (28 y 29 de julio)

- Santa Rosa de Lima (30 de agosto)

- Combate de Angamos (8 de octubre)

- Todos los Santos (1 de noviembre)

- Concepción (8 de diciembre)

- Batalla de Ayacucho (9 de diciembre)

- Navidad del Señor (25 de diciembre)

 

La Batalla de Junín

Este sábado 6 de agosto se conmemora el 198 aniversario de la célebre Batalla de Junín, primera gran victoria del ejército patriota encabezado por el libertador Simón Bolívar y cuyo triunfo fue crucial para consolidar la Independencia de Perú y de América del Sur.

La Batalla de Junín se libró en la tarde del 6 de agosto de 1824, en la fría pampa de Junín o altiplano de Bombón y en las inmediaciones del lago Chinchaycocha o de Junín, ubicados a 4,100 metros sobre el nivel del mar. Allí confluyeron el ejército libertador liderado por el general Simón Bolívar y el ejército realista comandado por el general español José de Canterac.

Antes de la lucha, el libertador Simón Bolívar arengó a las tropas con las siguientes palabras: “¡Soldados!, vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud”.

Este enfrentamiento paradigmático entre las fuerzas libertadoras y realistas tuvo como característica que solo se utilizaron lanzas, bayonetas y sables, sin disparar armas de fuego. En principio parecía que la victoria se inclinaba a favor del ejército realista, que era más numeroso, pero la decisiva y valiente intervención del regimiento de caballería peruano llamado Húsares del Perú, comandado por el teniente coronel argentino Isidoro Suárez y encabezado por el capitán peruano Andrés Rázuri Esteves, cambio el curso de los acontecimientos y decidió el triunfo definitivo de los patriotas.

Esta trascendental victoria provocó que el libertador Simón Bolívar cambiara el nombre del regimiento de caballería triunfador Húsares del Perú por el de Húsares de Junín. Del mismo modo, originó también la creación del Día de la Caballería Peruana, en recuerdo de tan memorable victoria.