“Es inaceptable que el defensor del Pueblo se quede mudo” ante “los atropellos que están ocurriendo contra la Junta Nacional de Justicia (JNJ)”

El exministro del Interior Walter Albán cuestionó el silencio del defensor del Pueblo Josué Gutiérrez Cóndor ante los atropellos que perpetra el Congreso de la República contra la Junta Nacional de Justicia (JNJ).

 

Walter Alban

En declaraciones a RPP este lunes, lamentó que el Congreso “no quería una institución que incomode al poder”, por lo que eligió Gutiérrez Cóndor defensor del Pueblo. “Nada mejor que poner prácticamente a un empleado del Congreso a que jefature la Defensoría del Pueblo”, dijo.

Advirtió que hay “un riesgo enorme” de que el Perú se quede sin democracia, al no respetarse la separación de poderes, alertó sobre el maltrato a la JNJ, que, como se sabe, podría terminar en la destitución de los magistrados.

Para el exministro el Congreso tiene un plan que ya está ejecutando y que se evidencia hasta el momento en el control del Tribunal Constitucional (TC) y la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).

“Y ya echaron el ojo, y están tomando medidas, respecto a la presidencia del Jurado Nacional de Elecciones”, señaló.

Comentó que no sería coincidencia la renuncia de cinco adjuntos de la Defensoría del Pueblo (Susana Silva Hasembank, Alberto Cruces Burga, Alicia Abanto, Carolina Garcés Peralta y Matilde Cobeña) por discrepancias con la gestión de Josué Gutiérrez y advirtió que esto podría ser “el inicio de una suerte de desmembramiento” de dicho organismo.

Recordó que la Defensoría del Pueblo demostró desde sus inicios, con Jorge Santistevan de Noriega al frente de la institución en 1996, fue una entidad “apegada a la Constitución, defendiendo los derechos fundamentales de la ciudadanía y que se ocupó de enfrentar a un gobierno todopoderoso, en ese momento el de Alberto Fujimori”.

“La única instancia en el Estado que quedó sin ser controlada por ese Gobierno autoritario fue la Defensoría del Pueblo”, subrayó y agregó que la Defensoría del Pueblo “nació para ser como una conciencia crítica del Estado, para señalar qué no está funcionando bien, dónde se están atropellando derechos y cómo hay qué hacer para que se restablezca la constitucionalidad”.

“Y eso no les gusta en regímenes autoritarios como el que nos encontramos en este momento. No querían una institución que incomode al poder. Nada mejor que poner prácticamente a un empleado del Congreso a que jefature la Defensoría del Pueblo”, enfatizó y añadió que “es inaceptable que el defensor del Pueblo se quede mudo” ante “los atropellos que están ocurriendo contra la Junta Nacional de Justicia (JNJ)”.