por Carlos Ferrero*

La utilización de medios es una parte central de la estrategia


En todo el mundo la tendencia es hacia la concentración de los medios de prensa en pocas manos. Esas manos son solo de gente que tiene el dinero suficiente para manejarlos. Y los que tienen dinero para invertir en ellos es comprensible que sostengan posiciones conservadoras y estén en desacuerdo con la construcción de sociedades más justas que los despojarían de sus privilegios.


De tal manera que hoy por hoy en el Perú nada bueno puede esperarse de la función que desempeñarán los medios de prensa en las próximas elecciones. Y aquel que ahora mismo comenzada la campaña se atreva a defender el cambio del orden vigente por uno más equitativo, sufrirá la consiguiente represalia mediática.

Los medios son actualmente sobre todo un instrumento para ejercer el poder real. Los más importantes se han convertido en agrupaciones de personas unidas para pretender moldear las sociedades según su parecer y obligar al resto a vivir conforme a los “valores” y dictados de quienes detectan la fuerza de la comunicación masiva.

Para realizar su finalidad los grandes medios requieren no perder dinero o mejor aún, obtener ganancias y por tanto se colocan bajo la dependencia de la publicidad. La orientación y contenidos de los medios no pueden ir en contra de la ideología de quienes publican avisos y viceversa. Esta publicidad es contratada básicamente por empresas de mucho capital, cuya ideología naturalmente es conservadora y que además considera el pluralismo informativo como una concesión perjudicial.

Así  queda cerrado el circulo y puesto el candado.  Conducen los grandes medios solo los que tienen dinero. El resto debe contentarse con las migajas que caen de la mesa en la que nunca lograrán sentarse.

Por ello es que la información masiva no es objetiva y se recibe adherida con la opinión del medio, de tal modo que el parecer de los dueños es más importante que el hecho en sí, quitándole al receptor la posibilidad de juzgar por sí mismo.

A esto se debe que Presidentes, Congresistas, Jueces, Fuerzas Armadas, Iglesia, entidades supuestamente autónomas y hasta las influyentes ONG se vean atrapadas en sus garras. Por eso es que cualquier gobierno puede tener el país entero en contra pero si mantiene buenas relaciones con la prensa y sobre todo la televisión, no pasará nada porque además en el medio televisivo prevalece el concepto de que los canales son dueños absolutos del espacio y propietarios para siempre de las ondas electromagnéticas.

Existen excepciones pero son publicaciones o medios diminutos, de vida temporal, que no tienen instrumentos que les permitan librar con éxito sus heroicas batallas.

Lo dicho no implica defender un sistema de medios de prensa controlados por el Estado, que sería aún peor, porque eso caracteriza a las dictaduras que siempre terminan encarcelando y asesinando a quienes piensan distinto. Y digo esto con el testimonio de haberme opuesto a la confiscación de los medios en la época del  Gobierno Militar  conforme se comprueba, entre otros, de la carta publicada en la pagina 4 de El Comercio el 21 de agosto de 1974.

Ahora bien, si soñáramos solo por unos segundos en unas elecciones donde los medios pudiesen contribuir a mejorarlas, se sugiere lo siguiente:

Promover que se devuelvan a los Partidos los recursos de ley que el Apra les quitó durante 5 años a fin de que puedan usarlos en la campaña.

Conducir un debate público de ideas y no de insultos y descalificaciones.

Aceptar que solo exista la franja electoral del Estado y se prohíba propaganda privada, como ya se ha propuesto en distintos sectores.

Insistir que se implante el voto electrónico que impide los acostumbrados fraudes en mesa por el único Partido (Apra) que puede colocar personeros en todo el territorio. Si no quieren esto, que la Onpe tenga un representante en cada mesa.

Apoyar, divulgar y fiscalizar el cumplimiento del Pacto Etico Electoral  promovido por el Jurado Nacional de Elecciones.

Que cada medio publique semanalmente el espacio gratuito indirecto (por ejemplo, trasmitir un mitin o una declaración) concedido en los siete días anteriores a cada uno de los competidores y que éstos datos sean verificados y publicados durante el proceso por el propio JNE.

Que las encuestadoras hagan encuestas que incluyan ciudades menores a 10,000 pobladores y también en el ámbito rural, que hoy no son recogidos.

Decía que es un sueño porque no lo van a hacer, asì como nunca cumplieron con el artículo 14 de la Constitución que los obliga a “colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural”

Haré  una penúltima afirmación. Los que creemos que es usual que los grandes intereses económicos busquen un resultado electoral que no los perturbe... ¿cómo debemos evaluar la actitud de las empresas chilenas o peruano-chilenas que operan en el Perú, en el próximo proceso?....considerando además su peso relativo en la torta publicitaria de los medios. ¿Qué ruta habrán de tomar?.. ¿Dónde apuntarán... y con qué fin? ¿Seremos capaces de ponerlas al descubierto?

Y finalmente algo que nadie quiere decir. Cuando se debate sobre los medios en el Perú, salen cientos de defensores del inequitativo sistema actual. Pero resulta que en su mayoría son personas que trabajan precisamente en los medios. Pueden ser imparciales, o ¿están influidos por la defensa de un interés personal?.

Le Monde Diplomatique N.º 36 Mayo del 2010. Mie, 05/19/2010


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