Una gentil entrevista de El Comercio al presidente García

Por Juan Sheput


Muy cómodo debe haberse sentido el presidente García al recibir las preguntas del panel de periodistas del diario El Comercio. A cuatro años de inicio de su gestión como mandatario, El Comercio pareciera haber decidido dejar hablar al presidente, sin incomodarlo. Es su opción, válida por cierto. Esto produjo que se claudique en las repreguntas, cuando estas caían por su propio peso, pues las contradicciones o evasiones del presidente eran más que evidentes. Sin embargo, coincidimos en que esta entrevista es histórica, no por la visita del doctor Alan García, que no es la primera al diario El Comercio, sino por el estilo que inaugura el decano de la prensa nacional, muy lejos de la labor de conciencia crítica que debe ser el papel del periodismo que requiere el Perú.


Analicemos, en ese sentido, algunas de las reflexiones presidenciales antes las inquisiciones de los periodistas de El Comercio.

La entrevista se inicia solicitando un balance al jefe de Estado. Como es obvio, este no ingresa en detalles pues de seguro espera el mensaje a la Nación para hacerlo público, corriendo las respuestas hacia el ámbito de la descentralización. Allí el presidente García entra en contradicciones, en la misma respuesta, pues por un lado dice que es necesario descentralizar y por otro anuncia que hará esfuerzos en fortalecer el papel del presidente de la República, para que así pueda controlar unos excesos, que no se preocupa en precisar, consecuencia del alumbramiento de la descentralización. Ante ello los periodistas de El Comercio no aprovechan en preguntar nada respecto a la incapacidad de los gobiernos regionales en gastar eficientemente, en la corrupción descentralizada fruto del reparto de recursos, de la ausencia de capacidades y en la reducción del papel del Consejo Nacional de Descentralización a una simple secretaría, dependiente de la presidencia del Consejo de Ministros, con lo cual se pierde la oportunidad de tener un mínimo de orden y articulación en los planes regionales.

Luego, ante la afirmación del presidente, respecto a que el Plan Nacional de Educación (sic), se está utilizando en su gobierno, tampoco los señores periodistas dicen nada. Deberían haber empezado diciéndole que no es Plan sino Proyecto Educativo Nacional, que fue él mismo, como presidente, quien calificó al Proyecto de mamotreto anacrónico, y que los esfuerzos por la educación se han reducido a un gasto exagerado en infraestructura, en tanto no se capacita a profesores, se olvidan las tecnologías blandas, mientras nuestros principales indicadores educativos nos colocan en el sótano de América Latina. Preocupante el olvido de los periodistas a pesar que el Ministro de Educación, José Antonio Chang, es asesor del grupo editorial.

Luego vienen una preguntas sin sentido orientadas al llamado "antisistema", palabreja que los periodistas no se toman la molestia de definir y que sirve como comodín para que el presidente se despache sobre una de las opciones presidenciales, el candidato Ollanta Humala. No aprovechan los periodistas de El Comercio para solicitar al presidente se retracte, respecto a su afirmación que él puede evitar que "alguien" llegue a la presidencia, si así no lo quiere. Por lo visto la amnesia y el silencio cómplice recorrió el ambiente bajo la cúpula de El Comercio.

Momentos después hablan de la llamada corrupción burocrática, adjetivo este último, endilgado por el presidente a la palabra corrupción, que es recibido de buena gana por el panel de El Comercio. Olvidan que la corrupción que nos aqueja es fundamentalmente política y que en ella abona la debilidad de nuestras instituciones, cuestión que es fomentada -a todas luces- desde Palacio de Gobierno, por que ¿es o no es corrupción política que los dos secretarios generales del APRA hayan sido separados de sus cargos por indicios de corrupción? ¿es o no es corrupción política que un gabinete ministerial haya caído por los Petroaudios? ¿ es o no es corrupción política que un ex diputado y ex ministro, del propio Alan García, sea el protagonista de audios y videos que apuntan a negocios en los mas altos niveles gubernamentales y que a la fecha no son investigados de manera adecuada? y, finalmente, aunque no por eso no menos importante ¿ es o no es un llamado a la impunidad que el gobierno de Alan García blinde a Luis Castañeda Lossio de cualquier investigación y que tenga como aliado al grupo político más corrupto de nuestra historia, es decir el fujimorismo?

En la entrevista el presidente afirma que él cargó una cruz, por culpa de otros, en temas de corrupción. Los periodistas de El Comercio no se tomaron la molestia en recordar al presidente (de repente por un exceso de cordialidad) que él no se presentó ante la justicia, sino que más bien esperó que sus juicios prescribieran, en tanto otro secretario general del APRA, Agustín Mantilla, era asiduo concurrente a la salita del SIN, comunicaba a Montesinos que en su bancada había congresistas "conversables" que, afanoso, recibía dinero de Montesinos por "órdenes superiores" para la campaña electoral del APRA y que tenía depósitos de millones de dólares en el extranjero, a nombre de su solícito hermano. Una vez más dijo ¡presente! la amnesia periodística.

Casi al final de la entrevista, cuando el presidente afirma, de manera torpe y racista, que él exige a los empresarios extranjeros que no se "negree" y no se pague mal a los "cholos", los miembros del panel de El Comercio no le reclaman por esta reincidente actitud racista y mucho menos le recuerdan que, en estos momentos, las empresas Ripley y Saga Falabella, cuyos dueños chilenos son visitantes consentidos de Palacio de Gobierno, abusan, sin ningún tipo de control, de miles de trabajadores peruanos.

Finalmente un momento que retrata muy bien el espíritu de la entrevista, es aquel en que el presidente García, ante la pregunta sobre cómo se ve a la "salida de la presidencia" responde literalmente"Eso de salir a despotricar del que está para ver si uno gana la próxima elección no me parece. Ese ya no es el papel de un hombre de Estado". Ante esa respuesta, los señores del panel de El Comercio se olvidaron por completo de repreguntarle sobre si le hizo o no la vida imposible al ex presidente Toledo, si encabezó o no un paro, el 14 de Julio del 2004, contra el gobierno, si pidió o no la vacancia presidencial, si su bancada hizo o no una oposición feroz, saboteando permanentemente al ex presidente. Nada de eso repreguntaron los señores periodistas de El Comercio.

Como ven, no se equivocan los señores de El Comercio cuando dicen que esta entrevista es histórica.

A continuación la entrevista a Alan García en El Comercio.