habla el puebloPor Rafael Romero

El 18 de enero último, el programa “Habla el Pueblo” cumplió 40 años de vida, habiéndose adelantado a su época en materia de periodismo interactivo. Su fundador, Ricardo Belmont, institucionalizó así, desde las ondas de radio —y posteriormente desde la televisión—, un estilo de comunicación franco, directo y sincero con el público, perfil que muchos han querido emular pero que han quedado frustrados en el intento.

En esta trayectoria de cuatro décadas, donde “Habla el Pueblo” se encuentra en la flor de su madurez, debe reconocerse que ha existido una constante que lo ha legitimado ante el ciudadano y la historia al punto de ser una inobjetable virtud. Me refiero al ejercicio permanente en defensa de la libertad de expresión, de forma combativa y coherente, vacunándose —casi apenas de haber nacido—frente a la prepotencia y la arbitrariedad. En esta suerte de inmunización democrática cómo no reparar cuando desde muy temprano en su existencia fue clausurado por la dictadura de Juan Velasco Alvarado mucho antes de la confiscación de los medios de comunicación, hecho que le sirvió a “Habla el Pueblo” para curtirse y ganar en mística.

Es más, para colmo de males, las radios y la televisora confiscados a Ricardo Belmont no fueron devueltos el 28 de julio de 1980 por Fernando Belaunde Terry, al retornar la democracia en nuestro país, sabe Dios por qué extraño olvido del retórico arquitecto acciopopulista. En ese sentido, la aparición de “Habla el Pueblo” en la televisión no se produciría sino después del 22 de diciembre de 1986, cuando el entonces presidente Alan García, en un acto de justicia,  hace honor a la democracia entregándole a Ricardo Belmont el Canal 11. No obstante, en medio de vicisitudes como la referida, los mil y un combates de este espacio periodístico lo catalogan hoy como un pionero del periodismo ciudadano, es decir activo mucho antes del facebook o el twitter.

¿Y qué es el periodismo ciudadano? Es aquel que pone en práctica la participación genuina de la población. Es el periodismo comprometido con la verdad, haciendo que cada persona detrás de las líneas telefónicas se convierta en un reportero en potencia, en un comunicador atento a lo que pasa en su comunidad y que asume la defensa de los intereses de su nación, trasladando información a más personas y a las autoridades desde la base social, constituyéndose en un interlocutor legítimo de la opinión pública sin filtros ni cortapisas, demostrando que quien maneja el mundo no son las máquinas sino los ideales. Enhorabuena por los 40 años de “Habla el Pueblo” y que vengan cuarenta más.

Expreso, Lima 20-01-2013


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