“El fuego en la niebla” se encuentra disponible en la Feria del Libro Ricardo Palma.
Por Luiggi Calderón
El Inca Supremo Juan Santos Atahualpa, que se enfrentó al yugo español en la selva central peruana, 40 años antes que Túpac Amaru II, es el personaje principal de la novela que presenta José Luis Villanueva Victorio, escritor nacional que explica por qué insertó en su relato histórico el drama pasional de Cosai, un escribano melancólico obsesionado por Isabel, la hermosa asháninka esposa del lugarteniente Antonio Gatica, su mejor amigo.
“La trama de ficción no significó un pretexto para exponer mi versión de los acontecimientos ocurridos en El Gran Pajonal. Ambas (la historia y el drama amoroso) se unen en un todo coherente y con pretensiones de autonomía”, puntualiza el autor que en sus páginas revaloriza también las lenguas originarias asháninka y amuesha (yánesha) usando un breve glosario.
—En su obra menciona hechos históricos, pero le inyecta fantasía y mitología amazónica…
Describo aspectos que pueden parecer irreales, pero que forman parte del escenario donde se desarrollan los hechos. Dentro de la cosmovisión asháninka existe la idea de que los tabaqueros o brujos guerreros beben el ayahuasca para convertirse en animales, árboles o en fenómenos naturales como lluvias, vientos huracanados y temblores. En la selva de Chanchamayo, por ejemplo, creen que los gavilanes que vuelan por el Mirador del Inca en el cerro Huacrash son los guerreros de Santos Atahualpa, quienes mantienen actitud de vigilancia, a pesar de los siglos.
—¿Realmente existió Juan Santos Atahualpa o fue sólo una leyenda?
Hay documentos que confirman su presencia en la selva central (cartas). No tenemos registros directos, pero los propios franciscanos, que eran sus enemigos, han escrito sobre él. Tenemos las impresiones de algunos negros y del fray Santiago Vásquez de Caicedo, quien fue el primer español en entrevistarlo. Se enviaron expediciones militares para combatirlo y todas fracasaron. No era ningún fantasma, se convierte en eso cuando lo olvidamos. Sería genial que la gente conozca mejor sus hazañas, que su rostro casi desconocido aparezca en una postal o que una avenida lleve su nombre. Para mí es un héroe olvidado, injustamente postergado, un precursor de Túpac Amaru II.
—¿Por qué nunca llegó a Lima?
El investigador Steven J. Stern asegura que no tuvo éxito porque las clases nobles de Tarma y Jauja estaban inexplicablemente unidas al aparato político colonial de España, es decir, los andinos de la élite nunca se plegaron a la rebelión por intereses económicos y sociales. Esta explicación me parece la más sensata. Según el maestro Francisco Loayza, los territorios cercanos a El Gran Pajonal eran de los Wankas, enemigos históricos del Inca, así que no se unieron a la lucha.
EL DATO
FERIA DEL LIBRO
El libro se vende en el stand 91 (Estruendo Mudo), stand 54 (Corporación Primi) y stand 16 (Librería Rocinante) de la Feria del Libro Ricardo Palma.
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Sublevación permanente José de San Martín sabía que desde Manco Inca (en el s. XVI), Juan Santos Atahualpa, Túpac Amaru y Mateo Pumacahua, nunca había cesado la resistencia armada de los peruanos contra España. Por eso vino al Perú pero cometió el error de traer chilenos que lo traicionaron y sabotearon, por lo cual el general argentino tuvo que llamar a Bolívar para que ayudara a los perseverantes guerrilleros peruanos. [Nota de Con nuestro Perú.] |
Expreso, Lima 08-12-2015
http://www.expreso.com.pe/cultural/juan-santos-atahualpa-es-un-heroe-olvidado/
