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Capitán EP Eloy Villacrez.

El 09 de diciembre de 1824, en el campo de batalla de la Quinua (Ayacucho), se alcanzó nuestra separación política de España, la independencia se hizo desde el punto de vista de otros neo españoles como fueron Bolívar y San Martín, es una realidad histórica que no podemos variar pero si analizarla, lo cual es un trabajo de los historiadores.

Lo real y concreto es que desde ese día tiene vigencia el nuevo ejército, que es el sustento de la peruanidad, continuidad inseparable del ejercito incaico. Los militares de todas las épocas comprendimos que el rol que la nación nos entregó y debemos cumplir, es estar al servicio de las grandes mayorías y de los objetivos nacionales para alcanzar el desarrollo.

En las últimas tres décadas, es una lástima que muchos militares jamás comprendieron, ni comprenden hoy, el rol que nos asignó nuestro pueblo, llegando a niveles de corrupción, saqueo al erario nacional y lo peor, asesinar a nuestro pueblo en una limpieza étnica, calificada como guerra contrasubversiva. La época fujimorista fue el corolario de la bajeza y el envilecimiento, no sólo de las instituciones castrenses, sino de la sociedad en su conjunto. No aceptar esta realidad es seguir tapando el sol con un dedo, cuando lo correcto sería que las propias instituciones armadas “limpien la casa” en un auto de fe que sea objetivo y sincero, es la única manera de recuperar la institucionalidad y asegurar el desarrollo nacional con una Fuerza Armada cohesionada con su pueblo..

Ahora en el 2010, los gobiernos neoliberales desde hace 35 años, en su afán de extranjerizar nuestro modo de vida, fueron destruyendo las raíces morales de la peruanidad, para alcanzar esta destrucción era necesario destruir las FF AA, día a día, con diferentes medidas van afectando la capacidad defensiva y la doctrina de defensa, los mandos castrenses no tienen interés en poner “los puntos sobre la íes”, sólo quieren llenar sus bolsos con dinero obtenido en forma inmoral, para luego en una aberración antipatriótica, cuando pasan al retiro, se colocan a órdenes del partido político del japonés, con miras a seguir corrompiendo nuestro Perú..

Sabemos que los neoliberales no dejarán el gobierno fácilmente, sus intereses están encima del respeto a la voluntad popular, tal como lo dijo García, propiciarán un “golpe de estado” para mantener el sistema, estamos advertidos, para suerte de nuestra nación existen fuerzas morales enraizadas en una gran mayoría de militares, que esta vez no permitirán fraude, falsedades o actos de fuerza para torcer la votación. Para hacer valer ese derecho del pueblo a elegir a sus gobernantes, se requiere contar con organización y coordinación entre la agrupación política que propicie el cambio del sistema, con los militares patriotas. Ahora en mi condición de soldado llamo a Ollanta a que se una a esta cruzada de sobrevivencia de nuestro pueblo, participando en forma igualitaria en la designación del candidato presidencial junto a Fuerza Social, Tierra y Libertad, y los otros partidos. Presentar dos listas de los que propiciamos el
cambio, sería dar ventaja a los neoliberales y debilitar la esperanza del pueblo. Recordemos que ese sentimiento de frustración larvado en los 35 años últimos y que hoy pide cambios, no es propiedad de ninguna agrupación y eso debemos comprender todos para evitar soberbias que dividen, seguir desunidos conducirá nuevamente al neo liberalismo al palacio .

En este 09 de diciembre, es propicio repensar en el destino y la seguridad del Perú, sin dejar de recordar que Chile invierte cinco mil millones de dólares en armas y nosotros no llegamos a 500, estamos convencidos que la clase política neo oligárquica actual como aquella de 1879, no le interesó defender nuestra nación, no le importó el dolor del pueblo ocupado por el invasor, luego de la guerra se dedicaron a hacer negocios con los que asesinaron a nuestro pueblo, olvidándose que Arica y Tarapacá son territorios peruanos irrenunciables. Sólo Velasco visualizó recuperar nuestra heredad, como soldado en este día, rindo mi homenaje a su memoria y doctrina.

Viva el Perú y su ejército.